Por Ana Bianco
Desde su compañía,
Tornasol Films, el español Gerardo Herrero ha producido o coproducido
desde 1987 más de cuarenta films, entre ellos de cineastas de la
talla del inglés Ken Loach, el mexicano Arturo Ripstein, el portugués
Manoel de Oliveira y el cubano Tomás Gutiérrez Alea. Con
el cine argentino, Tornasol tiene una larga relación, cuyos últimos
frutos son la exitosa El hijo de la novia, de Juan José Campanella,
y la nueva película que ya está preparando Adolfo Aristarain.
Pero Herrero es también director: Malena es un nombre de tango,
Frontera Sur y Territorio Comanche son algunos de sus propios films, a
los que ahora se suma Las razones de mis amigos, que llega hoy a la cartelera
de Buenos Aires después de una exitosa temporada en Madrid. Basado
en la novela La conquista del aire, de Belén Gopegui, Las razones
de mis amigos narra la relación afectiva entre tres amigos inseparables,
que la solicitud de un préstamo de dinero por parte de uno de ellos
resquebraja la fuerte ligazón de amistad sin ninguna posibilidad
de retorno. La película, ambientada en los años 90, se refiere
a la sociedad neoliberal contemporánea y a los valores que de ella
se desprenden. La aceptación masiva del público español
a esta historia pequeña, está dada por la identificación
y cercanía con los personajes. Sobre esto dialogó Herrero
con Página/12, además de adelantar algunos datos sobre el
próximo film Aristarain.
¿Cómo define a Las razones de mis amigos?
Es una película intimista, de personajes y de sentimientos.
Intento buscar el naturalismo y el realismo en personajes contemporáneos.
Construí el casting a partir de la actriz Marta Beláustegui,
que empezó en cine con Malena es un nombre de tango y de ahí
tenemos una relación de amistad, ella me ayuda a buscar actores
y hacer las pruebas. A los actores les sugerí leer El diccionario
de los sentimientos, novelas, ensayos y libros que hablan de los sentimientos,
de las relaciones de pareja y de los cambios sociológicos en la
España de hoy. Los tres amigos de la película han vivido
el final del franquismo, el inicio de la democracia y soportan el peso
de la sociedad capitalista liberal. Vienen de muchos sitios, de aquello
de la época de contra Franco vivíamos mejor. En la época
actual pueden elegir tener hijos o no y además gozar de los beneficios
bancarios que otorgan hipotecas para comprar casas.
¿Qué los une en el presente a los tres amigos de la
historia?
Los une el pasado, la vida estudiantil universitaria y la lucha
política. Algunos de ellos están llenos de contradicciones,
salvo Marta que es la única que se mantiene consecuente con su
ideales. Santiago abandona todo y se convierte en un trepa. Es consciente
de sus acciones, deshace su relación afectiva con una hippie y
establece otra más conveniente que le sirve para su ascenso como
profesor y para su carrera editorial. Los personajes representan a la
sociedad contemporánea urbana con todos los componentes del capitalismo.
Lo difícil era determinar la suma del préstamo. El monto
capaz de cambiar la vida de la gente, en España la cifra es de
dieciocho mil dólares, además del esfuerzo que supone para
el que lo presta y para su pareja también.
¿Qué hay de usted en la película?
Me considero parte de esos personajes, los conozco, se mueven en
mi mundo y en alguna medida es como una autocrítica personal. A
mi me han pedido dinero y yo también he prestado dinero. La película
tiene cosas de mi generación de los de cuarenta y también
de los de treinta. La película la hicimos en trío, porque
está basada en una novela de Belén Gopegui que es de mi
generación y escrita por Angeles que tiene la misma edad de los
personajes. Angeles escribía y nos reuníamos para discutir
y la novelista estaba presente en el rodaje y en el montaje. Actualmente
estoy escribiendo un guión con cada una de ellas por separado.
¿El film evoca en tono nostálgico la época
de la militancia?
Está mi recuerdo personal. Era una época maravillosa,
todos éramos de izquierda y antifranquistas y lógicamente
de la burguesía porque sino era imposible estudiar . Ahora los
ministros del Partido Popular provienen de la extrema izquierda, de la
universidad de esa época. Es una pincelada, un toque para mostrar
en realidad de donde vienen los personajes.
¿El préstamo del dinero pone a prueba las relaciones?
Hablando con gente uno sabe de personas que han pedido dinero y
han prestado dinero. El tema del dinero no se ha reflejado en el cine
y en este caso está relacionado con el amor y la amistad. De ahí
se desprende el éxito de la película, los personajes le
son cercanos al público. El debate que plantea el film es si se
debe prestar o no dinero. Conozco el relato de los que han prestado dinero,
de los que lo han pedido no he podido recoger ninguno. El dinero es el
motor de la sociedad y a veces no hablamos de él porque nos da
vergüenza, pero está muy presente en nuestras vidas y nos
influye en nuestros comportamientos. El dinero es simbólico, pero
en este caso uno cree que las relaciones son más sólidas
de lo que realmente son y el préstamo funciona como detonante.
¿Cómo concibe el film a las relaciones de parejas?
El film también plantea la elección de tener hijos
o no. En la sociedad española el grado de natalidad es decreciente,
se muere más gente de la que nace. Es un debate que va a empezar
a plantearse de parte de los políticos y de las instituciones.
Los españoles no quieren tener hijos y este debate afecta a la
pareja y al crecimiento profesional, con lo que significa tener hijos.
En el film, Santiago rompe con una chica joven porque no concuerda con
su evolución. Carlos está perdiendo a su pareja y no sabe
cómo retenerla. Marta es el personaje más positivo y justamente
tiene la pareja opuesta a la que ella hubiera deseado y finalmente prefiere
estar acompañada y no sola. Hubo una historia que filmé
y la corté porque me pareció innecesaria, es cuando Marta
se relacionaba con otro hombre ocasional.
¿A qué se debió el éxito del film en
España?
Un amigo dice que Freud, no cruzó los Pirineos. Los españoles
no tenemos una mirada hacia dentro, sino hacia fuera y no queremos autocriticarnos
de lo que somos y de lo que hemos sido. Me ha sorprendido lo que ha sucedido
con esta película. Es una historia pequeña y de las que
he filmado es pequeña en cuanto a producción y costos. Eso
es lo que ocurre con el cine, uno nunca sabe que es lo que va funcionar,
sociológicamente no le encuentro explicación. Mi planteamiento
con esta película era muy modesto, con actores nada famosos. No
pensaba que fuera a andar tan bien.
¿En qué etapa se encuentra el nuevo film de Adolfo
Aristarain, que usted produce?
Adolfo está en plena etapa de escritura del guión,
si todo anda bien se filmará a partir de abril del año próximo,
la mayor parte del rodaje será en Argentina y otra parte en España.
Tornasol Films la va a coproducir. La historia gira sobre la Argentina
de ahora. Federico Luppi personifica a un padre que va a España
a buscar a su hijo y regresa y como no puede vivir de su jubilación
intenta montar un negocio. Estoy contento de trabajar nuevamente con Luppi.
La película no tiene nombre definitivo, descarté el provisorio
de La banda porque no me gustaba.
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