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DE LA RUA ANALIZO LAS ALTERNATIVAS AL RETORNAR DE EUROPA
Definen el reemplazo de Bullrich

El Presidente evaluó con Dumón algunos nombres y también la idea del ministro de desactivar la cartera de Seguridad Social.

Por F. C.

El presidente Fernando de la Rúa volvió ayer de su gira por Alemania y Portugal y, cerca suyo, no descartaban que pudiera haber alguna definición inminente sobre el futuro de su gabinete. Luego de la renuncia de Patricia Bullrich, el Presidente se fue de viaje dejando interinamente a cargo de Seguridad Social al ministro de Trabajo, José Dumón. Anoche, el Presidente se quedó reunido hasta tarde con Dumón. Se sabe que el funcionario apoya la idea del jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, de reducir el número de ministerios. Si el Presidente acepta esta propuesta, Seguridad Social dejaría de existir para unirse a otras carteras.
De la Rúa bajó del Tango 01, dio una conferencia de prensa en Ezeiza y fue derecho a Olivos. A las 18, tenía agendado el encuentro con Dumón que se prolongó hasta tarde. Luego se les unieron el secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo, y el titular de la Cámara de Diputados, Rafael Pascual. Se sabe que el Presidente les contó de su viaje y de los apoyos recibidos. “Estaba muy contento por lo de Alemania porque forma parte de la conducción del FMI”, explicó después un funcionario. El Presidente también se comunicó con Domingo Cavallo, quien le dio una visión de lo más optimista de su estadía en Canadá.
Con Pascual, De la Rúa analizó la agenda parlamentaria y la posibilidad de convocar a sesiones extraordinarias en Diputados. Se sabe que Pascual es uno de los principales candidatos a asumir en algún ministerio en el próximo recambio de gabinete pero cerca suyo juraban que, al menos ayer, ni se hizo mención a esa posibilidad. “Hablamos del censo y hasta de las inundaciones, pero ni una palabra del gabinete ni de los planes sociales”, explicaban.
En cambio, cerca de Dumón aguardaban anoche alguna novedad, sobre todo por la cantidad de tiempo que se había pasado el ministro junto al Presidente. De la Rúa le había encargado a Dumón que en estos días analizara qué se podía hacer con el ministerio que dejó vacante Bullrich luego de perder una pelea por el presupuesto del área. Según la visión de Bullrich, con los últimos recortes, los fondos que le quedaron disponibles a Seguridad Social no son suficientes para lanzar el plan de asistencia “revolucionario” que había planeado. Para peor, Dumón es de la idea de mantener mucho de la actual estructura de asignaciones familiares –sobre todo en lo referente al beneficio por escolaridad– lo que restaría todavía más posibilidades a la propuesta de Bullrich.
La idea de Colombo es reducir el número de ministerios, uniendo Seguridad Social a Desarrollo Social y, tal vez, a Salud. De esa forma entiende que servirá para reducir gastos con lo que se podrá poner en marcha la Agencia Social, que dependería de esta nueva cartera. Para ocupar el cargo suena el nombre del ministro del Interior, Ramón Mestre, quien le dejaría su actual puesto a Pascual. En principio, el enroque estaba previsto para diciembre, cuando Pascual dejará la cámara.
Dumón, en tanto, anoche le habrá sugerido al Presidente una propuesta similar: unificación de ministerios que se ocupan de lo social mientras que pretende que Trabajo conserve la mayor parte de sus viejas atribuciones. Por ejemplo, quiere que vuelva a su jurisdicción la superintendencia de ART y, por sobre todo, los planes Trabajar, que Bullrich había conseguido para la nueva Agencia.
Durante su viaje, cuando le preguntaron por los cambios De la Rúa se enojó y respondió que no tenía en mente cambiar nada. No es la primera vez que el Presidente sale de gira y queda pendiente la toma de una decisión a su vuelta, cosa que luego no ocurre y se termina prorrogando por semanas para desconcierto de los propios funcionarios. Por eso, esta vez, eran muchos los que se jugaban por una rápida definición presidencial aunque para afuera digan que no. “Hay silencio de radio sobre lo que se habló ayer, pero da la sensación que hay alguna decisión en puerta porque sinono se entiende”, analizaba anoche un vocero que buscaba infructuosamente una definición de parte del entorno presidencial.

Ibarra hará cambios
De acuerdo con versiones que circularon ayer, el jefe del gobierno porteño, Aníbal Ibarra, tendría en carpeta realizar en estos días un cambio de gabinete para acompañar la salida obligada del secretario de Salud, Aldo Neri, quien asumirá en diciembre como diputado. El nombre del suplente de Neri ya estaría decidido y correspondería a un dirigente radical del distrito. Otro que se iría sería el secretario de Promoción Social, Daniel Figueroa, con reemplazante aún en veremos. Estos dos cambios fueron confirmados anoche por una alta fuente del Gobierno de la Ciudad y se producirían hacia el fin de semana. En cambio, otra versión que no pudo ser confirmada mencionaba como otro candidato a emigrar al secretario de Justicia y Seguridad, Facundo Suárez Lastra, quien sería reemplazado –siempre según la misma versión– por el ex ministro Ricardo Gil Lavedra. El cambio se justificaría en la posición muy cercana al gobierno nacional adoptada por Suárez Lastra en los últimos tiempos, algo que no agradaría a Ibarra y a sus funcionarios más cercanos. Incluso, ayer se recordaba una reunión de gabinete posterior a las elecciones de octubre en la que Suárez Lastra exigía del gobierno porteño un apoyo más explícito a la administración de De la Rúa como forma de ayuda.

 

Acuerdo con empresarios
El presidente Fernando de la Rúa valoró el llamado que realizó el empresariado argentino para concretar un pacto nacional y superar la crisis, al señalar que “todos debemos unir esfuerzos para salir adelante”.
Grupos empresarios, financieros, comerciantes y de productores argentinos habían publicado ayer una solicitada en la que hicieron un “urgente llamado a la reflexión” a los funcionarios y legisladores de todo el país, con el fin de que “antepongan los intereses de la Nación a los propios y enfrenten la situación de emergencia que atraviesa el país”, respetando “el déficit cero, la garantía de convertibilidad y la disminución del gasto público improductivo”.

 

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