Decidió bajar del taxi
para continuar su discusión con otro chofer. Apenas lo abandonó,
su auto cobró vida propia: se deslizó por la pendiente de
la avenida Hipólito Yrigoyen y no paró hasta la estación
Plaza de Mayo, en la mismísima vereda de la Casa Rosada. Al taxi
se lo tragó la boca del subte. Literalmente, porque quedó
incrustado sobre la escalera, de frente a un cartel publicitario. Un hombre
que pedía monedas al pie de los escalones se corrió a tiempo
para salvar su vida, pero resultó herido en una mano. Por insólito,
el accidente se convirtió en show y el desfile de curiosos y turistas
que andaban por la zona no cesó hasta que retiraron el auto.
Eran casi las 17.30 de ayer cuando el auto de la empresa de radiotaxis
FM irrumpió en la estación de la línea A ubicada
en Yrigoyen y Balcarce, en una de las esquinas de la Casa de Gobierno.
Claudio Medina, el conductor, se había bajado a hablar con otro
chofer de una empresa competidora. Pasó lo que nadie podría
haber previsto: el auto estaba en marcha y sin freno de mano, y la calle
allí tiene una ligera pendiente hacia la boca del subte.
Fue una fatalidad que le puede pasar a cualquiera señaló
José Ibarra, socio de la compañía de radiotaxis.
Hubo una disputa por un pasajero entre nuestro móvil y uno de otra
empresa; con la falta de trabajo a veces se generan estas discusiones.
Una vez que el auto dio el primer giro en sus ruedas, fue imposible detenerlo.
Un policía que estaba de custodia trató de frenarlo, pero
no pudo, aunque no resultó lesionado. En cambio, un hombre de 70
años que mendigaba justo al final de la escalera sufrió
un corte en una mano, una herida que no fue mayor porque al ver que se
le venía encima el taxi alcanzó a correrse un poco. Fue
asistido por personal del SAME y derivado al Hospital Argerich.
Afortunadamente en ese momento no había gente ni bajando
ni subiendo las escaleras, dijo el subcomisario Daniel Juan Fernández,
titular de la comisaría segunda. El dueño de los radiotaxis
le dijo a Página/12 que fue una desgracia con suerte, porque
a esa hora mucha gente toma el subte y si hubiera habido más personas
las hubiera pasado por arriba.
Bomberos de la Policía Federal lograron retirar el automóvil
que tenía la trompa abollada y las luces rotas de la
boca del subte y estacionarlo sobre Yrigoyen.
En tanto, el subsecretario de Tránsito y Transporte porteño,
Horacio Blot, explicó que se analizarán las condiciones
técnicas del vehículo y el comportamiento del chofer. Podemos
hasta llegar a retirar la licencia del conductor y cancelar la habilitación
del coche, indicó. Sin embargo, José Ibarra sostuvo
que Medina nunca tuvo ningún inconveniente en su trabajo
y que el taxi tiene todos los papeles en regla.
Turistas extranjeros que realizaban el tradicional paseo por la Plaza
de Mayo se convirtieron en improvisados corresponsales y no pararon de
sacar fotos del extraño incidente. No sé cómo,
pero el taxi se metió hasta abajo de todo, dijo un hombre
que todavía no entendía que había pasado. Una mujer
se sumó a la charla y agegró que el chofer se tiró
del coche. Un joven de traje y corbata bromeó: Seguro
que el que venía arriba le dijo déjame en el subte
que se me hace tarde.
Discapacitados en
protesta
Por segunda vez en quince días, cientos de personas con
discapacidades acamparon en la Plaza de Mayo y entregaron un petitorio
al presidente Fernando de la Rúa, en reclamo del envío
de fondos destinados al pago de servicios asistenciales que reciben
8500 chicos y adultos con discapacidades. La deuda asciende
a 18 millones de pesos, explicó el sacerdote Pablo
Molero, representantes del Foro PRO. Unas cien camas, con colchones
y muebles que recrean los ambientes donde son atendidas las personas
discapacitadas, fueron instalados en la plaza.
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