Si el lector se despertó después de las 7, lo que sigue no tendrá demasiado sentido. Pero si madrugó, como tantísimos hinchas, puede leerlo o prender el televisor: Boca estará disputando en Tokio la Copa Intercontinental de clubes ante el Bayern Munich alemán, un partido de suma importancia para el conjunto argentino, su prioridad en el último semestre, en el que tendrá a Juan Román Riquelme como animador de lujo para orquestar el trabajo del resto de sus compañeros. Los alemanes, por su parte, llegan diezmados por las lesiones y sin varias de sus estrellas, aunque cuentan con Oliver Kahn, un arquero, muy seguro, que no regalará nada. El árbitro será el dinamarqués Kim Nielsen, prolijo y de poco diálogo con los jugadores, y conocido en nuestro país porque dirigió Argentina-Inglaterra en Francia 1998.
Cuando Nielsen dé el pitazo inicial, todas las especulaciones previas se desvanecerán. De poco servirá cómo y en qué condiciones llegan los rivales de Boca, sin tiempo de adaptación y sin varios de sus titulares; tampoco será necesario recordar que Boca �que no contaría con Walter Gaitán, quien habría sufrido una lesión a último momento� vivió con más tranquilidad su estadía en Japón y tuvo casi una semana para entrenarse pensando sólo en el Bayern, mientras éstos afrontaban dos encuentros importantes, frente al Manchester por la Champions League y ante el Nürnberg por la Bundesliga, en los que obtuvieron apenas dos empates.
Por los antecedentes de ambos conjuntos, el partido podrá ser lo suficientemente cerrado y los errores se pagarán demasiado caro. El técnico de Boca había adelantado en diálogo con Página/12 que se imaginaba un partido �con poco trabajo para los arqueros�. La apuesta mayor está puesta en Riquelme. De su talento depende este Boca de Bianchi, un poco más flaco que el derrotó por 2-1 al Real Madrid; y contra él intentarán jugar los alemanes, conscientes de que si lo dejan jugar les será imposible pararlo.
Para ambos equipos, las 7 de la mañana (las 19 en Tokio) será la hora de la verdad. La previa se encargó ya de limar las sutiles diferencias que daban al Bayern como favorito. Boca no lo era antes, pero tampoco lo es ahora. Será quizás el desarrollo del trámite el que permita ir descifrando la incógnita. Hasta tanto, sólo se podrá saber, y a medias, quiénes son los que saldrán al campo en busca de la gloria.
Boca apoyará su suerte en la convicción y calidad de Riquelme, en la seguridad de Córdoba, en el empuje que le darán Serna y Traverso, y en la explosión y picardía que puedan sostener Barros Schelotto y Delgado. De no jugar Gaitán, seguramente estarán Gustavo Pinto o Javier Villarreal.
La cita es puntual. Como los hinchas de Boca bien saben, en los primeros minutos de un partido así puede pasar cualquier cosa.
Una mirada técnica al partido |
CARLOS BIANCHI (BOCA).
�Las mismas chances�
�Se puede pensar que las chances de Boca son inferiores porque hay seis jugadores que eran la base y ya no están. Pero tenemos las mismas chances que el año pasado.�
�El grupo que quedó y aquellos que se acoplaron al mismo comprendieron la importancia de lo que se está jugando y que Boca tiene las mismas posibilidades que el Bayern Munich para ganar el partido.�
�El Bayern Munich tiene mucha personalidad. Es cosmopolita y, por eso, no juega como un típico equipo alemán. Tiene dos franceses (Sagnol y Lizarazu), dos croatas (los Kovac) y dos brasileños (Paulo Sergio y Elber), entre otros, que tratan muy bien la pelota. Es un equipo bien realista.�
�No hay que olvidarse de que Hitzfeld es un técnico consagrado, que ya ganó esta final con el Borussia Dortmund y siempre pretendió inculcarle a sus equipos un estilo definido de juego.�
�No tengo previsto lo que haré en el futuro. Por ahora sólo pienso en el partido de mañana (por hoy).� |
OTTMAR HITZFELD (BAYERN).
�Riquelme es distinto�
�El calendario de las distintas competencias nos obligó a replantearnos cómo encarar este partido. Y nosotros, lamentablemente, tuvimos que llegar con un solo día de anticipación a Japón. Pero eso no quiere decir que no le demos importancia al compromiso y no intentemos ganarlo.�
�Sabemos que Boca es un gran equipo en el que Riquelme es el jugador más importante. Pero hay otros nombres de calidad como (Oscar) Córdoba, (Mauricio) Serna y (Guillermo) Barros Schelotto.�
�Riquelme es la diferencia sustancial entre uno y otro equipo. El puede jugar solo y cambiar todo, porque es un gran jugador. Pero Bayern Munich está preparado para contrarrestar su potencial.�
�Pondré en la cancha a aquellos que considere que están en las mejores condiciones físicas. Futbolistas como Effenberg, Santa Cruz o Salihamidzic interpretan muy bien nuestra línea de juego, pero no son los únicos capaces de desarrollar un planteo que pueda derivar en un triunfo. Este es un equipo firme, que va más allá de los nombres.� |
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