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EL GOBIERNO FRENTE A SU ENESIMO VIERNES NEGRO
Cerca del default político

Por José Natanson

Ya es la enésima crisis financiera que vive el Gobierno, y los funcionarios a esta altura están bastante curtidos. Igual, ayer se alarmaron con la disparada del riesgo país y la imagen de las colas que se formaban en los cajeros automáticos. Al final del día, cuando lo peor había pasado, los hombres del Gabinete sacaban sus conclusiones: según decían, el vendaval especulativo se explica por la inminencia del canje de la deuda unido a las presiones prodolarización. Sin embargo, no tenían más remedio que admitir que la debilidad política crónica de la Rosada es la causa fundamental de tanto desbarajuste financiero. “La cosa está tan mal que una chispa mínima arma un gran incendio”, resumía anoche un funcionario cercano al Presidente.
Públicamente, Fernando de la Rúa, Chrystian Colombo, Nicolás Gallo y Juan Pablo Baylac salieron durante todo del día a despejar versiones (ver recuadro). Más allá de las declaraciones, centradas en la necesidad de mantener la calma, lo cierto es que al final de la jornada habían llegado a algunas conclusiones.
Una de las teorías más difundidas que explicaría la ofensiva de los mercados se vincula al contexto internacional. Según explicaban en el Gobierno, el canje de la deuda que se anunció anoche es una experiencia piloto, que no tiene antecedentes en la economía mundial y que, si funciona, sentará precedente.
De acuerdo a esta lectura, esto es justamente lo que muchos bancos quieren evitar: el éxito de la operación –apoyada por el Tesoro de los Estados Unidos– sentaría una jurisprudencia peligrosa para los tenedores de deuda, ya que podría impulsar a otros países emergentes con economías endeudadas –Brasil, Indonesia o Turquía, entre otros– a imitar el ejemplo argentino.
Como parte de este razonamiento, en la Rosada comentaban un reportaje de un diario brasilero a Luiz Inácio “Lula” Da Silva, el candidato a presidente del izquierdista Partido de los Trabajadores, que encabeza las encuestas para las elecciones del año que viene. En la nota, Lula se había preguntado por qué Brasil tenía que seguir pagando tasas de más del 15 por ciento si la Argentina, a través del canje, las había reducido de un plumazo al 7. “Hay una presión que excede el marco nacional”, explicaba un ministro que ayer dialogó del tema con De la Rúa.
En este contexto, la presión prodolarización de algunos bancos se uniría con los temores internacionales: según las explicaciones del Gobierno, esto habría terminado de conformar la ofensiva financiera.
Pero es sólo una de las explicaciones. Hasta los funcionarios más cercanos al Presidente admitían que el vacío político contribuye a fomentar la crisis. Un ejemplo claro es la jornada de ayer: el día arrancó mal desde el vamos, con versiones de todo tipo. Tanto De la Rúa como Cavallo salieron a dar explicaciones al mediodía, pero luego se generó un silencio oficial de varias horas que potenció los rumores sobre la posibilidad de que se decretara un feriado bancario para los primeros días de la semana que viene.
El vacío informativo agudizó la histeria y se formaron colas en los cajeros automático. El vocero Juan Pablo Baylac y el titular del Central, Roque Maccarone, salieron a desmentir la versión recién después de las tres de la tarde, cuando las reservas de los bancos habían caído a niveles inéditos. “Andamos muy mal de reflejos”, admitía un funcionario con despacho en la Rosada.
La anécdota se suma a otros desmanejos del Gobierno: la zigzagueante estrategia oficial (y las contradicciones discursivas) en torno a la designación de Ramón Puerta como virtual vicepresidente, la postergación de la Concertación, la incertidumbre del Gabinete, que podría reformularse nuevamente (ver aparte).
“Es un contexto de debilidad y de aislamiento”, reconocía una importante fuente del Gobierno. “Esperemos que el canje despeje un poco laincertidumbre, que cambie las expectativas, pero hasta que no logremos cerrar un consenso político fuerte las cosas van a seguir difíciles”, concluía.

 


 

POSTERGARON LA JURA DE SAPPIA
El gabinete en magma

Entre todas las versiones que circularon ayer, hubo una que indicaba que los cambios en el Gabinete se realizarán en breve. Aunque desde el Gobierno lo desmintieron, la decisión de postergar la jura de Jorge Sappia como secretario de Trabajo alentó los rumores.
Cerca del ministro José Dumón aseguraban ayer que la jura de Sappia -que tenía previsto asumir ayer su antiguo cargo de viceministro– se pospuso para el martes que viene, para que la ceremonia incluya a otros funcionarios de segunda línea que tienen que jurar.
Sin embargo, en el Gobierno se especulaba con la jura de Sappia, un hombre de excelente relaciones con los gremialistas, se demoraría hasta que la CGT se siente en la mesa de Concertación lanzada por la Rosada. Otro rumor indicaba que Fernando de la Rúa tomó la decisión para despejar las versiones que mencionaban la asunción de Sappia en la secretaría como un paso transitorio a su nombramiento como ministro de Trabajo.
En este esquema, Dumón podría desembarcar en el Ministerio de Justicia, que Jorge de la Rúa tiene ganas de abandonar hace rato. Esta cartera, a su vez, podría fusionarse con Educación, cuestión de reducir el número de estructuras y emitir una señal de austeridad. Lo mismo ocurriría con Desarrollo Social, Seguridad Social y Salud, que también se unificarían en un sólo organismo. Quedarían bajo la órbita de Ramón Mestre, previa renuncia de Héctor Lombardo, que ha profundizado su desgaste por la crisis del PAMI.
Pero la modificación más esperada no es ninguna de estas, sino el desembarco, que todos dan por seguro, del jefe de la Cámara de Diputados, Rafael Pascual, en el Ministerio del Interior. Este ocurrirá después del 10 de diciembre cuando Pascual deje Diptados.

 

Textuales de un día agitado
Fernando de la Rúa: “(El riesgo país mide) las tasas de interés de muchas operaciones, pero no estamos tomando crédito. No debe tomarse eso en cuenta”.
Nicolás Gallo, secretario general de la Presidencia: “Hay gente que ha perdido dinero con la especulación jugando al dólar, a precios que no tienen nada que ver con la ley de convertibilidad, por eso deseo que sigan perdiendo plata”.
Chrystian Colombo, jefe de Gabinete: “Yo creo que la jornada fue muy influenciada por la finalización del canje de deuda local y algunas versiones se han vertido en el mercado financiero por parte de algunos operadores, que están viendo que este proceso de canje de la deuda local va a ser exitoso”.
Juan Pablo Baylac, vocero oficial: “Los argentinos tenemos que tener calma, serenarnos. Estamos haciendo una ingeniería inteligente que va a ser muy eficaz para los intereses del país, como es el canje de la deuda”.

 

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