La
Alianza del Norte y sus patrocinadores, Estados Unidos y Gran Bretaña,
están ansiosos por cantarle piedra libre a Osama bin
Laden. Y ayer, de hecho, ya comenzaron a hacerlo. Según mis
informaciones, Bin Laden se halla en Maruf, unos 130 kilómetros
de Kandahar, cerca de la frontera con Pakistán, dijo ayer
el ministro del Interior de la Alianza del Norte, Yunis Qanuni. Los talibanes
(lo que queda de ellos) dieron versiones contradictorias sobre el paradero
del hombre más buscado, pero confirmaron la muerte del número
tres de la organización Al-Qaeda, Mohamed Atef, ocurrida el miércoles
en un bombardeo norteamericano cerca de Kabul. La Alianza del Norte también
dijo ayer que la resistencia talibana en Kunduz (norte) y Kandahar (sur)
ya estaría terminando: en un caso, los talibanes ya hicieron una
oferta de rendición, y en el de Kandahar, los comandantes talibanes
de la ciudad habrían acordado rendirse a cambio de participar en
un gobierno de reconciliación nacional. Esto, sin embargo, es algo
altamente improbable, ya que EE.UU. ha descartado cualquier futuro gobierno
con presencia talibana.
En algunas regiones todavía existen bolsones de resistencia talibana.
Es el caso de Jalalabad, capital de la provincia de Nangahar, al este
de Kabul. El nuevo gobernador de la región, Haji Abdul Qadir, hermano
de Abdul Haq (ex agente afgano asesinado por los talibanes cuando intentaba
organizar una rebelión interna del régimen), dijo ayer que
más de 1500 combatientes árabes, leales a Bin Laden, están
resistiendo en las Montañas Blancas que rodean la ciudad, y que
sus propios mujaidines necesitarán la ayuda de Estados Unidos y
Gran Bretaña, ya que la artillería disponible de la Alianza
del Norte en la región no es muy buena. En Jalalabad
habría dos campos de entrenamiento terroristas de Al-Qaeda, alcanzados
por las bombas norteamericanas y británicas. La situación
es distinta en Kunduz, una isla talibana en medio de un norte fuertemente
controlado por la Alianza. Según comandantes antitalibanes, la
resistencia al asedio no durará mucho, ya que los talibanes hicieron
una oferta de rendición bajo dos condiciones: que haya garantías
de seguridad para los combatientes extranjeros de la ciudad
y que la capitulación se hiciera bajo el control de la ONU.
Pero la ciudad seguía ayer bajo recios bombardeos norteamericanos.
Pero el punto más importante es Kandahar, bastión talibán,
hogar (o ex hogar) del líder talibán, el mullah Mohammad
Omar, quien llamó a resistir allí hasta el final. Según
Hamid Karzai, líder pashtún (etnia mayoritaria en Afganistán
y entre los talibanes), ex vicecanciller afgano, dijo que los talibanes
de Kandahar, incluidos oficiales de alto rango, están en contacto
con nosotros. Pero habría fuertes divisiones entre los rangos
(ver pág. 17). Según la agencia Prensa Islámica Afgana
(AIP), los bombardeos de ayer en Kandahar para minar las defensas talibanas
fueron particularmente fuertes, parecidos a los que Estados Unidos y Gran
Bretaña lanzaba en los tiempos de los bombardeos masivos, hace
apenas dos semanas.
La versión de Qanuni de que Bin Laden estaría cerca de allí,
en Maruf, donde tiene campos de entrenamiento y refugios subterráneos,
coincide con lo publicado ayer por los diarios británicos The Sunday
Times y The Sunday Telegraph, que citaron a fuentes próximas al
ministerio de Defensa británico diciendo que las fuerzas especiales
norteamericanas tendrían cercado a Bin Laden en una zona de unos
80 kilómetros cuadrados cerca de Kandahar. La captura es
una cuestión de días, dijeron estas fuentes. En Islamabad,
el embajador talibán en Pakistán, Abdul Salam
Zaeef dijo que Bin Laden no se halla en una región bajo nuestro
control y sugirió que se había ido del país.
Pero después, en la ciudad paquistaní de Quetta, dijo que
Bin Laden es nuestro huésped y lo protegeremos hasta el final.
El portavoz el mullah Omar, Mohammad Tayeb Agha, dijo desconocer el paradero
del millonario saudita.
Estados Unidos y Gran Bretaña, a esta altura, no tienen dudas de
que Bin Laden permanece en Afganistán. Pienso que sigue allí
y que cada vez le es más difícil esconderse, a medida que
aumenta el territorio arrebatado alos talibanes, declaró
ayer el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, a la cadena
televisiva Fox. Algunas informaciones sugieren que su libertad de
movimientos es muy reducida, y no creo que haya un país en la región
que esté dispuesto a acogerle si llegase a su territorio.
Bin Laden está en Afganistán y no podrá escapar
indefinidamente a la justicia, señaló un portavoz
del premier británico Tony Blair.
Sin embargo, Bin Laden tendría formas extrañas para escapar.
Según publicó ayer Los Angeles Times, el millonario saudita
construyó una especie de fuerza aérea para apoyar sus actividades
terroristas, beneficiándose de la aerolínea nacional afgana
Ariana, vuelos clandestinos charter e incluso de un avión de la
Fuerza Aérea estadounidense que estaba en desuso. Ariana
Airlines se convirtió en un punto clave en la infraestructura de
Al-Qaeda. La red utilizaba Ariana para mover todo lo que fuera útil:
dinero, personal y material, dijo un funcionario del Consejo de
Seguridad Nacional norteamericano, citado por el diario.
Claves
-
Osama bin Laden, el sospechoso número uno de los atentados
del 11 de setiembre, estaría acorralado en una pequeña
ciudad afgana a 50 kilómetros de la frontera paquistaní.
Las fuerzas especiales norteamericanas estarían cercándolo
en un área de 80 kilómetros.
- En la ciudad madre talibana de Kandahar en el sur, hay
furiosas discusiones entre los talibanes sobre si seguir la guerra
o negociar una fuga (pág. 17), y se mantiene una tregua después
de un ultimátum antitalibán que vence hoy. Kunduz, el
otro foco talibán que resiste, en el norte del país,
está siendo arrasado por bombardeos norteamericanos y hay signos
de actividad talibana en las montañas cerca de Jalalabad, también
en el norte.
- Fuerzas militares de varios países siguen convergiendo sobre
Afganistán. |
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