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LOS DATOS DEL CENSO EN LA CAPITAL:
CRECEN LA ZONAS MAS POBRES Y CAEN LAS MAS RICAS
Radiografía de una ciudad que cambió de cara

La caída de la población en Capital, según los últimos datos, fue del 7,1 por ciento. Lo único que creció fue el sur: Soldati y Lugano son las dos zonas que experimentaron un fuerte aumento. En cambio, en el centro y en barrios como Belgrano, Retiro o Caballito, la baja fue significativa. Los especialistas analizan el nuevo retrato porteño.

Por Alejandra Dandan

El sur no sólo existe: es lo único que crece. La nueva imagen poscensal de la Capital Federal es un retrato tras la década menemista. Sólo crecieron las zonas más pobres. Lugano y Soldati fueron los únicos barrios que aumentaron de población. Tienen, respectivamente, 11,8 y 29,8 por ciento más de habitantes que en el ‘91. Estos datos asombran cuando se toman en cuenta los números totales de la Capital. El Departamento de Estadística de la Ciudad terminó de procesar las planillas censales y, ahora sí, está en condiciones de decir que de acuerdo al relevamiento hay 211.216 porteños menos. Esta caída representa un 7,1 por ciento y se potencia en los barrios más ricos como Belgrano, Palermo y Retiro. Pocos se atreven aún a hablar de un fuerte éxodo de los sectores acomodados hacia los barrios cerrados, pero esta tendencia parece confirmarse con los datos de la provincia de Buenos Aires: allí los distritos con desarrollo de countries han crecido hasta 50 por ciento.
Los números de la Capital son controvertidos. Existieron fallas durante la realización de encuestas que dificultan cualquier evaluación. Hubo casas que no fueron censadas, viviendas vacías y gente que no abrió la puerta frente al encuestador. Estos tres factores relativizan la solidez de los datos. Sin embargo, no cambiarán. Victoria Mazzeo, coordinadora general del Censo de Población de la Ciudad, asegura que estos serán los números de los próximos diez años.
–¿Podrán revertirse estos resultados?
–No, salvo que se vuelva a censar.
–Estos datos serán leídos como los resultados definitivos del Censo 2001.
–Sí. Y nosotros los usamos para medir población proyectada: por eso es fundamental el conocimiento fidedigno. Si las omisiones son demasiado altas las podríamos revisar, pero eso es incompatible metodológicamente.
En unos días, cuando el Departamento de Estadística reciba las planillas finales, analizarán los resultados de los distritos con mayor caída para intentar determinar el índice de omisión. Por estudios anteriores, la ciudad sabía que era más la población que se iba de la ciudad que la que entraba, pero en algunos barrios la caída fue tan fuerte que parece un derrumbe:
u El distrito 1, que cubre parte del Centro, Retiro, Barrio Norte y un sector de Palermo, tuvo la caída más importante. Allí hay ahora 227.812, una baja de 18,7 por ciento.
u El distrito 2, Villa Crespo, Almagro y parte de Palermo tiene 233.937, la caída fue 10,9.
u Distrito 9: Belgrano, Núñez y Colegiales la caída fue de 10,7.
Por contraste, no hubo sorpresas con el crecimiento en los barrios del sur. Algunos estudios previos, necesarios para llevar adelante el censo, lo preaunciaban. El pico más alto apareció en Soldati y Pompeya: la población pasó de 57.960 a 75.258, un crecimiento de 29,8 por ciento. En Lugano y el resto del distrito 21 el aumento fue de 11,8 por ciento. “Esto marca un empobrecimiento de la población –dice Mazzeo–, pero aún no sabemos si es producto de una inmigración o desplazamiento interno”.
Aunque nadie se atreve a decirlo, la culpa de todos los males aparece en el Indec. Aquel viernes negro en el que se decidió continuar con el Censo a pesar del voto en contra de los docentes, la Capital no quería seguir adelante. El responsable de Estadística, Diego Moreno, mandó un memorándum al organismo pidiendo un aplazamiento para reemplazar los 6.000 censistas caídos. El Indec no escuchó el reclamo y avanzó ofreciendo tropas propias. Los puestos fueron cubiertos con empleados públicos de Nación, del gobierno porteño y de las Fuerzas Armadas. “Muchos llegaron tarde, faltaba material y todo se fue atrasando: por eso sospechamos que parte de las viviendas quedaron afuera”, dice Mazzeo. Los primeros fallas se conocieron apenas terminó el Censo. Una estampida de reclamos saturó las líneas del Indec y de Estadística. Los reclamos fueron tantos que provocaron un operativo fuera de término. Esto quedó reflejado en los números. El fin de semana del Censo se encuestaron a 2.729.486. En los días siguientes, y hasta el martes 27, aparecieron 24.718 encuestados más. Hasta algunos se llegó por los reclamos pero otros aparecieron cuando se corrigieron errores de conteo. Ahora la cuenta final dice que en la Capital hay 2.754.187.
La semana que viene este número aumentará sólo un poco más. En el vaivén, quedaron fuera entre 15 y 20 mil pobladores de la villa 15 y del Bajo Flores que serán sumados entre hoy y el jueves. Con esto se acaba el juego. No se contará a nadie más: “No se hacen más encuestas fuera de término”, asegura nuevamente Mazzeo.
Los que faltan seguirán siendo fantasmas. Son 211.216 con respecto al Censo del ‘91. Pero son todavía más si se miran las proyecciones: la Ciudad esperaba más de 3 millones de habitantes. Por las mediciones hechas a partir del crecimiento vegetativo, los porteños deberían ser algo así como 3.019.000 o sea, que la caída sobre estos números ahora es de 8,8 por ciento. Una de las razones de la caída que nadie discute, es la disminución de hijos por mujer. En la Capital ese indicador ya era bajo y ahora cayó un punto más que en el país: la tasa global de fecundidad pasó de 2,8 por ciento a 1,8 por ciento.
–¿Consideran posible un éxodo tan grande?
–No hay tanta emigración negativa. Existen tres hipótesis, mortalidad, natalidad o migración. Las primeras se miden con el crecimiento vegetativo, lo que no se puede controlar es la migración. Pero que 200 mil personas se hayan ido es muy poco probable.

 

Cuál bajó, cuál subió

Diferencia con 1991

Distrito I (San Nicolás, Retiro, Recoleta) -18.7
Distrito II (Abasto, Balvanera, Barrio Norte, Almagro) -10.9
Distrito III (Montserrat, Balvanera) -14.1
Distrito IV (Puerto Madero, La Boca, San Telmo) -9,7
Distrito V (Barracas, Parque Patricios) -3.2
Distrito VI (San Cristóbal) -6.1
Distrito VII (Caballito, Villa Crespo) -6.5
Distrito VIII (Boedo, Parque Chacabuco) -9.5
Distrito IX (Palermo, Colegiales) -10.7
Distrito X (Belgrano, Núñez, Saavedra) -7.5
Distrito XI (Flores) -5.3
Distrito XII (Flores, Floresta) -5.7
Distrito XIII (Parque Avellaneda) -0.0
Distrito XIV (Colegiales, Chacarita, Villa Ortúzar Paternal) -5.3
Distrito XV (Saavedra, Villa Urquiza) -7.0
Distrito XVI (Villa Devoto) -4.3
Distrito XVII (Villa Real, Monte Cristo, Devoto) -6.8
Distrito XVIII (Villa Luro, Liniers) -4.7
Distrito XIX (Soldati, Nueva Pompeya) 29.8
Distrito XX (Mataderos, Lugano) -2.8
Distrito XXI (Lugano, Villa Riachuelo) 11.8

Fuente: Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires. (Los barrios aparecen sólo como orientación.)

 

LA OPINION DE LOS ESPECIALISTAS SOBRE EL CAMBIO EN LA CIUDAD
Menos fecundidad y más countries

Por Horacio Cecchi

La caída en la tasa de fecundidad, la emigración al exterior y la mudanza de los sectores pudientes hacia barrios cerrados y countries de la zona Norte fueron los motivos que más convocaron las hipótesis de sociólogos, demógrafos, arquitectos y economistas, para explicar el fuerte descenso de población registrado por primera vez en la historia de los porteños. El descenso del 18,7 por ciento en el distrito I, que corresponde al Centro, Retiro y Recoleta, resultó parte de una tendencia verificada en censos anteriores por ampliación del sector comercial y financiero. Pero el fuerte descenso general de prácticamente la totalidad de los barrios fue lo que más sorprendió a los expertos. El crecimiento de Lugano y Soldati (29,8 y 11,8 respectivamente) aún da paño para el análisis. Por último, ninguno de los especialistas consultados por Página/12 dejó de lado un dato aún en blanco: la omisión calculada como “importante” en el registro censal tras el conflicto con los docentes.
Los datos proporcionados por el Departamento de Estadísticas y Censos porteño, aunque provisorios, ya resultan contundentes: la Capital redujo un 7,1 por ciento en su población, 211.216 personas menos que en 1991.
“Lo sorprendente es la caída generalizada –señaló Héctor Valle, presidente de la Fundación Investigación Para el Desarrollo y ex director del censo del ‘91–. En el centro es esperable que caiga, es una tendencia que ya se verificaba en censos anteriores, por el desarrollo de la actividad comercial y financiera. Pero también cae en zonas como Belgrano o Coghlan. Es muy probable que la población de mayor poder adquisitivo se haya desplazado a zonas de countries, pero hay que esperar los informes oficiales.”
Valle aclaró que “los datos son todavía provisorios y no se puede aventurar hasta no tener más elementos. De todos modos, “como todas las grandes ciudades del mundo –agregó Valle–, Buenos Aires tiene una característica de envejecimiento y estancamiento poblacional”.
Para el economista Ernesto Kritz, director de la Sociedad de Estudios Laborales, existen tres fenómenos que podrían haber interactuado en la fuga de porteños: “La baja es inesperada, porque desde el ‘47 hasta el ‘91 se había mantenido estable. Seguramente influyó la caída en la tasa de fecundidad en todo el país, que de 1,4 pasó a 1, y que constituye una baja mayor a la esperada. Pero la tasa de fecundidad no alcanza a explicar por completo un descenso tan marcado. El otro fenómeno, que vamos a tener que empezar a analizar con mucho cuidado, es el de la emigración del país y que en el caso de la Capital puede estar influyendo. Pero hay otro factor: la salida de sectores importantes de la clase media y media alta a countries y barrios privados. Es seguro que el enorme aumento que tuvo Pilar se debe a una gran afluencia de población de la ciudad.” Kritz mencionó un cuarto elemento a considerar: la omisión censal que aún resta conocer.
“La Capital es un distrito con tasa de fecundidad baja –sostuvo Ruth Sautu, investigadora del Instituto Gino Germani de la UBA. Tiene una amplia proporción de clase media que tiene esa característica. Además, la caída puede deberse a que desde el ‘80 se percibe un decrecimiento en el desplazamiento de población a grandes zonas urbanas. Dentro de estos grandes movimientos, la ciudad de Buenos Aires parece empezar a desconcentrarse. Esto se ve en casi todas las metrópolis de todo el mundo: la población de mejores recursos tiende a alejarse de los ruidos, los vehículos.”
El arquitecto César Vapñasky, profesor de Geografía Urbana en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, trabajó en censos anteriores con un criterio demográfico diferente: tomó a la Capital y al Gran Buenos Aires como una gran aglomeración urbana. El resultado es que, desde su punto de vista, la ciudad no decreció sino que forma parte de un continuo de población en movimiento. “En 1947, en el Gran Buenos Aires y Capital había 4.700.000 habitantes –señaló–. En 1991, era de 11.200.000habitantes. Para semejante incremento, la zona comercial amplió en la misma proporción para atender semejante número de personas. Eso provocó desplazamientos. No se puede decir que la población de la Capital haya descendido.”

 

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