Por Felipe Yapur
Fue una especie de dos sesiones
en una. La primera fue maratónica en cifras: 73 leyes y 225 resoluciones
y comunicados. Todas aprobadas por unanimidad. Entre las que se destaca
la inclusión en el Código Penal del delito de desaparición
forzada de personas. Ya entrada la noche, la Cámara baja comenzaba
la segunda parte, donde se debatían aquellos proyectos que no contaban
con el visto bueno de la mayoría. Al cierre de esta edición,
se aprobaba en general la Ley de Inteligencia que ya cuenta con media
sanción del Senado. El tratamiento en particular continuaría
hoy, después del mediodía, porque había consenso
para pasar a un cuarto intermedio. Cuando el encuentro finalice habrá
terminado el año para los diputados, fruto de un acuerdo que alcanzaron
los dos bloques mayoritarios.
La de ayer también fue la última sesión para Rafael
Pascual como presidente del cuerpo. Y si bien no pudo pronunciar un discurso
de despedida, lo reemplazó con la lectura de los títulos
de los 73 proyectos de ley que se presentaron y condujo la aprobación
de cada uno de ellos: Hoy me están haciendo trabajar,
dijo con tono jocoso, provocando la risa de algunos de sus correligionarios
que lo miraban con cierta nostalgia.
También fue la sesión de despedida de aquellos diputados
que a partir de diciembre asumen como senadores. Entre ellos estaba el
misionero Ramón Puerta, quien además se prepara para ser
elegido como presidente provisional de la Cámara alta.
Pero Puerta no se pudo retirar de la Cámara baja sin un rasguño.
Cuando se dirigía al recinto se encontró con un grupo de
pequeños productores yerbateros de su provincia. Puerta no pudo
evitarlos y debió escuchar el reclamo que le hicieron. Le pidieron
que garantice la aprobación de la ley que crea el Instituto Nacional
de la Yerba Mate que blanqueará la cadena de producción.
Ramón, nos estamos muriendo de hambre. Hasta la AFIP reconoce
que el costo de nuestra producción de 16 centavos por kilo y nos
están pagando dos centavos. ¿Entendés?, le
explicaron. Yo estoy con ustedes se escudó el diputado
misionero. A mí me conviene esta ley porque soy el productor
más grande de yerba mate de Misiones. Pero les advierto que el
radicalismo es mayoría en Diputados. En todo caso, yo les garantizo
que en el Senado se aprueba. Ahí mando yo, dijo a manera
de anticipo de lo que puede suceder a partir de diciembre. Lo que no dijo
el legislador es que si este proyecto no es aprobado en la sesión
pasará para el año próximo.
Para llegar a la sesión de ayer se necesitaron varios días
de negociaciones entre justicialistas y radicales que tuvieron a Eduardo
Camaño y Mario Negri, respectivamente, como los principales protagonistas.
El acuerdo le garantizó a la oposición la aprobación
de cientos de proyectos, muchos de los cuales hacían las veces
de despedida de varios legisladores que culminan su mandato el próximo
10 de diciembre. Para el oficialismo, en tanto, garantizó la no
inclusión de un tema más que espinazo: la derogación
de los superpoderes. De esta manera al realizarse esta sesión extraordinaria
ya no se concretará la última del período ordinario
donde sí estaba incluido este proyecto.
Alcanzado este acuerdo, no había motivos parar no sesionar. Y recién
pasadas las 19 los diputados comenzaron a sentarse en sus bancas.
Con la sola lectura del título de los proyectos, la Cámara
baja fue aprobando normas como la Ley de Mecenazgo, que permite desgravar
del impuesto a las ganancias las donaciones para proyectos culturales,
la declaración de Ushuauaia como Capital Nacional de la Escultura
de la Nieve, la derogación del decreto que generaba limitaciones
para la pesca del calamar, la prohibición del radar fotográfico
para el control vehicular en las rutas nacionales, la declaración
como monumento nacional la casa de Cruz del Eje, Córdoba, donde
habitó el ex presidente Arturo Illia y la obligación de
las empresas poseedoras de PCB de presentar,antes del 2005, un programa
de eliminación o descontaminación de los aparatos que usen
este refrigerante cancerígeno.
Pasada las 23, el cuerpo comenzó a debatir aquellos proyectos que
no contaban con acuerdo unánime. El primero de ellos fue la Ley
de Inteligencia que llegó desde el Senado. Al cierre de esta edición
el cuerpo la aprobaba en general. Se trata de un proyecto que sigue prohibiendo
a las Fuerzas Armas el ejercicio de la inteligencia interior.
De ser así, y tras aprobar esta norma restaría el tratamiento
de la modificación del impuesto a las ganancias, el agravamiento
de las penas para los asesinatos de policías y los cambios al sistema
de jubilaciones y pensiones, a fin de permitir pasar del sistema privado
al régimen de reparto. Estos proyectos prometen largos debates.
En cambio, prometen rápido tratamiento los proyectos para acotar
al siete por ciento el porcentaje que retendrán los bancos privados
de los fondos coparticipables y la suspensión por 180 días
hábiles de la ejecución de todas las sentencias y trámites
procesales correspondientes a concursos preventivos, quiebras, obligaciones
bancarias y ejecución de hipotecas.
La jura en peligro
Las demoras en el pronunciamiento de la Justicia electoral frente
a diversas impugnaciones de las elecciones del 14 de octubre pasado
impedirá jurar mañana a los senadores electos por
la provincia y la ciudad de Buenos Aires. La imposibilidad de que
juren los porteños Rodolfo Terragno, Vilma Ibarra y Alfredo
Bravo radica en que Gustavo Beliz sigue cuestionando el escrutinio
y reclama el lugar del socialista las bancas de los aliancistas
no están en discusión y la Justicia aún
no emitió su pronunciamiento final al respecto. Como
siga así la cosa voy a asumir en marzo, cuando ya no quede
ni un cargo en ninguna comisión, se quejó ayer
Bravo. En la provincia los cuestionamientos pesan sobre la elección
de diputados, pero eso demoró la proclamación de todos
los que resultaron electos. Para que puedan jurar los peronistas
Eduardo Duhalde y Mabel Müller y el radical Raúl Alfonsín
la Justicia debería remitir al menos al Senado el escrutinio
provisorio, aunque los tiempos juegan en contra. De todos modos,
el peronista Jorge Yoma, presidente saliente de la Comisión
de Asuntos Constitucionales, reconoció que se están
haciendo gestiones para acelerar el trámite porque una
jura sin personalidades como Duhalde o Alfonsín pierde brillo.
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Somos correligionarios
pero no amigos
La definición de las autoridades de los bloques suele resultar
de una larga negociación. Y por lo general, se llegan tras
varias amenazas de ruptura. Algo de esto está pasando en
el bloque de diputados radicales, donde una veintena de legisladores
encolumnados en el alfonsinismo y el terragnismo amenazaron
con separarse de la bancada ante la insistencia de los delarruistas
por hacerse de la presidencia del bloque y de la vicepresidencia
segunda de la Cámara baja.
Los legisladores que responden al Presidente son, a pesar de que
cause sorpresa, mayoría en el bloque. Estos le anticiparon
a esta especie de sector opositor que la presidencia del bloque
recaería una vez más en manos del catamarqueño
Horacio Pernasetti. En tanto que la vicepresidencia segunda del
cuerpo la pretenden para el chubutense Fortunato Cambareri.
Los alfonsinistas pusieron el grito en el cielo. Estos quieren que
el puesto de Cambareri para Jesús Rodríguez.
Estamos hartos de que nos quieran imponer el número
siempre y no podamos discutir de política y que quedemos
siempre relegados, se quejaron integrantes de este sector.
El clima que se vivió ayer en una reunión que se realizó
en el despacho del cordobés Mario Negri ayer fue caldeado.
Y se puso peor cuando los federales, como se hacen llamar
los delarruistas, ofrecieran a los opositores las vicepresidencias
primera, la tercera y la Tesorería de la bancada del bloque.
Fue así que Jesús Rodríguez, Leopoldo Moreau,
Margarita Stolbizer, Aldo Neri, Alejandro Nieva, Eduardo Santín
y Carlos Iparraguirre se retiraron amenazando con la ruptura frente
a la atónita mirada de Pernasetti.
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