Y finalmente llegó a
Buenos Aires el MIXFest, el festival de cine y video sobre la diversidad
sexual. A partir de hoy y hasta el domingo, en el cine Cosmos (Corrientes
2046), la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires y la revista NX organizan esta muestra que, según sus organizadores,
tiene como principal objetivo el de promover la libre expresión
de la diversidad sexual, buscando nuevas perspectivas de hacer y de pensar.
El MIXFest se realiza anualmente en Brasil desde 1993, de manera itinerante,
bajo la dirección de Andre Fischer, y reúne obras de cine
y video relacionadas con la sexualidad humana, ofreciendo una oportunidad
única de difundir producciones cinematográficas que difícilmente
serían vistas en América latina y promoviendo la presentación
de nuevos directores de Brasil y del mundo.
Con su perfil de osadía y dinamismo, el MIXFest se ha consolidado
como un punto de referencia para el público de la diversidad. Hoy
en Brasil el concepto MIX se expandió más allá de
las cuestiones de la sexualidad y está ligado a la vanguardia de
movimientos de moda, música, Internet, artes visuales y comportamiento.
El evento se realiza anualmente y ha logrado una importante participación
de largos y cortometrajes brasileros e internacionales. Desde San Pablo
se extendió de manera itinerante a 19 ciudades brasileñas
(Porto Alegre, Brasilia, Río de Janeiro, Recife, Cuiabá,
entre otras). En el año 2000, durante la 8ª edición
fueron exhibidos 166 filmes y videos de 16 países. Las cifras indican
que el público que asistió fue de 35.000 espectadores en
las proyecciones y 15.000 en las exposiciones, festival de música
y muestras on line.
A partir de este ejemplo, en abril pasado el MIXFest estuvo presente en
el III Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente con dos
programas de cortometrajes y llega ahora con nombre propio con una selección
de largometrajes de Alemania, Bélgica, Dinamarca, Brasil, USA,
México y España, la mayoría inéditos en la
Argentina. El MIXFest rinde homenaje al actor alemán Udo Kier ex
integrante de la troupe Fassbinder que presentará personalmente
alguno de sus films durante el Festival. Además se incluyen tres
programas de cortometrajes internacionales: uno de la competencia brasileña
del MIXFest; otro sobre sadomasoquismo curado por los programadores del
Festival de cortometrajes Clermont-Ferrand de Francia; y Sadomasoca
y Sexy Boys, una selección de cortos sobre chicos gays. La
producción nacional estará representada, a su vez, por una
selección de cortos. El festival también expondrá,
a partir de hoy, en Santa Fe 1769, 3º piso, una muestra de fotografías
de Axelle Le Dauphin, 57 placas reunidas bajo el título De
toi a moi y seleccionadas especialmente por Nan Goldin.
RAPIDO
Y FURIOSO, UN LARGO CLIPDE ROB COHEN
El turismo carretera, devaluado
Por Martín
Pérez
Al lado de un film como Rápido
y furioso, aquel producto del descarado Jerry Bruckheimer llamado 60 segundos
otro film de autos, protagonizado por Nicholas Cage y Angelina Jolie,
entre otros podría ser considerado cine intelectual. Obra
del responsable de alguno de los productos con menos personalidad del
Hollywood más reciente como Sociedad secreta, este
nuevo film de Rob Cohen cuenta la historia de un agente encubierto que
pretende hallar el eslabón perdido entre una pandilla de corredores
de picadas y ciertos oscuros ladrones del asfalto.
En el camino, claro, está la excitación de la velocidad
y las mujeres excitadas. Que no es lo mismo, pero para Cohen así
lo parece. Es cierto que los balbuceantes protagonistas de Rápido
y furioso no podrían ni atarle los cordones a aquellos legendarios
héroes de las películas de Walter Hill. Pero ni siquiera
están a la altura del vacío brillo de los productos de acción
de Bruckheimer. Si Bruckheimer es cine de acción sin otro objetivo
que la acción misma, lo de Cohen apenas si es acción. Y
eso es lo que hacen sus autos, sus mujeres y sus hombres en Rápido
y furioso: accionar ante la cámara. Pero son incapaces
de reaccionar ante ningún estímulo cinematográfico.
Si es que puede hablarse de estímulos cinematográficos,
claro, en un film que es todo clip de acción, balbuceos y rostros
fotografiados siempre del mejor perfil, ese que no dice nada pero luce
bien en la foto.
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