Por Emanuel Respighi
Buenos Aires, Argentina; 11 de mayo de 1960. Un grupo comando espera en San Fernando la llegada de un hombre a su cita con el destino. El hombre que baja del colectivo parece extraordinariamente común. Lo apresan antes de que nadie pueda intervenir. Tras golpearlo, lo suben a la parte trasera de uno de los dos autos que esperaban. Jamás se lo volvería a ver en la Argentina. Fuera del marco de la ley, y a espaldas del gobierno de Arturo Frondizi, el hombre sería sacado de la Argentina poco después rumbo a Israel, donde lo juzgaron y condenaron a muerte. A la llegada del grupo comando a Israel, el mundo conoció la noticia: el verdadero nombre de aquel hombre que en Buenos Aires pasaba por un tranquilo operario de una fábrica era Adolf Eichmann, el jerarca nazi que ideó y ejecutó �La solución final de la cuestión judía�, el mecanismo de exterminio de judíos implementado por el régimen de Adolf Hitler. La historia del criminal de masas, que vivió aquí en la más absoluta impunidad, y su vinculación con el caso de la desaparición posterior de la joven argentina Norma Penjerek son los ejes de �La caza de Eichmann�, el documental que esta noche a las 22 ofrecerá al público la señal de cable Infinito.
El documental recuerda que, tras la caída del Tercer Reich, Eichmann fue uno de los criminales nazis que encontró refugio en el sur de América. A través de entrevistas realizadas a historiadores, sobrevivientes del Holocausto y del testimonio de Peter Malkin, el hombre del Mossad que lideró el operativo en la Argentina, el programa intenta develar la vida que llevó en el país ese personaje de apariencia tímida.
El programa comienza contando el largo viaje Eichmann hasta la Argentina que gobernaba Juan Domingo Perón, donde vivió bajo la identidad falsa de Ricardo Klement. Según el documental, Eichmann habría entrado al país con un pasaporte de la Cruz Roja. Apenas arribado, consiguió trabajo en una empresa de Carlos Fuldner, un funcionario menor del gobierno peronista que había sido capitán de las SS durante la Segunda Guerra. Luego de unos años en el noroeste, decidió trasladarse a Buenos Aires para reencontrarse con su familia. Allí fue detectado por el poderoso servicio de inteligencia israelí, unos años más tarde, y secuestrado para que se llevara a cabo el juicio que la humanidad se debía.
Es que ya en Buenos Aires, y con la caída de Perón, la familia Eichmann quedó abandonada a su propia capacidad de conseguir recursos. El tal Klement y los suyos se instalaron en una humilde casa, sin agua corriente ni energía eléctrica, ubicada en la localidad de San Fernando. A pesar del bajo perfil de todos, la relación amorosa que su hijo entabló con una adolescente de padres judíos fue el detonador de su posterior detención.
El juicio a Eichmann se desarrolló en medio de una gran conmoción internacional. El documental sostiene que la ejecución del jerarca nazi trajo encadenada otra muerte: la de Norma Penjerek, hija de uno de los hombres que reveló el paradero de Eichmann. Esta muerte habría sido responsabilidad de un grupo neonazi argentino, como venganza por lo que consideraba una delación. En su momento, el �caso Penjerek� fue uno de los más relevantes de esa zona en que las noticias policiales y las políticas se cruzan y confunden.
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