
INADVERTIDO
Recién
cuando se sentó en el café del shopping le confió
a uno de sus compañeros de mesa lo que había observado.
Al salir del juzgado y antes de llegar a su casa, un Peugeot celeste lo
siguió con poco disimulo. Cuando volvió a salir de su domicilio,
un Volkswagen bordó había relevado al Peugeot y tampoco
hacía ningún esfuerzo para pasar inadvertido. El relato
tampoco pasó inadvertido. El que lo contó no era otro que
el juez Jorge Urso.
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