Que quiso ser gráfico
para que alguien de afuera entendiese las penurias argentinas.
Que un tropezón no es caída ya que generalmente él
intenta comunicar bien, pero esta vez no lo hice.
Excusas más, excusas menos, el presidente Fernando de la Rúa
intentó remendar, sin mucho éxito, la polémica frase
con que acusó a su pueblo de tener demasiado espíritu
ahorrativo para explicar la persistente recesión en Argentina
ante un grupo de empresarios portugueses que asistía a un seminario
en Lisboa. Ayer, todavía en Portugal, dijo también que tiene
plena confianza en el ministro de Economía, Domingo
Cavallo, a pesar de que en octubre no se haya cumplido con el déficit
cero y por mucho que lo ataquen tanto sectores del oficialismo como de
la oposición.
Realmente no he querido hacer una simplificación de nuestros
problemas. Si se ha tomado así, lo lamento mucho, enfatizó
ayer el mandatario. Lo que quise decir, buscó corregir,
es que es necesario pasar en nuestro país del pesimismo al
optimismo, de la desconfianza a la confianza, y que cuando esto cambie
retomaremos el camino del crecimiento. Sin embargo, a los pocos
minutos insistió con la idea anterior dotándola de palabras
algo más técnicas: Hay una retracción de la
demanda, lo que significa que los que pueden gastar postergan su gasto
por esta situación de incertidumbre.
O sea, el Presidente parece no tener dudas de que lo que tienen los argentinos
es un brote de amarretismo y, de hecho, volvió a pedir a la gente
que contribuyan con la reactivación del mercado interno y
que, en la medida de sus posibilidades, no postergue sus compras
porque cuando se posterga la decisión de compra hay retracción
de la demanda y esto pasa cuando hay pesimismo.
Hechas las aclaraciones, los periodistas extranjeros, el pueblo portugués
o el europeo en general, seguramente habrán podido confirmar lo
que ya habían entendido. Comenzó entonces de la Rúa
su discurso de apelación a mercados y sobre todo al FMI, que en
diciembre debería enviar 1260 millones. La Argentina va a
cumplir las metas pautadas por el Fondo; todos queremos de
inmediato la recuperación de la economía; el
mercado confía en nosotros.
En ese marco, De la Rúa reiteró que Cavallo quien
el viernes les pidió con su mejor cara a las máximas autoridades
económicas de Estados Unidos que mantengan su apoyo a la Argentina
cuenta con su total confianza, más allá de todo cuestionamiento.
Del capítulo sobre el déficit cero no habla.
Además de la cara de asombro de los empresarios portugueses grabada
en su retina, De la Rúa se traerá de lembrança de
Portugal un pergamino que lo condecora como doctor honoris causa de la
Universidad de Coimbra y que le entregó el propio rector Fernando
Da Silva Rebelo. Y, como era esperable, se llevó también
la promesa del gobierno de Portugal de respaldar la renegociación
de la deuda externa y la profundización de la relación bilateral
ya que por ahora los portugueses han orientado sus inversiones en mucha
mayor medida hacia el territorio brasileño.
El Presidente estará hoy de regreso de su gira por Alemania y Portugal
y tendría que tomar alguna decisión con respecto a la estructura
del Gabinete Nacional, después de la renuncia de la ex ministra
de Desarrollo social Patricia Bullrich. Por lo pronto, le encargó
al titular de Trabajo, Gabriel Dumón, que elabore un informe sobre
el futuro de Seguridad Social. También el jefe de Gabinete, Chrystian
Colombo, estuvo analizando esta semana un rediseño del esquema
de ministerios. Lo que también deberá definir De la Rúa
es si crea o no la Agencia Social, que pretendía conducir Bullrich.
Lo único que hay hasta ahora son rumores de reducción del
número de ministerios.
Con todo, luego de visitar el santuario de la Virgen de Fátima,
el jefe de Estado dijo ayer que los ministerios están bien
como están. ¿Quién dijo que voy a reorganizar
mi Gabinete?, preguntó. Y aclaró que hasta fin de
mes no habría novedades. Y negó, incluso, la posibilidad
de que Bullrich vuelva a ocupar un cargo en el Gobierno. Pero acotó
que puede seguir ayudando sobre el trabajo que hizo, en relación
con los planes sociales, porque van a continuar.
La cuestión
de Menem
Por una u otra cuestión la posible liberación del
ex presidente Carlos Menem inquieta al Gobierno, preso por asociación
ilícita en la causa por la venta ilegal de armas a Ecuador
y Croacia. Al Gobierno lo ponen siempre en el vendaval de
las críticas. Desde el justicialismo se lo acusaba de promover
la detención de Menem y desde las fuerzas que no son del
justicialismo, que ahora promovemos la libertad, protestó
el presidente Fernando de la Rúa. A lo que agregó
un remate predecible: Ni una cosa ni la otra, el Gobierno
respeta la independencia de la Justicia. Diga lo que diga,
varios de sus colaboradores admitieron a este diario que en la Casa
Rosada hay gran expectativa para que Menem deje la quinta de Don
Torcuato, donde cumple prisión domiciliaria, porque
es algo necesario para descomprimir políticamente, avanzar
en un pacto de gobernabilidad y, a su vez, dividir la peronismo.
Esta semana la Corte Suprema fallaría a favor de Emir Yoma,
también en la causa armas, y beneficiaría con esa
decisión también al ex presidente.
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Palo al opinólogo
Opinólogo, acusó el vocero presidencial
Juan Pablo Baylac a Carlos Ruckauf. Desde Lisboa, donde acompaña
al presidente Fernando de la Rúa, Baylac procuró mantener
su cuota de protagonismo y advirtió que el gobernador bonaerense
que tiene tantos problemas en la provincia de Buenos Aires,
por qué no se preocupa por lo que es su responsabilidad y
se deja de opinar de todo, de activar los ánimos de los argentinos
para bajarle aún más la esperanza en la salida....
Era una respuesta a algunas de las últimas declaraciones
del mandatario provincial, quien había dicho que si De
la Rúa puede evitar ser censado porque tiene que estar en
Portugal, no hay motivo para que un ciudadano no pueda tener abierto
su comercio. Por si acaso, Baylac aclaró que De la
Rúa será censado hoy, después de
su arribo previsto para cerca de las 7.30 de la mañana. El
gobierno se ve en la obligación de defender el censo porque
no es una definición de este gobierno, es una política
de Estado. Es muy importante para formular políticas sociales
y económicas, planteó.
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