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Una miniserie televisiva pensada
para no ser vista por televisión

�Buenos días para todos� es una tira de temática juvenil concebida y exhibida por afuera del mercado tradicional del medio.

Federico Bezenzette y Fabián Forte, dos de los responsables.
La miniserie se verá hoy en el
Centro Cultural Adanbuenosayres.

Por Oscar Ranzani

Hubo una vez cuatro jóvenes estudiantes de Comunicación Social y Cine que se propusieron realizar una serie juvenil por fuera del circuito establecido de difusión en la televisión argentina, abierta y de cable. Así de simple nació “Buen día para todos”, un emprendimiento de ideas, pequeño presupuesto y grandes sueños. Hoy a las 21.30 en el Centro Cultural Adán Buenosayres (Asamblea al 1200, Parque Chacabuco) se podrá ver, con entrada libre y gratuita, una síntesis de los primeros tres capítulos del programa –que ya se habían proyectado en el auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA– y el estreno del cuarto y quinto de esta novedosa propuesta. Los mentores del proyecto son Emiliano Aguerreberry, Ariel Martínez Herrera y Federico Bezenzette (los protagonistas de la serie), quienes a su vez convocaron a otro compañero, Fabián Forte, para que se haga cargo de la dirección. “Fue una idea que surgió en enero como una aventura. Una noche nos habíamos quedado con Emiliano escribiendo guiones de películas que inventábamos. Y a la mañana siguiente, de la nada, les propuse a Emiliano y a Ariel hacer una serie. Entonces, surgió la idea de realizarla con tres protagonistas que interpretamos nosotros mismos. Delineamos sus características básicas y cada uno desde su lugar les dio contenido y riqueza a estos personajes. Luego necesitábamos un director y le propusimos a Fabián”, cuenta Bezenzette en diálogo con Página/12.
La serie tiene un formato de unitario clásico, aunque una idea general sobrevuela cada capítulo: la historia de tres jóvenes marcados por la ausencia y condenados al abandono. Estos amigos se juntan en una casa para establecer una convivencia debido a los problemas familiares que cada uno arrastra. Antes la ausencia de familia (los padres nunca aparecen en la historia), ellos construyen una propia. “Buen día para todos” intenta narrar la cotidianidad de los jóvenes con las situaciones que les toca vivir y a las que se deben enfrentar: un mundo esquivo, problemas amorosos, frustraciones sexuales, la falta de trabajo y la inseguridad en las calles, por ejemplo. El programa, además, tiene la particularidad de ser un trabajo de teatro puesto con una estructura televisiva y, entre sus características estéticas, figuran la filmación con cámara en mano, sonido directo, edición en cámara, textos improvisados y luz natural.
–¿Las técnicas que eligieron responden a los principios del Dogma, o sólo sucede por escasez de recursos?
Fabián Forte: Era con lo que contábamos... Pero, de a poco, se fue convirtiendo en la estética de la serie. No queremos venderla como la mejor porque no es así. Pretendemos hacer algo de muy bajo presupuesto y que a la gente le llame la atención.
–Así como existe un importante movimiento independiente del cine, ¿consideran que sería saludable algo similar en la TV?
F.F.: Totalmente, aunque ya se generó una especie de pequeñas elite bajo el rótulo “independiente”. Ahora se habla de cosas independientes, por ejemplo, de Tinelli y Suar y me parece que ya trascendieron lo independiente, más allá de sus productos que me parecen fabulosos. Lo independiente ahora pasa por la gente que está trabajando desde abajo. El tema es que ahora hay mucha necesidad de comunicar. Conozco muchas personas que están trabajando y que lamentablemente por diferentes problemas que por lo general son económicos, no pueden explayarse porque no tienen un espacio. Lo más valioso de esto es que la gente puede proponerse hacer cosas y que sepan que con muy poco se puede hacer mucho.
Federico Bezenzette: Lo bueno de esta propuesta es que se trata de algo que nunca se hizo. Se realizaron cortos y largos pero no una serie. Entonces se abre un nuevo ámbito de expresión que permite crecer, en donde se puede ver y comprobar la evolución constantemente.
–¿Qué opinión tienen sobre el nivel de la TV actual?
F.F.: Nos nos gusta la TV porque, en estos momentos, con el tema ficción está bastante cerrada. Nosotros nos consideramos un grupo totalmente underporque tenemos muchas ganas de comunicar y de seguir trabajando con esto. Por eso decidimos armar esta miniserie.
F.B.: En la televisión hay cosas buenas pero cada vez más se centran a hablar de lo mismo. En cuanto a las series sobre los jóvenes no tienen por qué ser todas parecidas a “Montaña Rusa” o “Pelito”. Esta historia habla de los jóvenes y trata de hablar en serio acerca de lo que nos pasa.

 

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