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Seis supremos preparan la pluma para darle un alegrón a Menem

Hoy será un día de fiesta para Carlos Menem y Emir Yoma. A menos que algo inesperado altere los planes, seis de los nueve ministros de la Corte Suprema dirán que no está probado que haya existido asociación ilícita en la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia y les abrirá la puerta para que recuperen la libertad en los próximos días. En el máximo tribunal reina la idea de que los jueces que intervinieron en instancias previas dictaron la prisión preventiva del ex presidente y su ex asesor con muy poca cautela, condicionados por los medios.
Menem ya celebraba ayer en la quinta de Don Torcuato porque quedó firme su “falta de mérito” en la causa por contrabando a cargo del juez Julio Speroni (ver nota central) y porque está todo dado para que abandone la reclusión antes de fin de mes. La resolución de sus eternos fieles de la Corte alude al recurso extraordinario presentado por Yoma, cuyo procesamiento por asociación ilícita había sido confirmado por la Sala II de la Cámara Federal, pero favorecerá indefectiblemente a Menem. Después de que el alto tribunal resuelva, la Sala I de la Cámara deberá emitir un nuevo fallo sobre Emir. Por su lado, los abogados de Menem, Oscar Roger y Oscar Salvi, tienen listo un pedido de excarcelación que llevarán al juez Jorge Urso.
Hace algo más de quince días ya había comenzado a circular entre los supremos un proyecto de la secretaría penal que sostenía que la asociación ilícita, tal como la describe el Código Penal no estaba probada, en el sentido de que no había nada que acreditara la existencia de un acuerdo previo entre sus supuestos integrantes para cometer delitos. Esta propuesta tuvo, en un principio, el aval de los cuatro ministros que históricamente apoyaron al menemismo (Julio Nazareno, Eduardo Moliné O’Connor, Guillermo López y Adolfo Vázquez). Entretanto, Augusto Belluscio y Antonio Boggiano elaboraban votos propios, aunque en el mismo sentido.
La demora en la confección del proyecto de Belluscio, que la semana pasada pidió más tiempo, postergó la votación hasta hoy. Ahora incluso todo indica que su proyecto podría llevarse la mayor cantidad de firmas adhiriendo. En esencia, de acuerdo a un borrador suyo que circuló hasta el fin de semana, no sólo señalaría la falta de pruebas de asociación ilícita en la instrucción de la causa sino que pondría en duda la interpretación de que hicieron Urso y la Sala II de la Cámara Federal de los otros delitos en juego. Por ejemplo, diría que la firma de decretos (en este caso los que habilitaron la venta de armamento consignando destinos falsos) nunca puede constituir falsedad ideológica por ser actos de gobierno.
Pero la crítica de Belluscio a los tribunales inferiores llegaría aún más lejos: sostiene que sus resoluciones estuvieron orientadas a querer conformar a los medios de comunicación pero no respondieron a un sesudo análisis del Derecho. Este concepto podría llegar a quedar sentado en el voto mayoritario, porque lo cierto es que casi todos los ministros lo comparten. Incluso Carlos Fayt, que integrará la minoría contraria a Menem y Yoma, ya había planteado en un voto propio que los jueces deberían ser más cautos a la hora de dictar prisiones preventivas. Los otros dos jueces en posición minoritaria, Gustavo Bossert y Enrique Petracchi, sostienen que antes que la Corte debe intervenir la Cámara de Casación Penal.
En base a ese argumento de que Urso y la Cámara hicieron un show, más que un análisis riguroso, buena parte de los supremos se quejan por ser ellos los que ahora tienen que pagar el “costo político” de un fallo tan menemista como adecuado a las necesidades del Gobierno actual. Pero en el fondo saben que no es sólo eso, sino que hacen tambalear una de las pocas figuras que llevaron a la cárcel a funcionarios acusados de corrupción.

 

 

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