Por Claudio Zlotnik
Domingo Cavallo puede echar
mano a diversas estrategias para ganar tiempo e intentar dejar atrás
la crisis: cosmética contable para dibujar el déficit cero,
traer a Buenos Aires las reservas del Banco Central para inflarlas o negociar
un waiver con el Fondo Monetario. Hasta ahora, lo que no pudo hacer fue
regenerar la confianza de los ahorristas. Sin pausa, los depósitos
huyen de los bancos, sin importar el empeño que pone el ministro
prometiendo un futuro tranquilo y un crecimiento vigoroso de la economía.
En lo que va del mes, del sistema financiero se fueron 2653 millones.
Y si se compara el momento actual con el pico máximo de fines de
febrero, la huida trepa a 15.347 millones. El viernes, último dato
disponible, fugaron 343 millones.
En total, los depósitos suman 72.310 millones, aunque si sólo
se toman en cuenta a las colocaciones de empresas y particulares el monto
disminuye a 63.311 millones. La fuga de depósitos, que se había
detenido hacia fines de agosto con el envío de fondos frescos por
parte del FMI, recomenzó hace un mes cuando quedó en claro
que Economía no podría cumplir con la meta de déficit
cero y Cavallo se largaba a una reestructuración de la deuda sin
colchón financiero (garantías). El viernes pasado, las colocaciones
totales cayeron en 343 millones, de los cuales 128 millones salieron de
los plazos fijos. En el caso del sector privado, la salida resultó
de 288 y 97 millones, respectivamente.
Semejante salida de capitales golpeó a las reservas internacionales
del sistema financiero. Cayeron en 15.000 millones en los últimos
nueve meses. Ante ese panorama, Cavallo maquilló las estadísticas.
Primero obligó a los bancos a sacar los 2400 millones que tenían
inmovilizados en el Deutsche Bank de Nueva York y depositarlos en el Central.
Y ayer, el BC modificó la manera de computar los pases activos
(préstamos a los bancos con garantía de títulos públicos),
con lo cual ahora puede demostrar un incremento de las reservas de 2370
millones. A cambio, incrementó en la misma proporción los
pasivos monetarios y ensució la calidad de la Convertibilidad.
Hasta el jueves pasado, sobre el total de las reservas líquidas
del Central sólo el 1,5 por ciento eran bonos (278 millones). Un
día más tarde, esa relación saltó al 16 por
ciento (2882 millones). En el Banco Central dieron una explicación.
El objetivo es ser más transparente. No puede realizarse
el mismo tratamiento estadístico si los pases se hacen a un día,
como antes, que si se concretan a plazos mayores, dijo a este diario
Amalia Martínez, directora del BC. El cambio quedó a la
vista: las reservas internacionales crecieron en una sola jornada de 18.888
a 21.262 millones de dólares como pase de magia.
Lejos de cualquier ilusión, los expertos de la city se manejan
sin tanta contabilidad creativa. Si el FMI no desembolsa fondos frescos
antes de que expire el año, sostienen, la Argentina caerá
en default. Concretamente, hay varios trabajos que circulan en el mercado
dando cuenta de que el canje internacional será no más que
una quimera en caso de que Cavallo no consiga las garantías de
los organismos.
A cambio de concretar el desembolso de 1260 millones, el Fondo está
reclamando un fuerte ajuste en las cuentas públicas. La misión
técnica que está en Buenos Aires descree del cálculo
oficial sobre una recuperación del 1,4 por ciento en la recaudación.
Y ya transmitió a los funcionarios que la única manera de
hacer creíble el proyecto de Presupuesto 2002 es achicando gastos:
se descuenta que la recaudación impositiva seguirá siendo
muy pobre. Por cada punto que cae la recaudación, el Estado junta
400 millones de dólares menos en términos anuales. Según
la óptica de algunos financistas, Cavallo sólo podrá
ilusionarse con un megatrueque internacional si llega a un acuerdo con
el FMI. En ese sentido, anoche, Economía debió salir al
cruce de una versión que daba cuenta de un supuesto pedido del
Fondo a favor de una devaluación. El rumor inquietó a los
financistas, y el riesgo país subió 131 puntos, hasta los
2908.
Remitente: Domingo
Cavallo
Domingo Cavallo aseguró a los acreedores del exterior en
una carta que les envió la semana pasada, que el canje de
deuda será equitativo y señaló que desea mantener
un diálogo constructivo con los inversores. La
misiva, escrita en inglés, está fechada el 20 de noviembre
y fue difundida ayer por la Emerging Markets Creditors Association,
cuyos miembros expresaron sus reparos al canje de deuda. La carta
dice que el gobierno argentino está decidido a aplicar
este plan cooperando estrechamente con nuestros acreedores privados
y con las instituciones financieras multilaterales. El
menú de opciones disponible para cambiar el perfil de la
deuda será comprensivo y equitativo y será preparado
con el beneficio de un diálogo constructivo con nuestros
acreedores, agrega la carta.
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SE
POSTERGA UNA SEMANA EL CANJE PARA LOS MINORIsTAS
Definen condiciones para la Fase II
A pedido de los bancos, el tramo
minorista del canje local se postergó por una semana, hasta el
viernes 7. Se considera minoristas a aquellos que posean bonos hasta 100.000
pesos de valor nominal. En tanto, Daniel Marx reveló ayer características
que tendrá el canje internacional: habrá un menú
de nuevos bonos, que los inversores podrán seleccionar de acuerdo
con su jurisdicción y las condiciones de los viejos
títulos. Se prevén varias operaciones simultáneas.
Antes de llegar al canje internacional, Domingo Cavallo debe enfrentar
el tramo local. Ayer, Marx mantuvo un encuentro con los banqueros y éstos
le pidieron postergar por una semana el cierre de las presentaciones de
inversores minoristas. Se estima que éstos poseen títulos
por unos 10.000 millones. En el propio Palacio de Hacienda estiman que
la operación reunirá entre 40 y 45 mil millones. Los bancos
concurrirán con unos 15.500 millones, a los que se sumarán
18.000 millones de las AFJP y 4000 millones de las compañías
de seguro. Todavía se desconoce si podrán ingresar los 1000
millones de los fondos comunes de inversión.
A esta altura, la pelea entre Economía y los bancos se limita a
la reestructuración de la deuda de las provincias, que suma un
total de 8000 millones. Las entidades financieras se niegan a rebajar
del 24 al 7 por ciento anual la tasa de interés de los préstamos
que otorgaron a los distritos del interior. Alegan que si realizan ese
canje se verían afectados sus balances muy negativamente. En cambio,
proponen una solución intermediada: bajar los costos hasta una
tasa variable, la tasa de encuesta de plazos fijos que realiza el Banco
Central, más una suma fija de 100 o 200 puntos básicos adicionales.
Esa tasa ronda entre 11 y 12 por ciento anual. El problema para Cavallo
es que ya se comprometió frente a los gobernadores a interceder
para bajarles los costos de la deuda al 7 por ciento. En torno de este
tema, un directivo de una AFJP desmintió, en diálogo con
este diario, que las administradoras pudieran hacerse cargo de las deudas
provinciales, tal como había trascendido durante la tarde.
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