OPINION
La
invasión �humanitaria�
Por
Claudio Uriarte
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Quiere
usted convertirse en un intérprete de primera línea
de lo que se viene en el Afganistán postalibán a partir
de ahora? Entonces lea detenidamente todo lo que en los diarios aparezca
bajo títulos relacionados a la ayuda humanitaria,
especialmente a la que venga de EE.UU. y sus aliados. Porque esa ayuda
humanitaria, por más que disponga del convincente y realista
taparrabos de que efectivamente también lo sea, constituye
en realidad el tendido de los puentes logísticos de una operación
de intervención militar en gran escala. Muerto el perro talibán,
no se acabó la rabia integrista, y EE.UU. y sus asociados no
van a cometer otra vez el error de creer que un país tan inestable
y centrífugo como Afganistán se estabilizará
y corregirá políticamente por el mero reemplazo en el
poder de quienes creen que el largo de la barba masculina debe medir
17 centímetros por los más simpáticos y pluralistas
que admiten de buen grado que puede medir sólo 3.
Bajo el pretexto de la ayuda humanitaria, unidades tan
poco preparadas para ese fin como 100 tropas especiales de las SAS
y SBS británicas tomaron el aeropuerto de Bagram en el norte
del país, ante la impotente protesta de los líderes
de la Alianza del Norte antitalibana de que no necesitaban ninguna
ayuda humanitaria. Bajo ese mismo pretexto, EE.UU. está
mandando millones de toneladas de trigo y una cantidad importante
de personal de ayuda... bajo la asistencia de la OTAN, Francia, Gran
Bretaña y sugestivamente Jordania. La gente
se está muriendo clamó piadosamente Bear McConnell,
director de US AID para el Asia Central. Y los desnutridos se
enferman muy rápidamente cuando tienen frío, como en
el invierno que se viene. Qué hombre tan sensible, ¿no?
Con motivos similarmente humanitarios, EE.UU. está enviando
fuerzas de mantenimiento de la paz. Todos sabemos que
Afganistán es un país profundamente dividido por odios
y resentimientos tribales, y nadie quiere que la carnicería
empiece de nuevo. Pero eso sí: EE.UU. que está
demasiado involucrado en el combate contra los talibanes y Osama bin
Laden no integrará la operación en
las palabras del secretario de Defensa Donald Rumsfeld sino
una coalición encabezada por Turquía -musulmana, moderada
e integrante de la OTAN y otros países musulmanes similarmente
amenazados por insurgencias fundamentalistas como Bangladesh, Indonesia
y Malasia. ¿Su probable destino en la partición afgana
que se viene? Apuéstele al sur pashtún, de donde son
originarios los talibanes. |
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