Carlos Menem viajó a
Chile para cumplir con uno de sus amores. De este lado de la cordillera
dejó otro tan o más importante: la construcción del
(su) poder. Ahora que los buenos oficios de la Corte Suprema le otorgaron
la libertad, su objetivo es recuperar el dominio del PJ, para posicionarse
mejor con vistas a la elección presidencial del 2003. Por eso,
mientras daba entrevistas en televisión y se preparaba su encuentro
con el ex presidente chileno Eduardo Frei, seguía por teléfono
las gestiones de Eduardo Bauzá, Carlos Corach y Eduardo Menem,
encargados de organizar la reunión del Consejo Nacional Justicialista
convocada para el miércoles próximo. Tal como adelantara
Página/12 en la edición del viernes, los presidenciables
Carlos Ruckauf, José Manuel de la Sota y Carlos Reutemann no asistirán
al encuentro y habrá que ver si el resto de los gobernadores no
quiere quedar comprometidos con el menemismo.
Menem y Bolocco llegaron a Santiago en las últimas horas del viernes.
Tenían previsto asistir al cumpleaños de la madre de la
modelo y ex Miss Universo. Ayer, la animadora de TV fue entrevistada por
un canal chileno. El ex presidente también fue consultado, y primero
habló como si fuera una figura del espectáculo. Yo
soy de la edad del ser que amo, por lo tanto cuento con 36, refiriéndose
a la edad de su mujer. Luego, retomando su rol de líder político,
criticó al presidente Fernando de la Rúa, reiterando que
ha fracasado, le falta liderazgo y que destruyó
la economía.
Menem permanecerá en Chile hasta el martes de esta semana, cuando
retornará al país para asistir a la sesión del Consejo
Nacional del PJ. Ese encuentro fue convocado apenas el ex presidente consiguió
la libertad, como un primer paso en la recuperación de su poder
dentro y fuera del partido. La idea había surgido de los ultramenemistas
como César Arias y Antonio Cassia, a quienes un diputado
porteño afín al riojano llama los talibanes de Menem.
A su vez, los senadores Corach y Bauzá tuvieron a su cargo la difícil
tarea de contrastar con la realidad los deseos del Jefe. Y comprobaron
que los mandatarios provinciales no están dispuestos a asistir
al encuentro. No puede ser, estos tipos (los ultras) están
locos. Ellos convocan al Consejo pero los que tenemos que llamar a los
gobernadores y escuchar su enojo somos nosotros, se quejaba Corach
delante de unos de sus colaboradores.
Confiados a pesar de todo, los diputados menemistas Daniel Scioli y Martha
Alarcia aseguraron ayer que la reunión del Consejo Nacional se
va a realizar y van asistir los gobernadores. Los gobernadores
no toman distancia de Menem, toman distancia de las peleas internas (partidarias),
ellos lo que quieren es priorizar su gestión en las provincias
y que su administración y su imagen no se vea salpicada por el
internismo, aseguró Scioli. Es una táctica para
cuidar su gestión provincial. Pero más de un cacique provincial,
a la hora de las definiciones, lo va a apoyar (a Menem), dijo Alarcia.
Mientras tanto, el diputado Adrián Menem sobrino de Carlos
e hijo de Eduardo, uno de los encargados de ampliar al consenso de la
sesión del miércoles confió en que los gobernadores
van a rever su posición. De cualquier forma, se anticipó
a un eventual fracaso del encuentro al recordar que en el 88
no teníamos a nadie y sin embargo ganamos. Después,
en diálogo con Página/12, volvió a criticar al
principal adversario de Menem: Duhalde ya tuvo la oportunidad y
perdió. Perdió en el 99, y en la última elección
sacó un millón de votos menos. Y en la presidencial perdió
donde nació, en Lomas de Zamora. Es como si Carlos Menem hubiese
perdido en La Rioja.
La pelea con Duhalde es un hecho, pero entre los menemistas comienza a
circular otra preocupación, centrada en los movimientos de los
demás gobernadores. Allegados al riojano sospechan que los mandatarios
quieren evitar un pronunciamiento en la disputa Menem-Duhalde porque piensan
en sus intereses y en el escenario posterior. Juegan al desgaste
de ambos decía ayer a este diario un diputado menemista.
Porque después va a haber sólo tierra arrasada.
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