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 El diario Chicago Tribune agradeció en un artículo editorial del domingo la �amistosa advertencia� sobre los riesgos que el estado de derecho corre en Estados Unidos, formulada por el periodista argentino Horacio Verbitsky el martes último. Verbitsky aludió a la experiencia argentina del terrorismo de Estado al recibir en Nueva York el Premio Internacional a la Libertad de Expresión otorgado por el Comité para la Protección de Periodistas, CPJ. El artículo, firmado por Clarence Page, quien además de columnista es uno de los más conocidos periodistas de la televisión estadounidense dice que Verbitsky recordó durante la reunión de los �grandes directores y ejecutivos de la prensa, conductores y periodistas� a los 30.000 desaparecidos durante la dictadura militar argentina, entre ellos un centenar de periodistas y luego �nos ofreció un oportuno y memorable consejo a nosotros, sus colegas estadounidenses�.
Page citó el mensaje del periodista de Página/12, quien dijo que �luego de los atroces ataques terroristas del 11 de septiembre, los Estados Unidos pueden sentir la tentación de rebajar sus elevadas normas de libertad de expresión, de restringir sus propias libertades y de ignorar el sufrimiento de otros pueblos. Leemos en la prensa estadounidense que las reglas del debido proceso y el derecho de defensa están en peligro y que hasta ha llegado a discutirse el empleo de la tortura. Oímos a vuestro presidente decir que hay que elegir entre estar �con nosotros o en contra de nosotros�. Peor aún, vemos la enorme popularidad de este enfoque. En este contexto la experiencia argentina puede resultarles útil, pese a las obvias diferencias que existen entre nuestras respectivas culturas políticas e historias. En nuestro país hemos aprendido que el sacrificio de las libertades civiles y de los derechos humanos en nombre de la seguridad, tiene efectos devastadores; que en ninguna circunstancia los valores civilizados pueden ser defendidos por cualquier medio; que nuestro compromiso como periodistas debe ser con la verdad, no con gobierno alguno; que, como enseña la teología, las batallas entre el Bien Absoluto y el Mal Absoluto, conducen al Apocalipsis�.
Comenta Page: �Gracias Horacio. En efecto, las diferencias entre las experiencias estadounidense y argentina son obvias, pero sus similaridades dan frío�. El columnista menciona los �poderes de arresto y juicio sin precedentes� que ha asumido el Poder Ejecutivo norteamericano y la �corporización de las peores pesadillas� en el arresto de más de un millar de inmigrantes para ser interrogados por posibles vinculaciones con los terroristas, mientras la prensa �es instada a mantenerse a distancia y aceptar las gacetillas informativas del gobierno, en nombre de un patriotismo estrechamente definido�. Agrega el
Chicago Tribune que Bush también ha autorizado juicios militares secretos, lo cual implica que no habrá jurados ni cobertura periodística. �Como dice Verbitsky, lo peor es la inmensa popularidad de este enfoque�. El artículo informa que senadores y diputados demócratas y republicanos están comenzando a reaccionar y han citado para informar a ambas cámaras al ministro de Justicia e inspirador de todas estas medidas, John Ashcroft. �Ojalá tengan éxito. El Congreso y los tribunales de justicia brindan el control constitucional más efectivo de los poderes ejecutivos�, agrega.
�Verbitsky nos recuerda una vez que el poder se ha expandido, no es fácil hacerlo replegar�. Cuando Thomas Jefferson dijo que �el precio de la libertad es la eterna vigilancia, no hablaba sólo de vigilar a los extranjeros. También él vio cuántos abusos de poder se habían cometido ultramar y no quería verlos repetidos aquí. Tampoco nosotros deberíamos querer verlos�. Esto no significa oponerse en forma automática a cualquier aumento de los poderes ejecutivos. �Para enfrentar a un enemigo real en tiempos de verdadera crisis�, dice Page, �a menudo es necesario un incremento en las facultades del Poder Ejecutivo�. El artículo dice que Verbitsky es conocido como �El perro� por su �tenaces investigaciones sobre corrupción y otros abusos de poder�, y concluye con un juego de palabras: �Este aumento de facultades debería ser acompañado por una mayorvigilancia de alguien, como el Congreso, la justicia y los medios de prensa verdaderamente independientes, es decir dispuestos a actuar como perros guardianes y no como perritos falderos�.
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