Por
Carlos Rodríguez
La
sesión de ayer del juicio por la muerte del cantante Rodrigo Bueno
derivó en un novelón judicial que postergó para el
jueves el comienzo de los alegatos de las partes. Los problemas comenzaron
cuando la fiscal María Cristina Díaz anunció su decisión
de calificar el hecho como homicidio simple por dolo eventual.
Eso significa que podría llegar a solicitar para el imputado Alfredo
Pesquera una pena de hasta 25 años de cárcel, mucho más
dura que el máximo de cinco que permite la actual carátula
de homicidio culposo. El Código bonaerense permite
a los fiscales tomar decisiones de este tipo, como ya había anunciado
al comienzo de la audiencia la propia doctora Díaz. Sin embargo,
Fernando Burlando, defensor de Pesquera, planteó la nulidad del
pedido, al tribunal se le chamuscaron los papeles y se armó una
polémica evitable, hasta que a la doctora Díaz le subió
la presión y le recomendaron 48 horas de reposo. Ahora todo se
postergó hasta el jueves.
Después de que la fiscal expusiera, pasadas las 9.30, su decisión
de cambiar la calificación del hecho, Burlando afirmó dirigiéndose
al tribunal que si se accedía al planteo todo el juicio se
caería por nulo dado que Pesquera, según su interpretación,
no tuvo derecho a defenderse de la acusación de homicidio
simple. Con la habilidad que lo caracteriza a la hora de jugar en
cancha embarrada, Burlando le requirió a la fiscal que le precisara
en qué artículo del Código Procesal figura
su derecho a modificar la calificación de la causa. La doctora
Díaz patinó, cayó en la trampa y empezó a
revisar sus papeles, hasta que reaccionó y dijo: No hay un
artículo determinado... el sistema acusatorio está basado
en que la acción la tiene el fiscal...
El presidente del tribunal, Ariel González Eliçabe, terció
en la discusión para desestimar el pedido de la fiscal, pero no
porque fuera imposible de formular sino porque careció de una
formulación clara, precisa, circunstanciada y especificada de los
hechos y circunstancias agravantes. Así las cosas, la fiscal
retrucó con una destemplada recusación al tribunal para
que se aparte del caso. González Eliçabe salió del
trance rechazando la recusación fiscal y el pedido de nulidad de
la defensa, en este caso por considerarlo abstracto, ya que
hasta ahora los jueces no modificaron la calificación del hecho.
Mientras la fiscal, muy nerviosa, solicitaba un nuevo cuarto intermedio
el tercero de la agitada jornada, el imputado Pesquera se
tapaba la boca con la mano, en un gesto que lo emparentaba con Patán,
el recordado personaje del dibujo animado. Cerca de las 15, cuando se
esperaba el comienzo del alegato fiscal, el juez González Eliçabe
anunció que la doctora Díaz debió ausentarse
ya que sufrió un pico de hipertensión arterial. El
debate se reanudará el jueves, a las 9.30. Antes del cierre, el
abogado Miguel Arce Aggeo, representante de la madre de Rodrigo, quiso
saber cuál sería la calificación del hecho que se
le adjudica a Pesquera. Eso se sabrá al momento de dictar
sentencia, aclaró González Eliçabe.
La polémica siguió fuera de la sala de audiencia y surgieron
notorias diferencias entre los abogados querellantes. Gregorio Dalbón,
representante del productor Jorge Moreno, herido en el accidente donde
murieron Rodrigo y Fernando Olmedo, anticipó que pedirá
13 años de prisión para Pesquera, lo que supone
que está a favor de la figura de homicidio simple por dolo eventual.
Roberto Damboriana, letrado que representa los intereses del hijo de Rodrigo,
se inclinó en cambio por la actual carátula de homicidio
culposo. Consultado por este diario, hizo un comentario irónico:
Si Pesquera es un killer, la única película que podríamos
hacer con él es Tonto y Retonto. Consideró
que es suficiente con condenarlo por homicidio culposo. Consultado
sobre la inusual polémica, dijo que le pareció una
total pérdida de tiempo. Lo mismo expresó José
Luis Ferrari, el otro representante de la mamá de Rodrigo.
|