Por Horacio Bernades
Hay guerra en el mundo de la
animación, y el mercado del video no podía quedar fuera
de la zona de combate. Como se sabe, los films para niños dominan
el mercado de la venta directa, con los productos Disney marcando el paso
desde los primeros tiempos del video-home. Títulos como La bella
y la bestia o El rey León están entre los más vendedores
de la historia del rubro, tanto a nivel mundial como local. Pero, claro,
Disney reinó sin oposición hasta que, hace más o
menos un lustro, le salió un competidor llamado Dreamworks, que
confirmó lo que dice el refrán sobre las astillas del mismo
palo.
En efecto, uno de los mandamases de Dreamworks (los otros son un tal Spielberg
y David Geffen) es Jeffrey Katzenberg, que no sólo se formó
en el sello del ratoncito sino que es el responsable de su resurgimiento,
desde comienzos de los 90. Cerebro detrás de películas
como La sirenita, Aladdin y La bella y la bestia, Katzenberg se fue de
la megafirma dando un portazo y con ganas de cobrársela. Una vez
en Dreamworks y por supuesto a cargo del departamento Animación,
el señor K tuvo que tragar mucha bilis en los primeros tiempos,
cuando El príncipe de Egipto, su primer intento, no anduvo del
todo bien en boleterías. Pero, cuando Antz se le adelantó
a Bichos en más o menos un mes, Katzenberg y sus socios confirmaron
que las ganas de dar pelea estaban intactas.
Frente al preocupante declive experimentado por Disney desde hace un par
de años (Tarzán, Dinosaurios, Las locuras del emperador
y Atlantis anduvieron por debajo de las expectativas), Katzenberg y los
suyos contraatacaron, a fines del daño pasado, con la arrasadora
Pollitos en fuga, y dieron el mazazo con Shrek. La película del
ogro se dio el gusto de conquistar público y crítica tomándole
el pelo a la historia entera de Disney, desde Blancanieves hasta Pinocho,
pasando por Cenicienta, los animalitos del bosque y siguen las firmas
(no se salvó ni la propia Disneylandia). Con una pequeña
ayudita de sus amigos John Lasseter y Pixar Animation, Disney dio batalla
con ambas Toy Story y la citada Bichos. Desde hace menos de un mes, ambas
compañías levantan alta la frente, de la mano de los irresistibles
bicharracos de Monsters, Inc., que ya preparan su desembarco en nada menos
que 180 salas argentinas. Como para que quede bien claro que saben cómo
asustar a la competencia.
Como no podía ser de otro modo, la pulseada tiene su versión
video. El mes pasado, Disney tiró toda la carne al asador, lanzando
una edición de colección en DVD nada menos que de Blancanieves,
madre superiora de la casa, y batió records de venta. Dreamworks
no podía menos que intentar espantarla con Shrek. En Estados Unidos
acaba de lanzarse su edición especial en DVD. Como Snow White,
viene en dos disquitos e incluye cantidad de bonus adicionales. La guerra
bajó hasta estas playas, primero con la edición de Blancanieves,
que salió en versión remasterizada, en DVD y VHS. El sello
AVH hace lo propio con Shrek, que a partir del miércoles próximo
estará llegando, en ambos formatos, a videoclubes y puntos de venta.
El devedé, que rondará los 30 pesos, incluye, entre sus
adicionales, los ya tradicionales juegos interactivos, making-off, notas
de producción, una escena agregada... ¡y hasta entrevistas
a los personajes!
El VHS andará por debajo de los 20 pesos y también cuenta,
después del final de la película, con esa escenita agregada,
que hará delirar de felicidad a quienes ya lloraron de risa con
la película. Dura unos tres minutos, se llama Shreks
Karaoke Dance Party y cumple las veces de versión extendida
de la antológica fiesta de casamiento. Todos los personajes se
reúnen allí para bailar locamente, al ritmo de un popurrí
de canciones populares y con Pinocho haciendo loopings de Dj. Se recomienda
prestarle atención a la princesa Fiona cuando entona Like
a Virgin, al Hombre de Jengibre, que sacude las muletas al ritmo
de Do you Really Wantto Hurt me? y, sobre todo, a Robin Hood
y sus Muchachos Alegres del Bosque, versionando YMCA.
Si se compara este bonus con el de la edición remasterizada de
Blancanieves, donde Barbra Streisand desparrama chiches vocales en una
versión de Someday my Prince Will Come, se entenderá
por qué la gente de Disney sigue rascándose la cabeza con
preocupación. Pero ya llega Monsters, Inc., que viene rompiendo
records, y allí otro ratoncito cantará. La batalla continúa.
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