Por Ewen Mac Askill *
Desde Bonn
Representantes de varios grupos políticos y étnicos afganos se reunieron ayer para llevar adelante conversaciones urgentes para establecer un gobierno interino que evite la anarquía y la vuelta de los señores de la guerra. La última de las delegaciones �de la Alianza del Norte que ahora controla gran parte del territorio afgano� viajó anoche a un hotel en la cima de una montaña cercana a Bonn, con la promesa de cooperar con otros grupos afganos. Se espera que más de 30 afganos participen de la apertura del encuentro esta mañana en el Hotel Petersberg. Naciones Unidas, que patrocina la conferencia, necesita lograr un acuerdo esta semana por la rapidez con que se suceden los hechos, especialmente las victorias inesperadas que dejaron a más de la mitad del país bajo el control de la Alianza del Norte.
El titular de la Alianza, Burhanuddin Rabbani, relativizó la importancia de las conversaciones. En una visita sorpresa a los Emiratos Arabes Unidos, Rabbani quien había presionado para que el encuentro se realizara en Kabul �bajo control de la Alianza�, afirmó que las reuniones de Bonn no significan una cumbre: �Los principales consejos y encuentros van a realizarse dentro de Afganistán y altos funcionarios deben participar para tomar las decisiones principales�. Pero Estados Unidos y la ONU, ambos presentes en el encuentro de Bonn, tienen un enfrentamiento con la Alianza del Norte. Piden que retire su oposición a una fuerza multinacional. La inserción de esa fuerza en Afganistán, que estaría principalmente compuesta por países musulmanes, va a ser tratada en los próximos días.
La ONU y Estados Unidos consideran esencial la presencia una fuerza internacional para el establecimiento de un gobierno interino. Ayer advirtieron a los grupos afganos, especialmente de la Alianza del Norte, que si no llegan a un compromiso, la comunidad internacional va a retener los miles de millones de dólares de ayuda para reconstruir el país.
El vocero del enviado especial de la ONU, Lakhdar Brahimi, que va a participar del encuentro, dijo anoche: �No somos ni pesimistas ni optimistas. Nuestra preocupación es el tiempo. Si queremos conseguir algo útil en Afganistán, tenemos que movernos muy rápido porque la situación cambia sobre la marcha�. El objetivo de la ONU es que los afganos acuerden una administración transitoria, ya sea un gabinete de alrededor de 20 personas o un parlamento no electo de alrededor de 120. Ellos gobernarían el país hasta que se pueda tener un Loya Jirga, el encuentro tradicional afgano de representantes de todos los grupos étnicos que darían el acuerdo final a un cambio en la Constitución afgana.
De acuerdo con un funcionario en el Hotel Petersberg, que no está abierto a la prensa, los grupos de Roma, Peshawar y Chipre establecieron buenas relaciones y ya tuvieron las primeras conversaciones. Esta relación será puesta a prueba con la llegada de la delegación de la Alianza del Norte, que representa a grupos étnicos como los tajikos y los uzbekos, usualmente hostiles hacia los pashtunes. Las delegaciones reales y de la Alianza tienen 11 delegados cada una mientras que los grupos de Peshawar y Chipre tiene cinco cada una. La delegación de Roma, dirigida por el profesor Abdul Sattar Sirat, incluye dos mujeres. La presencia de mujeres en ese encuentro, a quienes se les prohibió la vida pública bajo el mandato talibán, va a ser una novedad para la mentalidad conservadora de los hombres afganos.
Un serio problema que enfrenta Naciones Unidas es la ausencia de líderes como Rabbani y el status relativamente menor de los enviados en su lugar. Pero la delegación de la Alianza del Norte está encabezada por Yunus Qanuni, que es visto en Kabul como un líder en ascenso.
* De The Guardian de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Giselle Cohen.
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