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Por Carlos Rodríguez
 Los planes de la banda comenzaron temprano, en la zona de Villa Diamante, en el partido bonaerense de Lanús. Allí, a punta de pistola, le robaron el coche, un Renault 9, a un chofer de la empresa de radiotaxis Capital, que tiene una flota que desde hace más de dos años trabaja en el ámbito de la Capital Federal. Desde allí, uno de los ladrones, ya disfrazado de taxista, se puso al volante de la unidad y más tarde comenzó a circular por el Barrio Norte porteño, seguido por una corte de tres automóviles particulares, en el primero de los cuales iba un hombre gordo, grandote, luego identificado como el que solía �ablandar� a los pasajeros-víctimas, una vez que llegaba la hora del robo. Como los casos se habían repetido, como un calco, en los últimos meses, el personal de la comisaría 53ª estaba sobreaviso y no le fue difícil identificar como sospechosos a los cuatro vehículos que iban �en trencito�, con el radiotaxi como señuelo. Los seis ocupantes de los cuatro autos fueron detenidos, acusados de integrar una banda que forma parte de la llamada �mafia de los taxis�, aunque se descarta vinculación alguna con el caso de Miguel Lecuna.
Las detenciones se concretaron cerca de las 10 de la mañana de ayer en la esquina de Las Heras y Billinghurst, en el barrio porteño de Palermo, después de que el extraño cortejo recorriera casi a paso de hombre unas 70 cuadras, por zonas de la Capital Federal donde, se presume al menos, vive gente de buen nivel económico. �Todavía no habían cometido ningún ilícito, pero todos los detenidos tienen antecedentes y es obvio que estaban a la pesca�, explicó a
Página/12 el subcomisario Norberto Gabilán, titular de la comisaría 53ª, que estuvo al frente del operativo, del que participaron otras tres seccionales de la zona.
El Renault 19 taxi �que había sido robado a las 5.45 de ayer en una esquina de Villa Diamante, cuando estaba detenido en un semáforo� fue sorprendido minutos antes de las 10 circulando por la avenida Las Heras. �En el segundo auto, que seguía de cerca al taxi, iba un hombre gordo cuyas características son similares a las descriptas por las víctimas de varios robos a bordo de un taxi�, explicó Gabilán.
Esa persona sería el encargado de subir imprevistamente al taxi, con la complicidad del chofer, miembro de la misma banda, y de golpear al pasajero-víctima para forzarlo a entregar el dinero que lleva encima o forzarlo a pasar por un cajero automático y retirar una suma que cubriera las aspiraciones de los ladrones. �Por lo general estas bandas no usan armas de fuego, sino que reducen a las víctimas mediante golpes�, sostuvo el subcomisario. La excepción, en los últimos tiempos, ha sido Miguel Lecuna, el esposo de la actriz Georgina Barbarossa, quien fue asesinado a cuchilladas a comienzos de este mes, supuestamente porque se resistió a un robo que finalmente no se concretó. La policía descartó que los seis detenidos tengan alguna vinculación con ese caso.
Gabilán aclaró que los seis detenidos �todavía no habían concretado robo alguno porque no habían levantado a ningún cliente, pero después se confirmó que el taxi era robado y era obvio que estaban �trabajando� en grupo�. El operativo de prevención era coordinado por la Superintendencia de Seguridad Metropolitana y los seis detenidos quedaron alojados en la comisaría 53ª. �Todos tenían antecedentes, en algunos casos menores, pero dos de los detenidos han participado en robos a mano armada�, informó Gabilán.
Hasta ahora, los únicos perjudicados han sido los propietarios de la empresa de radiotaxi Capital. El gerente de la firma, Carlos D�Onofrio, le dijo a este diario que estaba �totalmente desolado�. Explicó que habían logrado �una buena clientela, pero con esta galletita gratis que nos comimos, estamos sonados�. Confirmó que el taxi pertenecía a la firma y que está �legalmente habilitado para circular�. El chofer y el propietario del vehículo se presentaron primero ante la comisaría de Diamante y luego ante la 53ª, donde el coche quedó secuestrado hasta que se aclare losucedido. �Al chofer le pusieron un camión adelante, como tapón, y dos hombres le robaron el auto después de amenazarlo con armas de fuego. Le llevaron casi todos los papeles y tuvieron que recurrir a los recibos de patentes y algunos papeles con los que acreditaron que eran los legítimos dueños�, informó D�Onofrio.
LAS DUDAS QUE AUN QUEDAN TRAS LAS DETENCIONES DEL CASO LECUNA
�El Asmático� que dice ser inocente
Por Cristian Alarcón
Los ladrones presos por el asesinato de Miguel Lecuna se despacharon ayer con una coartada y tres desmentidas. Tal como ya había anunciado apenas cayó el sábado en la villa Puerta 8 ante la DDI y los �halcones� de la Bonaerense, Marcelo Martínez, alias �El Asmático�, dijo que nada tuvo que ver con el crimen porque aquel día, hace casi un mes, acompañaba a su mujer, enferma, en un hospital. Juró también que tiene testigos. Si es cierto lo que contó para salvarse de una segura imputación de homicidio, la reciente hipótesis de que El Asmático, asfixiado por las manos de Lecuna, se desesperó al intentar robarlo y terminó castigándolo con 17 puñaladas, volará por los aires como lo hizo aquella bolsa de cocaína con unos 250 gramos la madrugada del sábado, cuando la policía entró a buscarlo en la densa zona conocida como El Matadero.
Cuando un testigo de identidad reservada aparece en el horizonte de un caso con fama y tanto ruido como el del crimen del esposo de una famosísima como Georgina Barbarossa, nadie en la Justicia, ni en la propia policía se atreve a creerle de cabo a rabo. En este caso, el hombre que señaló al Asmático como el asesino dio varios datos que el fiscal Norberto Quantin pudo chequear en el secreto expediente del caso como veraces. Lo cierto es que ese testigo fue encontrado por la Policía Bonaerense y no por la Federal, que es la que investiga sin resultados desde el 2 de noviembre. Mientras, se rastreaban los pasos de un grupo de pesados de El Matadero vinculados a la piratería del asfalto y el narcotráfico a mediana escala al interior de la villa. Ayer, dos fuentes policiales admitieron ante este diario que no se explica razonablemente que �chorros� o �narcos� que tenían desde mamelucos de la Federal hasta balanza y una máquina de cierre hermético de precisión para cuidar que la cocaína a vender no se humedeciera, se ocuparan también de salir a Palermo, un viernes a plena luz, a robar la billetera de un supuesto burgués que en una de esas, tal vez, llevaba efectivo encima.
Ayer, los tres ladrones presos pasaron el día entero en Tribunales. El Asmático Martínez comenzó con lo suyo por la tarde. No se tiró contra sus dos laderos, simplemente dijo que había estado con su mujer en un hospital del Gran Buenos Aires. Insistió en que él nunca robó taxis. Los laderos,
Daniel �Chueco� Manzanelli (33) y Amadeo �Gordo� Alvarez (33), conocido en la villa como �Sieteculos� por su enorme contextura, declaraban anoche lo propio. A la mañana estuvo a punto de ser su abogado Ernesto Vissio, uno de los defensores de la superbanda. Pero luego desistió y el encargado de asistirlos es Claudio Solorsano. Una de las ideas de la defensa, según voceros le dijeron a este diario, es que para la policía sería imposible hacer encajar los tipos físicos de estos tres personajes con los de los que fueron vistos por los pocos testigos de la causa.
Lo cierto es que los investigadores policiales son tajantes: el crimen es responsabilidad de una mafia de los taxis, resultado del carácter de Lecuna, que le echó encima las manos a su agresor sacándolo de quicio. Pero este diario publicó una entrevista exclusiva con un taxista que jura haber llevado a Lecuna una mañana en que por su celular amenazó a una persona que no le pagaba una �mercadería� para luego contratar a �tres muchachos� para un �trabajito�. Lo cierto es que hasta ayer no había relación visible entre �El Vasco� y sus supuestos matadores.
�No creemos que un tipo como él se relacionara con una banda del Gran Buenos Aires�, le dijo a Página/12 una fuente policial. �Estos tipos manejaban todo dentro de la villa, eran los que daban vía libre para la venta de merca�, señaló otro. Lo que no dicen las fuentes es si ya saben de qué mercadería hablaba Lecuna en aquella conversación subida de tono, relatada por el taxista José León a este diario y luego a los hombres de Robos y Hurtos que siguen al frente de la pesquisa en la que los sospechosos son El Asmático, El Chueco y Sieteculos.
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