Este paro es por la actitud
del Gobierno de eliminar el Incentivo Docente, que es soberbia, antipueblo
y antieducación pública. Pero los legisladores deben cumplir
su deber y hacer que el Ejecutivo cumpla con el pago del Fondo,
dijo la secretaria general de Ctera, Marta Maffei. De esta manera, la
gremialista justificó la nueva huelga docente prevista para hoy,
en rechazo a la decisión oficial de sacar el Incentivo, y en protesta
por las cuatro cuotas de ese beneficio que todavía no cobraron.
Por otro lado, Maffei ratificó que reinstalarán la Carpa
Blanca, pero por sorpresa para evitar que las autoridades
coloquen vallados. Mientras tanto, el ministro de Educación, Andrés
Delich, se llamó a silencio.
Los docentes vuelven a hacer hoy una medida de fuerza, ante las cuotas
adeudadas del Fonid y la incertidumbre sobre esa ayuda para el año
próximo. Cuando eliminaron el famoso impuesto automotor,
ampliaron el IVA y aumentaron Ganancias e impuestos internos, así
que de esos fondos tiene que salir la plata para pagar el Incentivo,
aseguró Maffei a Página/12.
La medida de fuerza convocada por Ctera también será avalada
por los universitarios de Conadu, el Sindicato Argentino de Docentes Privados
(Sadop), por la Asociación del Magisterio de la Enseñanza
Técnica (AMET), y la Federación de Educadores Bonaerenses
(FEB). Los docentes abrirán la jornada de lucha con una marcha,
a las 11, que partirá de Congreso hacia el Ministerio de Economía
nacional, previo paso por la Casa de la Provincia de Buenos Aires.
Que el incentivo docente era uno de los blancos que tenía
en la mira Economía era un secreto a voces. Pero anteayer el flamante
secretario de Política Económica, Guillermo Mondino, confesó
que el Fondo expira a fin de año. Era un fondo
que nació desde un comienzo con una partida de financiamiento que
nunca recaudó lo que suponía, indicó el funcionario.
En rigor de verdad, la Ley que estableció el incentivo determina
que ese beneficio rige durante cinco años, y, como el Fonid entró
en vigencia en 1999, cesaría a fines de 2003. El Gobierno
actual dispuso que pagaba el Fondo por dos años, hasta que se rediscutiera
una nueva coparticipación. Pero lo único que hicieron fue
rebajarle las partidas a las provincias. Así que al menos hasta
el 2003 el Gobierno tiene que encontrar la manera de pagarnos, advirtió
Maffei.
Desde el Ministerio de Educación, consideraron que la última
palabra la tiene el Congreso. Por lo pronto, habría
una cláusula en el Presupuesto que reconozca la deuda que tenemos
con los docentes por el Fonid, y estamos buscando algún mecanismo
alternativo de financiamiento para poder seguir con esa ayuda, dijeron
en el Palacio Sarmiento. Los legisladores deberán decidir
qué se hace con el incentivo, agregaron.
Maffei también puso en el centro de la escena a diputados y senadores.
Que no se escuden más en la figura de Cavallo, porque el
Déficit Cero, los ajustes y los superpoderes salieron por leyes.
A nosotros nos dicen que van a defender el incentivo, pero vamos a ver
qué hacen a la hora de votar el Presupuesto, señaló
la sindicalista.
La decisión de la administración delarruista de eliminar
el incentivo del Presupuesto 2002 no sólo generó el rechazo
de los maestros. El secretario de Educación porteño, Daniel
Filmus, expresó que la eliminación del incentivo salarial
significaría un duro golpe para los ingresos de los docentes, especialmente
para los que ganan menos, ya que representa cerca del 20 por ciento de
su salario. Es posible discutir cómo se distribuyen
los fondos, pero de ninguna manera eliminarlos, agregó, y
propuso que los recursos del incentivo podrían concentrarse
en mayor proporción en los docentes con pisos salariales más
bajos.
En cuanto a la Carpa Blanca, Maffei confirmó que la volverán
a instalar, aunque no quiso dar detalles. Ya hubo dificultades con
la instalación de la Carpa una vez hecho el anuncio, como plazas
cercadas, por eso ahora no diremos nada, y lo haremos de manera sorpresiva,
dijo la gremialista.
Informe: Alejandro Cánepa.
EL
GOBIERNO ELIGIO COMO BLANCO A LOS SINDICALISTAS
Todos contra el camionero
En los momentos difíciles,
nada mejor que una salida fácil. Ayer el Gobierno volvió
a elegir como blanco al líder de la CGT rebelde, el camionero Hugo
Moyano, quien en la protesta que organizó el martes llamó
a la desobediencia civil para detener las nuevas medidas económicas.
A través del vocero Juan Pablo Baylac, el Gobierno salió
a replicarle, sabiendo que, dada la baja imagen de los sindicalistas,
todo es ganancia.
Habría que decir que Moyano prácticamente se ofreció
para que le peguen. Primero, fue el único que siguió adelante
con la protesta pese a que los sindicalistas gordos se echaron
atrás, sobre todo como consecuencia de que Patricia Bullrich se
fue del Ejecutivo. Moyano congregó poca gente en una de las esquinas
de Plaza de Mayo. No obstante, cerca del escenario desplegaron un cartel
con la cara de Osama bin Laden y le puso el moño en su discurso
cuando convocó a la desobediencia civil.
Cuando un dirigente sindical desde su faz discursiva expresa que
va a promover y organizar la desobediencia civil, está cometiendo
el delito de sedición y la promoción de la anarquía,
sostuvo Baylac en declaraciones radiales. También calificó
de una notable irresponsabilidad que Moyano hubiera permitido
que se desplegara una bandera de Bin Laden.
A partir de la llegada de José Dumón al Ministerio de Trabajo,
el Ejecutivo abrió una línea dialoguista con los gordos.
Con la actitud que mantuvo esta semana, Moyano parece querer separarse
de los sectores acuerdistas y buscar la confrontación directa con
la Rosada. En la Rosada no rehuyeron a la pelea porque entienden que pelearse
con los gremialistas que tienen muy mala imagen entre la gente les significa
rédito político. Esa línea de pensamiento supo elaborarla
el hijo del Presidente, Antonio de la Rúa, y una amiga suya, Bullrich,
la llevó al extremo de convertirla en su principal bandera de gestión
durante su paso por Trabajo. Ayer, el jefe de la otra CGT, Rodolfo Daer,
mostró sus diferencias de criterios con la posición
de Moyano.
Dumón dijo ayer que Moyano cuestiona el funcionamiento institucional.
Esa película ya la vimos con horror muchas veces los argentinos.
Tenemos una larga y dolorosa experiencia y por ello no podemos cometer
errores del pasado, agregó el ministro, sumado a los que
salieron a pegarle a Moyano. Aunque luego Baylac explicó que la
actitud más apaciguada que mostró ayer el camionero un poco
lo redimía, pese a que no borraba lo irresponsable del día
anterior. Esta circunstancia es la que promueve la preocupación
del Gobierno y de la conciencia democrática que los argentinos
tenemos y la responsabilidad por nuestra democracia, consideró
el vocero.
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