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DELICH DIJO QUE NO TOMARA “TRAGICAMENTE” EL RETORNO DE LA CARPA
“Este es un gobierno entregado”

La Ctera, los privados del Sadop, los universitarios de Conadu y los técnicos de AMET realizaron ayer un paro y una marcha desde el Congreso hasta Economía. El reclamo: cobrar el incentivo docente. Marta Maffei criticó a todos.

Por Nora Veiras

“El gobierno nacional es el responsable de crear una inmensa incertidumbre, ya que nadie sabe si cobrará el aguinaldo, ni el incentivo, ni los salarios adeudados. Es lamentable tener un gobierno entregado, que se postra de rodillas ante el FMI y Estados Unidos.” “Basta de escudarse en (Domingo) Cavallo y esconderse detrás de (Fernando) de la Rúa. Queremos saber qué va a votar (Rodolfo) Terragno, qué va a votar (Eduardo) Duhalde. Queremos saber qué van a votar los que un mes atrás cruzaban la calle y decían: ‘No al ajuste’”. El discurso de la titular de la Federación de Trabajadores de la Educación (Ctera), Marta Maffei, fue el broche del paro y la movilización docente provocados por el atraso en el pago de cuatro cuotas del incentivo salarial y por el anuncio de no inclusión de ese plus en el presupuesto 2002. El retorno sorpresivo de la Carpa Blanca fue también ratificada frente al Ministerio de Economía.
El ministro de Educación, Andrés Delich, rompió ayer el silencio en el que se había refugiado en los últimos días cuando desde Economía anunciaron la supresión de la partida de 660 millones de pesos del Fondo de Incentivo Docente (Fonid). En declaraciones a Radio Continental admitió la deuda con los docentes y aseguró: “yo lo que puedo garantizar es que la deuda del fondo de incentivo que sostenemos este año, va a ser incluida en el presupuesto del 2002. Vamos a buscar la forma de pagarles en una situación fiscal muy complicada que tiene la Argentina”. Delich remarcó que el regreso de la Carpa Blanca no lo toma “trágicamente” porque “es una expresión democrática de protesta. Lo que nosotros debemos vivir con dramatismo en todo caso es cuando hay huelgas y cuando se pierden días de clase porque ahí estamos perjudicando a los chicos”.
El crescendo del conflicto docente era evitable con el cumplimiento por parte del gobierno nacional del pago del incentivo y por parte de los gobiernos provinciales del pago en término del salario. Dos compromisos de mínima que arrastró en el camino el alud del déficit cero. El atraso en el pago de cuatro cuotas del incentivo más dos que se van a acumular en el mes de diciembre, dicen en algunos despachos oficiales, que se va a incorporar en el presupuesto 2002. ¿Por qué? Porque esa es la forma de eliminar los 330 millones –la mitad de la partida del Fonid– de las cuentas de este año que le tienen que presentar a la misión del Fondo Monetario Internacional. En buen romance, un tradicional dibujo de contador para que las cuentas aparentemente cierren. En el camino quedan los días de clase perdidos porque el gobierno no cumplió con los compromisos asumidos.
Más allá del cortoplacismo de ese artilugio, Maffei explicó a Página/12 que “la Ley de Incentivo Docente tiene vigencia hasta el 31 de diciembre del 2003 es decir que si no la cumplen tendrán que lograr que los diputados y los senadores la deroguen. Además no es cierto como dice el presidente De la Rúa que derogó el impuesto automotor que había financiado el incentivo y lo garantizó con fondos del Tesoro. Con el argumento de ayudar a la educación cuando recién asumió la Alianza modificó el régimen tributario: pasaron el IVA del 10,5 al 21 por ciento para todas las actividades, se anticipó el cobro de ganancias, se incrementaron impuestos internos. Por esa vía recaudaron 1500 millones adicionales y de eso destinaron 660 millones para los docentes: usaron la fachada del incentivo para mejorar la recaudación”.
El gremio docente evaluó ayer como “exitoso” el paro mientras que el gobierno lo calificó de “dispar”. La conducción de Ctera decidió entrevistarse con los diputados de todas las bancadas para comprometerlos en la inclusión del incentivo para el año próximo. Hasta ahora los provinciales, los peronistas, los legisladores del ARI y los del Frepaso les dieron el sí. Maffei pronosticó que “descontamos el rechazo de parte de los diputados radicales por la disciplina partidaria que desconoce la situación de las provincias. Hoy el Fonid representa el 15 por ciento de toda la masa salarial docente del país. En las jurisdicciones máspostergadas representa el 25 por ciento. Y hay que tener en cuenta que la supresión de esos 60 pesos mensuales se deben sumar al ajuste de los presupuestos de educación que en Buenos Aires ascenderá a 500 millones y en Córdoba a 200 millones de pesos”.
En ese escenario, Delich juega sus fichas a la creación de un Fondo Fiduciario de 540 millones de pesos, equivalente a una nómina salarial mensual de todo el país, de forma tal que la Nación tendría recursos disponibles para prestarle a las provincias que no tengan efectivo para pagar los salarios en tiempo y forma. Un objetivo de mínima acorde al ajuste fiscal permanente.

 

De interés porteño

La Legislatura porteña declaró de interés la consulta popular por un seguro de empleo y formación de 380 pesos para cada jefe de hogar desocupado y una asignación universal de 60 pesos por hijo, que impulsa el Frente Nacional contra la Pobreza (Frenapo), y que se realizará los días 13, 14 y 15 de diciembre de este año. Entre los considerandos del proyecto de declaración, los legisladores señalaron que las propuestas del Frenapo están “destinadas a evitar que vivan por debajo de la línea de pobreza aquellos a quienes van dirigidos”.
“Se solicita al Poder Ejecutivo de la Ciudad que tenga a bien facilitar los ámbitos suficientes y adecuados para la realización de dicha consulta”, establece también el proyecto de declaración aprobado en la Legislatura, que lleva la autoría del aliancista Ariel Schifrin. En tanto, acompañan el proyecto los legisladores Vilma Ibarra, Cristian Caram, Clori Yelicic, Fernando Finvarb, Irma Roy, Juliana Marino y Eduardo Valdés, entre otros.

 

Una historia de familia

La Ctera apeló a una historia de vida para mostrar el ajuste que implicará el proyecto ideado por Patricia Bullrich. Con el decreto ley 1382 de modificación de asignaciones familiares los 30 pesos que van a pagar por hijo menor de 14 años serán sólo para un grupo familiar que tengan ingresos brutos a 1000 pesos. Un docente que tenga un cargo de maestro con 10 años de antigüedad y una pareja también docente con 30 horas de cátedra, con la misma antigüedad, juntan 1200 pesos en bruto -800 en mano– es decir que la quita son 1180 pesos anuales por los 60 pesos menos por mes que dejarán de recibir por cada uno de sus dos hijos. Si esa misma gente pierde 60 pesos por mes ella y 120 (60 pesos por cada cargo) él por Fondo de Incentivo dos cargos perderían 2160 pesos por año, lo cual hace un total de 3340 pesos anuales. Son prácticamente 280 pesos por mes, es lo que pierde un trabajador de familia de clase media baja. “Esto es lo que la ministra llamaba el plan revolucionario. Esto demuestra como somos nosotros los mismo trabajadores los que financian el plan”, dijo Maffei. Pero ahora el secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo, dijo que eso fue sólo “un deseo”.

 

PROTESTA EN LA ESCUELA 67 DE VIRREY DEL PINO
Un inodoro para 400 chicos

La Escuela Nº 67 de La Matanza tiene los elementos clásicos de un establecimiento educativo: alumnos, maestros, pizarrones y tizas. Pero además tiene un plus particular: paredes electrificadas, agua contaminada, y un inodoro para 400 varones. “Toda la estructura de la escuela está en un estado de decadencia total. No se puede tomar agua corriente, las paredes tienen contacto los días de lluvia. Nosotros vamos a seguir con la toma hasta que las autoridades provinciales nos den una respuesta”, dice Adriana Frontera, mamá de Matías, que está en cuarto grado. Padres, alumnos, maestros y autoridades de la escuela mantienen tomado el edificio desde este lunes, cansados de esperar respuestas del gobierno bonaerense.
“La escuela original se construyó en 1982, y tenía una vida útil de cinco años. Sin embargo, estamos a casi veinte años de eso y seguimos igual”, se lamenta Alejandra Rivero, directora de la escuela. El Ministerio provincial de Obras y Servicios Públicos había prometido construir una nueva escuela en un predio vecino, pero la versión ruckaufista del ajuste nacional paralizó el proyecto. A partir de julio, la empresa constructora se retiró del lugar, dejando sólo los cimientos.
Más de 1200 chicos concurren a esta escuela, la Mercedes Lascano, ubicada a seis cuadras del kilómetro 39 de la ruta 3, en la localidad de Virrey del Pino, bien al fondo del Partido de La Matanza. Es una zona con mayoría de calles de tierra, y enclavada en una de las partes más pobres del Conurbano. “Más del 70 por ciento de los padres de los chicos están desocupados”, cuenta María Reigada, la vicedirectora. “Y del 30 por ciento restante, la mayoría está subocupada”, agrega.
“Acá muchos chicos comen sólo la comida del comedor, que estamos manteniendo más allá de la toma”, dice Rivero. “Imagínense que tenemos muchos alumnos desnutridos. ¿Sabés la cantidad de veces que se nos desmayan chicos por hambre?”, afirma. “En esos casos, les damos un sandwich, y si no se mejoran, los llevamos a la salita de auxilios de enfrente”, explica.
Claro que allí empieza otro problema, porque la sala la mantiene un grupo de vecinos, que cobra un bono de 3 pesos a cada paciente, para financiar el lugar. Como la gran mayoría de las veces los padres de los chicos no tienen esos 3 pesos, las maestras terminan pagando de su bolsillo la atención en la sala.
La toma es sobrellevada en su mayor parte por las madres de los chicos. “Seremos unas 100 madres acá. Hacemos talleres, cocinamos pan, pizzas, compartimos la comida, hacemos asambleas”, revela Victorina Fleitas, mamá de Maximiliano, Estefanía y Florencia e integrante de la Cooperadora, para explicar la rutina de estos días de protesta en la escuela.
“La toma la seguiremos hasta que nos den alguna respuesta”, promete Fleitas, cansada de evasivas por parte de Obras Públicas de la provincia.
“Nos bicicletearon siempre. Ahora queremos soluciones”, agrega. En La Matanza, un distrito con más de un millón de habitantes, la bronca no sólo está en los piquetes.
Informe: Alejandro Cánepa

 

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