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�Ahora que canto tangos, 
transpiro la camiseta�

Julia Zenko dice que en los últimos años cambió su manera de cantar y se siente �más liberada�. Hoy presentará en el Alvear su último cd, �Tango por vos�, dedicado a la memoria de su padre.


Zenko interpreta fundamentalmente composiciones de Piazzolla.
La cantante se volcó profesionalmente al tango a partir de 1997.

 

Por Fernando D�Addario

El zigzagueante camino profesional de Julia Zenko podría encontrar, a falta de mayores precisiones, una justificación familiar. El padre cantaba tangos, a la madre le gustaban Sandro y Raphael y su hermano, militante político, favorecía su inclinación por referentes como Daniel Viglietti y Víctor Heredia. Este tráfico cruzado de influencias decantó en una intérprete estilísticamente movediza, aunque afirmada fronteras adentro de esa vaguedad llamada �música popular argentina�. En los últimos años, de todos modos, prevalecieron los genes paternos. La cantante (técnicamente, una de las más dotadas del país) optó por el tango. Su flamante cd, Tango por vos, está dedicado precisamente a la memoria de su padre, fallecido el año pasado. Eran tantas sus ganas de editar este disco, que pasó por encima de las limitaciones presupuestarias: como no alcanzaba el dinero para grabar doce temas nuevos, se grabaron sólo seis, y se completó el álbum con otras seis canciones de su cd anterior, Julia de Buenos Aires. �Este disco lo tenía que sacar sí o sí�, dice la intérprete en la entrevista con Página/12. Incluye trece temas, la mayoría (�Adiós Nonino�, �Renaceré�, �Balada para mi muerte�, �Balada para un loco�, entre otros) de ellos con la firma de Astor Piazzolla. Apenas tuvo tiempo para escucharlo: acaba de volver de una gira por Holanda y esta noche lo presenta en el Teatro Alvear. La presencia ausente de su padre es muy fuerte en este trabajo, tanto que hay al menos dos temas, �Sin piel� (Eladia Blázquez) y �Barco quieto� (María Elena Walsh), que grabó pensando en él. Y otro, �Chau, no va más� (Virgilio Expósito), que ni siquiera pudo cantar: �Antes de morir, mi viejo me había dado un casete en el que cantaba Goyeneche. Y eligió especialmente un tango, que era como una despedida, y quería que lo cantara. Era �Chau no va más�. Después de que murió, no lo pude grabar. Y es el día de hoy que no puedo cantarlo porque me quiebro�, dice. 
Zenko sabe que es una cantante tanguera sui generis. Una condición que se potencia cuando enfrenta el repertorio más transitado de Piazzolla (�aunque de las mujeres, salvo Amelita y Susana Rinaldi, ninguna se metió a fondo con Piazzolla�, aclara). Intenta, entonces, que su personalidad interpretativa se imponga sobre la previsibilidad del repertorio. �No quiero ser un género �señala�. Sueño con imponer mi personalidad, mi forma de encarar diversas composiciones. Pero no me interesa pertenecer a ningún ghetto. Soy de familia judía, y desde chica todas las formas de fanatismo y las mentes cerradas me exacerban, me provocan rebeldía. Algunos tangueros me quieren, otros me critican. Llegaron a decirme: �Justo te fuiste a meter con Piazzolla...�. Y la verdad es que ése es el tango que más siento para cantar. Lo arrabalero me gusta para escucharlo, pero no me sale interpretarlo. No es lo mío. También me pasa que en Europa me encuentro con gente obsesiva del tango, gente que investiga, y me preguntan por tal tema, tal compositor, y conmigo van muertos, porque yo no sé mucho de tango.�
�¿Desde dónde se acercó al tango?
�Como dice Ferrer, el tango es una forma de vida. Si es así, por el sentimiento, yo soy el tango. Lo tengo adentro. Me crié en La Paternal, con mi viejo jugando al dominó, el bar de la esquina, el truco, soy nostálgica, me siento cómoda comiendo en un bodegón. ¿Eso no es el tango? Pero, bueno, tampoco creo que tenga que andar demostrando nada. 
�Pero, profesionalmente, el tango le cayó casi por sorpresa.
�Lo que puedo decir es que me cayó justo, y me benefició profesionalmente. Todo el tiempo, en mi carrera, estuve buscando cosas, pero tengo que reconocer que María de Buenos Aires no sabía ni lo que era. Después me enteré de que en su momento, cuando se estrenó, había sido un fracaso tremendo. Aún hoy, a los tangueros Gidón Kremer mucho no les gusta. Y al �europeo tanguero� tampoco. Tiene mejor llegada en gente a la que, simplemente, le gusta la música. El tanguero de ley quiere mugre...
�Y su estilo no tiene mugre.
�No, aunque cambié bastante. Cuando grabé �Balada para un loco� estaba bastante asustada, porque me pareció que me estaba metiendo en camisa de once varas. Pero cuando la canto en vivo, me juego mucho más. �Raspo� más, transpiro la camiseta. Aunque siempre dentro de lo que yo considero �cantar�. No compro eso de la voz de alcohol y puchos... Goyeneche hubo uno solo. Si no, fijate Gardel. ¿Hay una voz más clara y afinada que la de él?
�¿Se pueden cantar de la misma manera géneros distintos?
�Yo cambié mi manera de cantar por el tango. Antes criticaba al que sobreinterpretaba, al que exageraba. Pero con el tiempo me di cuenta de que era un prejuicio que a mí me enfriaba. Ahora, si tengo que abrir las piernas arriba del escenario, agacharme, moverme, lo hago. El tango me permitió liberarme.

 

 

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