La Alianza del Norte sigue diciendo
que avanza hacia Kandahar. Estados Unidos continúa bombardeando
la zona. Sus marines siguen operando cerca de la ciudad buscando a Osama
bin Laden. Pero lo verdaderamente novedoso ayer fue el anuncio del subjefe
del Estado Mayor Conjunto norteamericano, general Pete Pace, de que se
está negociando la rendición de la ciudad con los propios
talibanes. Y que quien fuera el último embajador talibán
en el mundo (en Pakistán), Abdul Salam Zaeef, reconoció
que las fuerzas talibanas están muy mal. La Alianza
del Norte arrestó ayer en Mazar-i-Sharif a Ahmed Omar Abdel Rahman,
miembro de la red Al-Qaida. Preocupado por el cerco a esta red y a Bin
Laden, el gobierno norteamericano volvió ayer a poner el dedo en
la llaga sobre un asunto polémico: el envío de tropas internacionales
a Afganistán.
Considero que es prematuro especular sobre la naturaleza exacta
de las operaciones de paz antes de que la guerra termine. Son cosas que
serán aplicadas en forma gradual con el tiempo y es igualmente
prematuro antes que la estructura del gobierno afgano sea definida,
declaró el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer. Reconoció
que Bush espera que llegue el día que las fuerzas de paz
arriben a Afganistán, pero ese día todavía no ha
llegado, ya que la situación en ese país es peligrosa.
La cuestión de las fuerzas de paz está siendo discutido
en la conferencia interafgana en Bonn (ver pág. 14), pero en principio
Estados Unidos no quiere saber nada del asunto mientras continúe
la cacería de Bin Laden, el líder talibán, el molá
Mohammad Omar, y sus colaboradores.
Y la cacería sigue y parece ir cada vez mejor, aunque eso es lo
que se viene diciendo desde hace más de una semana. Estados Unidos
no tiene dudas de que Bin Laden está cerca de Kandahar. Pero el
vicepresidente Dick Cheney dijo que también podría estar
en túneles cercanos a Jalalabad, al este de Kabul, cerca de la
frontera con Pakistán. De allí que los bombardeos de ayer
se hayan concentrado en Kandahar y Jalalabad. En cuanto a los 1000 marines
en Kandahar, el Pentágono confirmó ayer que está
concluido por el momento. El portavoz de la embajada norteamericana
en Pakistán, Kenton Keith, reconoció que Estados Unidos
sufrió bajas en los últimos días, aunque aclaró
bajas no es sinónimos de muertos. El Pentágono
confirmó que un soldado estadounidense murió ayer en Uzbekistán.
El mismo Keith confirmó que la Alianza del Norte ha capturado
a Rahman y esperamos que pueda ser entregado a las autoridades de la coalición
en breve. Rahman tiene 35 años, pertenece a la red Al-Qaida
y es el hijo del jeque ciego Omar Abdel Rahman, condenado en 1995 en Estados
Unidos por el atentado contra el World Trade Center de Nueva York dos
años antes. Rahman fue capturado en Mazar-i-Sharif, lejos de Kandahar
o de Jalalabad, y dijo no saber nada de Bin Laden ni de Omar. Por último,
Keith admitió que hay focos de fuerte resistencia y grupos
armados de combatientes talibanes que siguen luchando.
Pero la situación en Kandahar, centro espiritual talibán
y de la atención norteamericana, indicaría que la resistencia
es cada vez menor. A pesar de lo dicho por Keith, el general Pace dijo
que los talibanes están negociando su rendición.
La cadena británica BBC dijo ayer que en el Pentágono ya
se está hablando de la lucha final en Afganistán.
Los marines norteamericanos habrían tomado una base aérea
en la ciudad y la Alianza del Norte dijo que ya había alcanzado
una de las murallas de Kandahar. La hipótesis de la rendición
de los talibanes en la ciudad, a pesar de las arengas constantes de Omar
para que resistan hasta el final, es la única que podría
explicar que estos avances, en caso de que sean concretos, puedan producirse
con marines y tropas antitalibanes que son claramente insuficientes para
afrontar grandes combates. Una versión sobre estas hipotéticas
negociaciones con los talibanes en Kandahar indicó ayer que Estados
Unidos permitiría escapar a Omar a cambio de la rendición
de la ciudad. Pero el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, la desmintió:
Pienso que es probable que Omar continúe hasta el final del
camino. Según el ex embajador Zaeef ese final estaría
cerca. Las bajas talibanas son innumerables. Ni siquiera tenemos
armamento moderno, no hablemos de armas de destrucción masiva.
Nuestro sistema de comunicaciones está inutilizado, por eso no
conocemos el número exacto de daños, dijo Zaeef. Un
comandante de la Alianza del Norte, Bismilá Khan, dijo otra vez
que en una semana estarán tomando Kandahar, en una acción
coordinada con los marines y con jefes pashtunes antitalibanes. Lo mismo
había ocurrido con Mazar-i-Sharif y Kabul: la Alianza del Norte
anunciaba sus tomas todos los días y ocurrió al cabo de
semanas. Pero eso sí: cuando ambas cayeron, lo hicieron de golpe.
Claves
Ayer continuó
el asedio a la red Al-Qaida de Bin Laden en Afganistán. Voceros
norteamericanos dijeron que se está negociando la rendición
de los talibanes en Kandahar, la única ciudad importante
que les queda en el país, ubicada en la región donde
estaría Bin Laden. La Alianza del Norte detuvo a Ahmed Rahman,
integrante de la red Al-Qaida, en la norteña Mazar-i-Sharif.
En Bonn (Alemania), la
conferencia interafgana que negocia el futuro afgano sufrió
una deserción: Haji Abdul Qadir, líder pashtún
de la Alianza del Norte, abandonó la reunión por la
falta de representación de su etnia en el futuro diagrama
de poder. Desde Afganistán, el presidente Burhanuddin Rabbani
dijo que los líderes políticos están siendo
forzados a alcanzar un acuerdo en Bonn y que lo sustancial deberá
decidirse en Kabul.
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