Por
Laura Vales
Con una protesta central en La Matanza, varios cortes de ruta en el conurbano
bonaerense y un número no determinado de piquetes en el interior
del país, los desocupados empiezan hoy una protesta más
dura, con cortes que esta vez se mantendrán por tiempo indeterminado.
El objetivo central de los desocupados es reclamar al Gobierno garantías
sobre la continuidad de los planes de empleo en el 2002. Ocurre que en
las próximas semanas vence una gran cantidad de programas, pero
la gente todavía no sabe si serán o no renovados. A medida
que se acerca el fin de año, en realidad, para los desocupados
el panorama se va poniendo negro.
No se trata solamente de la continuidad de los planes a partir de enero:
en el Ministerio de Trabajo anticiparon que podría haber problemas
para pagar los planes de noviembre y diciembre. Y está además
la cuestión de los alimentos.
Se demoró el desembolso de tres millones de dólares
de un crédito internacional y eso nos está provocando serios
problemas, dijo a Página/12 un vocero del ministro José
Dumón. En cuanto a asegurar el futuro de los planes, hay negociaciones
en marcha, pero todavía no están garantizados los fondos
para mantener la misma cantidad que en el 2001.
Los planes de trabajo tienen básicamente dos fuentes de financiamiento:
el Fondo Nacional de Empleo y el Banco Mundial. Hasta el viernes solamente
se contaba con unos 120 millones de pesos provenientes del Tesoro nacional;
la cifra está muy por debajo de los 200 millones que la administración
nacional gastó este año. Una de las apuestas es conseguir
un apoyo extra del Banco Mundial, pero el tema todavía no fue cerrado.
Aun en el caso de conseguir esas partidas habrá que ver si Economía
habilita su utilización y el Congreso lo aprueba al tratar el Presupuesto.
La pelea, como se ve, tiene dos aspectos: lo primero es conseguir los
fondos, pero también hay de por medio la decisión política
de gastar en los desocupados.
Aunque la fuerza y la extensión de la protesta que hoy se pone
en marcha se verá con nitidez sólo con el correr de los
días, los piqueteros anticiparon algunos de los puntos donde habrá
cortes, como Florencio Varela, Esteban Echeverría, Avellaneda,
Quilmes, San Martín, La Plata, Jujuy, Mar del Plata, Córdoba,
Entre Ríos y Tucumán.
Hay un núcleo de reclamos comunes: la continuidad de los planes,
la derogación del ajuste, la libertad de Emilio Alí y Raúl
Castells. Al mismo tiempo, los pedidos muestran matices de acuerdo a la
característica de cada zona.
u En La Matanza, por ejemplo, está en juego además la asistencia
alimentaria. El distrito tiene 106 mil jefes de familia desocupados; en
mayo pasado, después de un reclamo en el que los piqueteros permanecieron
17 días en la ruta, el Gobierno nacional y el bonaerense mandaron
20 mil planes de empleo. También se firmó un compromiso
para el envío de comida a los barrios más carenciados. Los
matanceros consiguieron renovar ese acuerdo por la asistencia alimentaria
sólo hasta diciembre. El 31 también vence el paquete más
grueso sus programas de empleo.
u En provincias como Jujuy los cortes ya están instalados desde
la semana pasada. En este caso se trata de siete piquetes con los que
se reclama al gobierno local por el atraso en los pagos.
u En dos puntos del conurbano (Florencio Varela y La Matanza) los piquetes
mantendrán guardias nocturnas, es decir que los manifestantes van
a instalarse desde temprano con sus carpas al costado de la ruta. En otros
lugares del interior es más probable que la protesta se suspenda
durante la noche para reinstalarse cada mañana.
En los cortes de ruta sólo se dejará pasar a ambulancias,
bomberos y a los colectivos en los horarios en que el grueso de la gente
viaja a trabajar.
La protesta por tiempo indeterminado fue convocada por todas las organizaciones
que integran la Asamblea Nacional de Desocupados: la Federación
de Tierra y Vivienda que preside Luis DElía, los desempleados
de la Corriente Clasista y Combativa encabezados por Juan Carlos Alderete,
el Polo Obrero (ligado al partido ídem), los Movimientos Teresa
Rodríguez, Aníbal Verón, Teresa Vive (ligado a Izquierda
Unida) y Tierra y Liberación (vinculado al Partido Comunista).
Los dirigentes de los desocupados esperaban ser recibidos, la semana pasada,
por el nuevo ministro de Trabajo, para discutir sobre el futuro de los
planes. La reunión fue cancelada a último momento sin mayores
explicaciones y todavía no hay fecha para una nueva cita. En la
semana que empieza, los piqueteros harán también especial
hincapié en la situación de Emilio Alí, preso por
encabezar un pedido de comida a un supermercado.
Los abogados de Alí apelaron la sentencia ante el tribunal de Casación
Penal de la provincia y esperan ahora una resolución sobre el punto.
También se ha pedido que se otorgue a Alí, que debe cumplir
un condena de cinco años y medio, el beneficio de la prisión
domiciliaria, pero hasta ahora ese traslado no le fue concedido.
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