El hombre iba al banco, como
cualquier otro día. Pero no bien llegó a la puerta, fue
sorprendido por ladrones que lo tomaron como rehén. Ocurrió
al mediodía de ayer en la sucursal Belgrano del HSBC, donde además
otro cliente resultó herido de bala. Los ladrones finalmente escaparon
con el rehén, y sin llevarse un peso, porque había sonado
la alarma del banco. El sorprendido cliente fue abandonado sano y salvo
a las pocas cuadras.
Cerca de las 12 ingresaron tres hombres, que se hicieron pasar por clientes,
a la sucursal de Cabildo 2453. Una vez adentro, sacaron sus armas y amenazaron
a los empleados y el resto de la gente que estaba en el lugar. Entonces,
efectuaron un disparo intimidatorio que impactó en uno de los clientes
del banco.
El custodio que estaba en la casilla de seguridad de la entidad encendió
la alarma inalámbrica, por lo que los ladrones decidieron escapar
sin haber robado nada. Cuando salieron, se toparon en la puerta con un
hombre que ingresaba al banco, al que tomaron como rehén para cubrir
su huida, según informaron fuentes policiales.
Los asaltantes se fugaron en un auto Volskwagen Polo gris con el cliente
en su interior. El policía que se encontraba realizando tareas
de vigilancia en la zona se puso delante del vehículo pero
no disparó para evitar perjudicar al rehén, explicaron
voceros de la policía.
Los delincuentes dispararon contra el agente y otros policías que
habían llegado en apoyo. Así pudieron escapar por la avenida
Cabildo en dirección hacia el norte. Liberaron al rehén
unos minutos más tarde en la calle Vilela al 3300. El hombre salió
ileso y tomó un remise para regresar al banco.
Los ladrones abandonaron también el Polo y robaron un Fiat Uno
para continuar con su fuga. En el interior del vehículo abandonado
se encontró una pistola calibre nueve milímetros.
En tanto, el cliente herido fue llevado en una ambulancia del SAME hasta
el hospital Pirovano, donde se le realizaron los primeros estudios. Fue
trasladado después a un centro asistencial de su obra social. Según
fuentes del hospital, el hombre de aproximadamente 50 años
recibió un disparo que impactó en su omóplato, y
la bala todavía se encontraba alojada en el cuerpo.
La policía implementó un operativo rastrillo en la zona
en busca de los delincuentes, pero aún no se logró dar con
ellos. La causa fue caratulada como tentativa de robo, ya
que finalmente los delincuentes no alcanzaron a llevarse nada.
UN
INSOLITO ASALTO EN UN GIMNASIO DE CABALLITO
Nos roban la puerta, María
Nos robaron la puerta,
María, le dijo todavía sorprendido Pablo Montaña,
dueño del gimnasio Eros, a su tía y socia, luego de presenciar
atónito cómo los ladrones huían colgados de la camioneta
en la que habían montado la puerta de entrada del local. El insólito
asalto sucedió el martes al mediodía en la esquina de Thorne
y avenida Directorio, en Caballito, cuando al menos tres hombres se llevaron
una puerta de bronce de un petit hotel convertido en gimnasio, ante la
pasividad de los testigos, que creyeron que se trataba de obreros trabajando.
Dispuesto a volver al trabajo, Montaña abandonó el restaurante
ubicado al lado del gimnasio, ubicado en el petit hotel de Thorne 493
que alquila con su tía, María del Carmen Genovese, y caminó
los pocos metros que lo separaban de su local. Pero al levantar la vista,
una magra sorpresa le cortó la digestión: la puerta del
gimnasio no estaba en su lugar sino que había sido cargada a una
camioneta que se encontraba frente a la entrada. Apenas lo vieron, los
asaltantes dieron grito de huida y, colgados de ambas puertas, escaparon
con luz roja por Directorio.
Se trata de una puerta de estilo de dos hojas, con un
herraje importante de bronce, contó Genovese, que calculó
su costo en alrededor de 2500 pesos. Genovese agregó
que el portero de un edificio de la cuadra los vio, pero dijo que
como parecían obreros y se movían con tranquilidad, nunca
se imaginó que se trataba de un robo. Además, la camioneta
la pusieron enfrente sólo al momento de cargar la puerta.
La mujer se enteró del asalto recién cuando su socio le
avisó, ya que como para entrar al gimnasio hay que subir
una escaleras, desde ahí no escuchamos nada.
Finalmente, como en la comisaría 12ª de Caballito se negaron
a prestar custodia durante la noche por falta de personal,
los dueños quedaron de guardia nocturna acompañados por
dos perros.
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