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Carrió quiere un movimiento que 
no conozca la palabra �reforma�

El primer encuentro nacional del ARI marcó posiciones �de resistencia y construcción�, condenó el reformismo y llamó a crear un movimiento �que conduzca el partido, colegiadamente�.

El encuentro fue en el viejo cine de La Emilia, cerca de San Nicolás, con delegados de todo el país.
Fue atípico: los participantes hablaron y debatieron, escuchados largamente por sus diputados y líderes.

 

Por Felipe Yapur 
Desde San Nicolás

El viejo cine del club social y deportivo La Emilia estaba colmado. Cuando comenzó a sonar �Hasta siempre comandante,� el viejo himno dedicado a Ernesto �Che� Guevara, la líder de Alternativa para una República de Iguales, ARI, subía al escenario. La melodía hizo de anticipo de lo que vendría. Elisa Carrió, acompañada del maestro socialista Alfredo Bravo, enunció las principales líneas de lo que ella definió como el Movimiento ARI: una clara identificación ideológica inscripta en la centro izquierda, que desecha el reformismo y plantea �la lucha contra el régimen� para trabajar en la construcción de una nueva matriz económica, política, institucional y social.
Más de mil personas se anotaron, �todos militantes,� se anotaron en el primer encuentro nacional del ARI. Llegaron desde distintos puntos del país, se acomodaron como pudieron en el cine de La Emilia, un pueblo cercano a San Nicolás que supo vivir de una fábrica textil que hoy se desmorona a pocos metros del club que funcionó de sede. La fábrica en ruinas es un símbolo de �la matriz� que Carrió denuncia que comenzó a funcionar hace 25 años, cuando Alfredo Martínez de Hoz se convirtió en el primer ministro de Economía de la dictadura militar.
Bravo fue el encargado de abrir la reunión con un discurso concreto y directo. Reivindicó la palabra �pueblo� para describir el destinatario de la tarea del ARI y alejándose del dogmatismo de su partido (Socialismo Popular), se animó a reivindicar la construcción del �movimiento cultural y político� al que espera se sumen �nuevos compañeros�. Una palabra que la radical Carrió utilizó en reiteradas oportunidades. 
Para Bravo, el movimiento, un término que a muchos de sus socios socialistas no les suena del todo bien, debe conducir al ARI y a Elisa Carrió a la presidencia de la Nación en el 2003. Ese fue el momento en que se escucharon los primeros aplausos y vítores. Carrió agradeció con una sonrisa y un mimo hacia el viejo maestro. Poco después, la chaqueña se encargaría de hacer un distingo: �Si el régimen cambia, no importa quién es el presidente. Ahora, si no cambia, no vale la pena ser presidente�.
Antes que alguno se desilusionara por lo que sonó a desestimar la candidatura, la chaqueña enunció las principales líneas de trabajo del movimiento. �Debemos definir si queremos el poder para repartir cargos o tenemos principios para llegar al poder� lanzó, casi con fiereza. En clara referencia al Frepaso, dijo que �tenemos una larga lucha por delante en la cual no dejaremos los principios de lado para llegar a la presidencia�. No la dejaron terminar, los aplausos la interrumpieron. 
Algunos de los presentes llegaron con la idea de construir las bases del partido ARI. Carrió dijo lo contrario: �Venimos a discutir el movimiento más allá de las organizaciones particulares a las que pertenecemos�. La frase no era lo que esperaban los socialistas, que apuestan a mantener su estructura sin tener que resignarla ante la nueva fuerza política que nace.
Fuerza que, según Carrió, �destierra el reformismo�, una palabra con un alto significado tanto en el socialismo como en el radicalismo del que ella misma surgió. �Hay dos verbos que son principales: resistir y construir�, dijo antes de ejemplificar. Para la titular del ARI la resistencia al régimen se demuestra en la Reforma Constitucional �con la que pondríamos a los jueces de la Corte Suprema en comisión�. Una clara referencia a la última decisión del cuestionado cuerpo que permitió la libertad del ex presidente Carlos Menem. 
En cuanto a la construcción dijo que hay que hacerla �manteniendo nuestras raíces históricas, armando una fuerza política y social que contenga la intransigencia de Eva Perón, la lucha por la República de Alem y los principios de Alfredo Palacios�. Carrió buscó en todo momento mostrar que recrear un movimiento no tenía como objetivo girar alrededor de su persona. Promovió la conformación de una junta promotora nacional con representación de todas las provincias para generar liderazgo colectivo en el Movimiento: �Si recae en una persona, se oligarquiza el sistema de decisiones�. Si bien no se definió quiénes integrarían la junta, el compromiso es que en dos semanas cada provincia elija representantes.
Fue un congreso partidario atípico. Los delegados hablaron sin límites ni condiciones previas. Frente a ellos, todos los diputados del ARI ocupaban mesas en el escenario. Entre ellos se encontraba el anfitrión del encuentro, el histórico dirigente metalúrgico Alberto Piccinini, más dirigentes que provienen del Frepaso como Liliana Chiernajowsky y Eduardo Jozami, y el peronista Juan Carlos Dante Gullo. La casi totalidad de los participantes no se movieron de las sillas, otros se sentaron en el piso y por todos lados pasaban innumerables mates. Carrió, casi sin voz, aceptaba todas las modificaciones propuestas al documento final. El tiempo jugaba en contra, por lo que se decidió que cada provincia se lo lleve, le incorpore modificaciones y lo devuelva en 15 días. 
Carrió apenas había terminado de decir gracias cuando el diputado bonaerense Jorge Giles tomó el micrófono para cantar, guitarra en mano, una canción que en su estribillo decía: �Vamos a cambiar de nuevo mi pueblo�. Lo acompañaron todos los diputados. El encuentro había finalizado y la gente se abalanzó hacia Carrió buscando un beso, una frase, una foto. La principal referente del ARI no decía no a nadie, y repartía sonrisas manteniendo su crucifijo aferrado a su mano derecha. Fue en ese momento que desde los altoparlantes volvió la canción del Che Guevarra, y todo volvió a estallar. La gente, los diputados, todos, entonaron a voz en cuello el son cubano. Mientras saltaban, una jovencita dijo: �No sólo es mística, también es guevarista�.

Puntos de acuerdo

En el documento final que surgió del encuentro se destaca:
Comprometer esfuerzos en la construcción de una nueva matriz política social y cultural para la Argentina, que permita a nuestra sociedad recuperar las expectativas de una vida fundada sobre la justicia, la igualdad y la solidaridad.
La política del despojo ha hundido a la mayoría de nuestro pueblo en la pobreza y la desesperanza, y ha minado su confianza en las instituciones hasta liquidarla. La corrupción y la impunidad, rasgos inseparables del modelo económico, han ensombrecido a la cultura cívica de los argentinos, cuya cara más visible es el cinismo de la llamada clase política.
Resulta imprescindible entonces la construcción de un espacio colectivo que propicie refundar una nueva Nación, un modelo político de emancipación que genere los actos constituyentes de una nueva argentina, un espacio capaz de articular relaciones sociales que conduzcan a una economía signada por el crecimiento, la transparencia y la equidad. 
La concreción de ese nuevo contrato social y político demanda una reforma de base de la Constitución, que remueva obstáculos institucionales y judiciales que dan albergue a la corrupción.


SEÑALES DE APERTURA AL FREPASO Y AL ARI
Rozas sueña con otra Alianza

El gobernador chaqueño Angel Rozas ya comenzó a moverse como titular del radicalismo, a días de reemplazar en el cargo a Raúl Alfonsín. Por un lado, no descartó que la UCR pudiera regenerar una alianza con el Frepaso y con el ARI, aunque reconoció que eso �no es fácil�. Y por el otro, afirmó que el radicalismo �tiene que resistir con todas sus fuerzas� la intención del peronismo de colocar al misionero Ramón Puerta como presidente provisional del Senado y virtual vicepresidente de la Nación. 
�No hay que tener prejuicios en la vida política, porque no son problemas personales los que hay que anteponer, sino ideas�, dijo Rozas en declaraciones a Radio América, para referirse a la posibilidad de rearmar un espacio progresista como lo fuera la Alianza que ganó las elecciones nacionales de 1997 y 1999. Los �problemas personales� a los que se refería el gobernador chaqueño son las peleas públicas que mantiene con la diputada Elisa Carrió, líder del ARI. No obstante, reconoció que �no es fácil lo del ARI�, porque �hay muchas circunstancias que han jugado contra esta posibilidad�. 
En cuanto a la movida peronista para quedarse con la presidencia provisional del Senado, Rozas confirmó que la UCR se opondrá a esa intención. �Es un exceso de poder�, sentenció. Antes ya había calificado de �golpe institucional� a la estrategia del PJ. Por su parte, el senador peronista Eduardo Menem aseguró que �no hay que dramatizar el tema; no se puede hablar de golpe institucional, esas son palabras muy duras�. En tanto, el también senador Oscar Lamberto , afirmó que �el peronismo está viendo con mucha preocupación las declaraciones que realiza la conducción del radicalismo. Son peligrosas�. 
Rozas tampoco se privó de hablar sobre la gestión de Fernando de la Rúa. En ese sentido, consideró que el Gobierno �tuvo muchos más traspiés� de los que se imaginaban. Pero señaló que �hay dos hechos que están marcando un posible ascenso; la reprogramación de la deuda pública y la convocatoria a la unidad nacional que comenzaría con una agenda preestablecida para el próximo jueves�.

 

 

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