El
presidente Fernando de la Rúa sabe que la toma de decisiones es
su talón de Aquiles. No es algo que le salga con naturalidad y,
para peor, el estado de crisis permanente lo obliga a definiciones importantes
casi todas las semanas, lo que termina por ponerlo nervioso. Ayer, para
no quedar como indeciso, el Presidente optó por negar que esté
por hacer una nueva modificación de gabinete como consecuencia
de la renuncia de Patricia Bullrich. Por favor, no inventen programas
de acción que no tengo previsto realizar. No está previsto.
El gabinete está conformado, aseguró. Sin embargo,
son sus propios funcionarios los que hablan de cambios y reducción
de ministerios.
Ya se había enojado durante el viaje a Alemania y Portugal cuando
se lo preguntaron en una rueda de prensa. Es que el Presidente nunca termina
de cerrar su elenco de ministros cuando los designa, alguno le renuncia
y el tema parece inquietarlo aún más que las imparables
escaladas del riesgo país. En lo único que avanzó
ayer el Presidente fue en reclamarle unidad de criterio a sus funcionarios.
Cada uno en su responsabilidad, en su área, y sin crear problemas
ni confusiones hacia afuera. Si estoy reclamando al país unidad,
es lógico que pida también unidad de acción a mi
gobierno, recomendó, no quedó en claro a quién.
Pero en lo referente al posible reemplazante de Bullrich y a la puesta
en marcha de su plan social no quiso decir absolutamente nada. El domingo,
De la Rúa estuvo en Olivos con el ministro de Trabajo e interinamente
a cargo de Seguridad Social, José Dumón, pero el contenido
de la charla se mantuvo bajo silencio de radio. La idea de Dumón
es reducir ministerios, eliminando Seguridad Social al unificarlo a Desarrollo
Social y Salud. En tanto, quiere mantener Trabajo tal como lo tenía
Bullrich hasta hace unos meses, incluyendo los planes de empleo. El jefe
de Gabinete, Chrystian Colombo, está de acuerdo en diseñar
un gabinete más reducido aunque prefiere que el Ministerio sea
Seguridad social y que Desarrollo social y Salud sean sus Secretarías.
La difusión de esta idea no causó mucha gracia en el entorno
del Presidente. Ocurre que hay otro sector de la Rosada que entiende que,
a esta altura, lo mejor que puede hacer De la Rúa es dejar las
cosas como están, sin grandes modificaciones. Supongo que
el Presidente nombrará un reemplazante de Bullrich y le dirá
que siga en marcha con la idea de la Agencia para el año que viene,
respondía anoche un vocero.
En tanto, cerca del ministro de Desarrollo Social, Daniel Sartor, sostenían
que el Presidente les había asegurado la contuinidad de la cartera.
Sartor viene exhibiendo con cierto orgullo la drástica reducción
de personal contratado que está realizando en su cartera. Ayer
comenzó a notificar 300 rescisiones de contrato. En Desarrollo
Social también destacaban que habían recibido nuevas partidas
presupuestarias para atender a los afectados por las inundaciones.
Nadie puede garantizarlo, pero se suponía que en la reunión
de gabinete de hoy, se hablaría del futuro inmediato de los planes
sociales. Aunque sea si la idea de un plan asistencial único de
Bullrich debía seguir adelante tal vez conducido en el futuro
por Ramón Mestre aunque los fondos ya sufrieron una poda.
Para avalar esta teoría, en la Rosada contaban que el proyecto
de presupuesto que Cavallo llevó a Canadá incluía
este plan que repartirá 30 pesos por hijo a desocupados y sectores
de bajos ingresos.
|