La banca privada que opera localmente
siguió ayer manifestando su optimismo con respecto a la reestructuración
de la deuda pública, en la cual se había comprometido el
viernes a participar por 12.500 millones de dólares. Ayer, las
estimaciones sobre los alcances que podría tener el canje en su
tramo se elevaron a 40 mil millones de dólares, teniendo en cuenta
el compromiso por 10 mil millones que asumieron el Banco Nación
y el Provincia y la segura participación, por 15.000 millones,
de las AFJP, que se anunciarían mañana.
Los directivos de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA)
anunciaron que canjearán títulos por 12.500 millones de
dólares, en tanto que el Banco de la Nación Argentina lo
hará por unos 5000 millones y el Banco de la Provincia de Buenos
Aires por alrededor de 4000 millones. Asimismo, se estima que las AFJP
aceptarían canjear todos los bonos que tienen en su poder, los
que representan unos 15.000 millones de dólares, lo que sumado
a los que canjearán los tenedores particulares alcanzaría
una cifra total local de 40.000 millones.
Podemos calcular una cifra un poco inferior a los 4000 millones
incorporando el canje de la deuda con las provincias, aunque si se suman
las sociedades vinculadas podríamos llegar a los 5000 millones.
Otra cifra similar aportará el Provincia, afirmó ayer
Enrique Olivera, presidente del Nación. El gobierno lanzó
el lunes la primera fase de un canje de su deuda pública en títulos
destinada principalmente a inversores residentes en el país, que
acumulan alrededor de 60.000 millones de dólares en bonos, y luego
continuará la segunda etapa, con los tenedores del exterior, que
reúnen un monto estimado en alrededor de 35.000 millones. La operación,
que implica una baja en los intereses del 11 al 7 por ciento, busca evitar
que Argentina entre en una cesación de pagos (default).
Autoridades de diferentes entidades bancarias coincidieron ayer en que
el canje de deuda debería ser exitoso, al menos en su tramo nacional.
Paralelamente al anuncio de ABA, el Banco Río emitió un
comunicado expresando su voluntad de acudir a la operación
de canje de deuda pública por préstamos garantizados
por un monto de 980 millones de pesos. La entidad añadió
que, además de estos 980 millones de pesos, tiene en su cartera
1050 millones de pesos de préstamos a las provincias, cuya decisión
de canje comunicará oportunamente, y otros 410 millones de pesos
de deuda pública nacional no canjeable.
Da la impresión que el canje va a ser un éxito,
sostuvo, a su vez, el director del HSBC (ex Banco Roberts), Enrique Ruete
Aguirre, tras considerar que mañana las Administradoras de Fondos
de Jubilaciones y Pensiones decidirán en la misma línea
que ABA. Hay un decidido apoyo del sistema financiero hacia el canje
como la mejor solución al problema que estamos encarando, y a dar
capacidad al Estado de poder cumplir con el déficit cero,
aseguró Ruete. Aunque advirtió que la situación
es muy complicada, subrayó que están dadas las
condiciones para que -el canje- sea un éxito, pues existe un consenso
de que la oferta del gobierno es razonable y, dadas las circunstancias,
la mejor posible.
El gerente general del Banco Credicoop, Carlos Heller, si bien consideró
que desde el punto de vista del canje fue un éxito para el
gobierno y que en sí mismo el canje es una medida en
la dirección correcta, advirtió que para zafar
del abismo, Argentina tiene que empezar a crecer y para eso faltan medidas
de reactivación concreta, a través de un shock
redistributivo en el cual hay que hacer aportar a los ganadores
y distribuir entre los perdedores, para invertir el proceso de concentración
de riqueza que se dio en los últimos años. Lo que
ha venido sucediendo, no es producto de la desconfianza, sino que
esta desconfianza se ha ido generando viendo la realidad: lo que
hay que cambiar es la realidad y a partir de allí volverá
la confianza y no al revés, remarcó. En este concepto,
se plantó en la vereda opuesta de Ruete Aguirre, quien sostuvo
que la crisis tiene un origen muy político, esuna crisis
de confianza básicamente, que se manifiesta en el miedo de los
ahorristas a que alguien cambie las reglas de juego.
Mañana arribará al país una delegación del
Fondo Monetario Internacional, que comenzará la revisión
de las cuentas públicas, de cuyo resultado dependerá que
se destrabe el desembolso de un crédito de 1270 millones. El Ministerio
de Economía necesita estos fondos para hacer frente a los 2700
millones de dólares que vencen hasta fin de año en concepto
de pago de intereses y capital, incluidos varios de los títulos
que entran en el canje.
El envío de la misión, que encabeza el chileno Tomas Raichmann,
fue solicitado con urgencia por el presidente Fernando de la Rúa
en una comunicación telefónica que tuvo el pasado lunes
con el director gerente del FMI, Horst Koehler. Argentina admitió
que tiene complicaciones para alcanzar las metas fiscales que pactó
con el FMI a causa de la depresión de la economía y la fuerte
caída de la recaudación fiscal.
El tope del rojo fiscal fijado para este año es de 6.500 millones
de dólares, pero las cuentas públicas deberán dar
un fuerte superávit en los últimos dos meses del año
para llegar a ese objetivo. La recesión aparece también
como un obstáculo en la política de déficit cero
que puso en marcha el Gobierno.
RUBEN LO VUOLO, DEL ARI.
Así es
un disparate
Hacer la reestructuración de la deuda pública
para seguir manteniendo la misma política económica
es un disparate. La sostenibilidad del actual programa económico
no es una estrategia buena para la Argentina, sino que agrava una
cantidad de problemas estructurales que para nada se pueden resolver
dentro de este esquema. Un plan económico con estos niveles
de endeudamiento, marginación social y depresión económica,
hace rato que ha demostrado ser un fracaso. El canje se aborda de
un modo horrible e improcedente, Cavallo utiliza buenos argumentos
para degenerarlos en función del objetivo particular que
tiene de mantener este sistema económico nocivo para el país.
CARLOS HELLER, CREDICOOP.
No deberían
llorar
Ningún inversor externo debería llorar si
obtiene un rendimiento del 7 por ciento que se logra en pocos lugares
de la tierra. Una tasa del 7 por ciento para los bonos es muy buena
si uno la mide con cualquier rendimiento internacional, donde los
intereses bajaron muchísimo. Con buen criterio el Banco Central
está tomando medidas (inmovilización de depósitos
a tasas superiores a las de referencia) para que las tasas tiendan
a alinearse, pero como los intereses para los depósitos son
mucho más altos que los del canje, si la economía
no se alinea con estos valores, hay un quebranto potencial significativo
para las entidades que participen.
ENRIQUE OLIVERA, BANCO NACION.
Será un
éxito
Estoy convencido que la operación será un
éxito. El canje de la deuda es absolutamente imprescindible
para disminuir el peso de los intereses sobre el presupuesto nacional.
La baja de tasa significará un alivio de 4000 millones de
dólares, que en lugar de ir al exterior quedarán en
el país para resolver necesidades locales. Mejora la seguridad
de los títulos, y el tramo internacional dependerá
mucho del local: cuando sea masiva la decisión de los tenedores
locales, los internacionales van a ir adhiriendo progresivamente.
Este canje asegura la viabilidad del programa (económico)
que se puso en marcha, porque facilita el cumplimiento del déficit
cero.
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CONVOCATORIA
DE DE MENDIGUREN
Coro de concertadores
Nuevamente el líder de
la Unión Industrial Argentina, José Ignacio de Mendiguren,
será hoy anfitrión en su chalet de Palermo Chico de un encuentro
empresario con fuertes connotaciones políticas. Los presidentes
de las principales entidades empresarias del país industria,
agro, construcción, comercio y la banca buscarán consensuar
una estrategia para llevar el jueves a la mesa de concertación
convocada por el gobierno nacional. Posteriormente, los dirigentes empresarios
tomarían contacto con las dos centrales sindicales negociadoras,
que encabezan Rodolfo Daer y Hugo Moyano, para tratar de ampliar el acuerdo.
De Mendiguren ya probó este convite durante la última
semana, cuando logró la participación de los mismos sindicalistas
y empresarios en la convención de la UIA. Fue en ese mismo ámbito
en el que el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo al que lo unen
lazos personales con el titular de la UIA, lanzó la convocatoria
a una mesa de concertación, luego ratificada por el presidente
Fernando de la Rúa al clausurar el mismo evento.
Confederaciones Rurales, la Cámara Argentina de la Construcción
y la de Comercio, y la Asociación de Bancos de la Argentina son
las convocadas al encuentro de hoy en Palermo Chico, donde concurrirán
seguramente sus principales dirigentes. A pesar de algunas versiones circulantes
ayer, los dirigentes de las dos CGT negaron haber sido invitados, aunque
se descuenta que habrá consultas con ellos antes del jueves, cuando
todos concurran a la Jefatura de Gabinete.
Manuel Cabanellas, titular de CRA, confirmó el encuentro. La
situación así como está marca que no se puede tener
una estructura de gasto como la que tenemos a nivel estatal, ni tampoco
una economía totalmente abierta que permite entrar productos subsidiados
que destruyen a la industria local, sostuvo en un breve contacto
con la prensa, y añadió que también es preciso
mejorar la relación cambiaria con Brasil.
Eduardo Escasany, presidente de ABA, había anticipado su intención
de acercarse al Grupo Productivo en su intervención en la UIA,
cuando reclamó políticas activas para la producción
y medidas de aliento a las exportaciones, y propuso a los dirigentes
de todas las asociaciones acá reunidos que nos sentemos ya a dialogar
para encontrar un consenso.
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