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Por Horacio Cecchi
 Durante más de seis horas, 81 pasajeros y 6 tripulantes del vuelo 8632 de Varig, proveniente de Florianópolis, fueron mantenidos como rehenes en el avión y posteriormente en una sala del aeropuerto internacional de Ezeiza. La responsable del hecho, detenida con el correspondiente rigor, fue una caja de botellas de vino del servicio de catering de la nave. Durante el vuelo, al retirar una botella de la caja, una azafata sensible a la fobia mundial contra el ántrax observó un sospechoso polvillo diseminado en la base y denunció el hecho al piloto quien a su vez lo informó a la torre de control de Ezeiza. Las 87 personas fueron mantenidas en cuarentena hasta que un juez federal que concurrió al lugar ordenó los correspondientes hisopados y el envío de las botellas y la caja al Malbrán.
Después de partir de Florianópolis, el Boeing 737-390 aterrizó a las 12.52 en el aeropuerto de Ezeiza y a las 12.58 estaba en posición. Pero la posición no era el sector de mangas, sino la que lleva el número 21, distante a unos 500 metros del edificio central. Antes del arribo, por los parlantes de la nave los pasajeros se habían enterado de que existiría �uma pequenha demora�. Dos horas más tarde, era obvio que se trataba de �a mais grande demora do mundo�. Recién a las cinco menos cinco, las puertas del 8632 se abrieron, sólo para estirar la demora en la sala 3 de preembarque de vuelos de cabotaje, según informó Aeropuertos Argentina 2000.
En ese momento, ya todo el pasaje estaba enterado de que una azafata, al sacar una botella de tinto de la caja del catering durante el servicio de almuerzo, descubrió un polvillo diseminado en la base. Atenta a los nuevos códigos de seguridad aéreos, la mujer transmitió el hallazgo al capitán quien informó a la torre de control. Cuando el 8632 se detuvo, un operativo de pinzas de la Policía Aeronáutica y de Sanidad Aeroportuaria se encargaba de que nadie saliera de la nave �incluyendo dos monjitas abandonadas a la buena de Dios� en cuarentena hasta nuevas órdenes.
Dos horas después del arribo, y pese a que las estrictas medidas de vigilancia mantuvieron al 8632 completamente aislado de la realidad nacional, la información se había filtrado allá por donde el ántrax jamás hubiera podido pasar. Un conglomerado de movileros se había reunido en el hall de Ezeiza, mientras el juez federal 1 de Lomas de Zamora, Alberto Santamarina, a cargo del caso, viajaba hacia el aeropuerto. El magistrado se dirigió al sector 21 y se introdujo en el avión. Después de parlamentar con los pasajeros y la tripulación, ordenó que todos fueran derivados a la sala 3.
Antes, un equipo de la Brigada de Riesgos Especiales de la Federal tomó muestras del sospechoso polvillo para su análisis. �Como medida preventiva se convocó a médicos para que hagan estudios con hisopos especiales -informó Santamarina� para establecer si los pasajeros del avión pueden tener signos incipientes en caso de que haya ántrax o algún tipo de sustancia análoga�. También aclaró que policías, empleados del aeropuerto y del propio juzgado deberían realizarse el hisopado.
Hasta las 19, la situación era tan confusa como el default. �El juez remitió la caja y las botellas al Malbrán y se está esperando la orden para liberar a las personas retenidas�, señaló a
Página/12 una fuente de la Fuerza Aérea. �Acá, por ahora, no sabemos nada ni recibimos nada -aclaró una alta fuente del Instituto Malbrán�. Estamos esperando al juez que deberá disponer qué se hace�. �El juez está dialogando con los pasajeros y espera las indicaciones del Malbrán�, dijeron desde AA2000. �El juez no nos llamó�, aseguraron desde el Malbrán. �Fueron trasladados a una sala de equipajes�, agregaron en seguridad. �Ya no queda nadie, los liberaron a todos�, revelaron desde AA2000. �¿Cómo que los liberaron? Primero hay que hacer los hisopados�, se enojó el sector científico. �Están todos con el juez en una sala VIP�, tranquilizaron desde seguridad. �No los vamos a retener 48 horas porque no hay dónde �explicó la fuente de seguridad�. Van a dejar sus datos y ante el menor síntoma deberán comunicarse.�
�Ahora están mejor que en el avión, donde no podían hacer nada �agregó otra fuente de seguridad.
�¿Y en la sala qué pueden hacer?
�Les llevaron sillas, tienen teléfonos públicos y pueden charlar entre ellos.
A las 18.30 recién comenzaron a salir de a uno los rehenes.
�¿Por qué se demoró tanto?
�Es que se estuvo esperando que lleguen los hisopos �respondió el de seguridad.
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