Por Claudio Zlotnik
Esta tarde, Domingo Cavallo
empieza a jugar su última ficha para intentar sacar a la Argentina
del pozo. Será cuando la Oficina Nacional de Crédito Público
comience a ingresar al sistema informático las planillas con las
propuestas de canje de deuda de los bancos, AFJP y compañías
de seguro. A último momento se incluyó en la operación
pasivos del PAMI por 256 millones de dólares. En Economía
confían en que el trueque trepará por lo menos a los 40.000
millones de dólares, pero eso recién podrá estimarse
mañana cuando cierre la operación. Convencidos de que la
Fase 1 será un éxito, cerca de Cavallo ya están
bosquejando el tramo internacional del canje. En el equipo económico
señalan que a los inversores extranjeros les ofrecerán una
tasa de interés que rondará entre 4 y 5 por ciento anual,
por debajo del 7 por ciento que se les prometió a los bancos y
AFJP locales. Por las dudas de que algo salga mal, Cavallo sondea en la
Justicia estadounidense cuáles son sus chances de salir triunfante
ante eventuales pleitos.
En el Palacio de Hacienda niegan de manera contundente la posibilidad
de una quita de capital en la segunda parte del canje. O que se esté
pensando en un default abierto. Sin embargo, estas son las especulaciones
que ganan terreno en la city. Para los financistas, una vez que Cavallo
logre blindar a los bancos con el canje, lo más probable es que
trate de imponer una quita de capital sobre los bonos de los inversores
extranjeros o que directamente deje de pagar la deuda. Bajo estas suposiciones,
el riesgo país volvió a encumbrarse en los 3000 puntos.
Aquellas conjeturas se basan en que, en medio de la caída de la
recaudación y la fuga de reservas del Banco Central, Economía
se quedaría sin los suficientes dólares para afrontar los
vencimientos de la deuda. Pero en el Palacio de Hacienda se desentienden
de esos escenarios. En diálogo con Página/12, la fuente
comentó la estrategia del ministro:
La Fase 2 se iniciaría
durante enero, y Daniel Marx realizará una gira internacional para
presentar la propuesta a los inversores.
A cambio de los viejos
títulos públicos se entregarían bonos con rendimientos
de entre 4 y 5 por ciento anual. El costo definitivo se calculará
cuando finalice el tramo local y Cavallo conozca el ahorro conseguido.
El ministro plantearía una tasa que lo acerque a la pauta de Déficit
Cero para 2002.
En Economía volvieron
a descartar que los organismos internacionales presten garantías
para la Fase 2. Marx presentó ayer sus estimaciones
sobre el canje frente a la misión del FMI.
Al mismo tiempo, Cavallo instruyó
al equipo de abogados que contrató en Nueva York para que consulten
si la Justicia estadounidense fallaría a favor de la Argentina
en caso de que el Gobierno no destruya los viejos títulos
y los contabilice para imponer condiciones en las asambleas que hagan
los acreedores. Este punto es muy importante: tras el canje local, el
Banco Central formará un fideicomiso con los viejos
bonos que quedará en custodia de la Caja de Valores. Pero si el
Estado lograse que en Estados Unidos lo consideren dueño legítimo
de esos bonos, el Gobierno podría obtener victorias legales frente
a los inversores que hagan juicios por el canje internacional.
La cuenta que hacen en el Gobierno incluyen los aportes que hagan los
bancos públicos y privados. En total serán 12.500 millones
por parte de las entidades nucleadas en ABA y 13.000 millones de los que
forman parte de Abappra (este monto incluye la deuda provincial). Otros
17.700 millones provendrán de las AFJP. Y si bien se estima que
las aseguradoras podrían aportar 4000 millones, en el Palacio de
Hacienda piensan que el monto sería inferior debido a que no hay
manera de garantizar la liquidez de esas compañías. También
son una incógnita las participaciones de los fondos comunes de
inversión y de los particulares, que tienen una semana más
de tiempo para presentarse. Entre hoy y mañana también debería
cerrarse un acuerdo para refinanciar las deudas provinciales al 7 por
ciento anual, aunque se postergó una semana la resolución
de la deuda emitida con bonos por los distritos del interior. Hubo
problemas de instrumentación, argumentaron en Economía.
Financistas muy desconfiados
El riesgo país retornó a los alrededores de los
3000 puntos, las acciones volvieron a caer, la tasa interbancaria
saltó al 70 por ciento anual y los depósitos se siguen
yendo de los bancos. En las vísperas de la Fase 1
del canje, la situación financiera continúa complicada.
El lunes pasado (último dato disponible), los plazos fijos
de empresas y particulares cayeron en 409 millones. Ese fue el resultado
del debut de la imposición de la tasa máxima por parte
del Banco Central. Sin embargo, la mayor parte de los fondos permanecieron
en el sistema: los depósitos totales del sector privado cayeron
apenas en 31 millones. La variable de los depósitos se ha
convertido en la clave de la estrategia de Domingo Cavallo. En lo
que va del mes, la sangría ya alcanza los 3080 millones.
En este contexto, la suba del call se explica porque
los bancos más chicos que perdieron depósitos ante
la imposición de una tasa máxima tuvieron que fondearse
pidiéndole prestado a sus colegas más grandes. El
resultado ante la mayor demanda fue el nuevo salto en el costo del
dinero. La fuga de capitales también impactó en las
reservas del Banco Central: el lunes pasado se fueron 230 millones.
En medio de versiones sobre una posible devaluación y la
renovada crisis política, las acciones registraron una caída
del 3 por ciento, aunque con un volumen mínimo de negocios:
apenas 8 millones de pesos.
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�Hacer
los deberes�
Argentina tiene que hacer
los deberes, dijo en Washington el presidente del gobierno español,
José María Aznar. Estados Unidos y España han
trabajado activamente por mandar un mensaje de confianza hacia Argentina.
Espero y deseo que las autoridades argentinas además fortalezcan
un apoyo político interno, estable en el tiempo, que permita efectivamente
recuperar la confianza y credibilidad en su economía, señaló.
Espero que las instituciones internacionales, el Fondo Monetario
Internacional, el Banco Mundial, etcétera, sean sensibles a los
esfuerzos que se establezcan desde Argentina, añadió.
Consultado sobre si pidió ayuda concreta para Argentina al presidente
estadounidense, George W. Bush, en su reunión de ayer por la mañana,
señaló que habló con él de la crisis económica
del país, y que como saben el presidente (Fernando) de la
Rúa y los argentinos, nosotros nos hemos ocupado intensamente de
manifestar elementos profundos de confianza en el futuro de Argentina.
Siempre que he hablado de este tema con el presidente Bush, tengo
que decir que le he encontrado extraordinariamente receptivo, y además
me consta que es así, porque a lo largo de meses pasados hemos
actuado conjuntamente para procurar conseguir una mejora de la situación
en la Argentina, dijo. Días atrás, el mandatario español
se había comprometido ante su par argentino a gestionar el respaldo
de Estados Unidos.
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