Por Eduardo Fabregat
Ya no corresponde hablar de
un caso Nurina, sino más bien de un caso CIE.
Según la documentación a la que tuvo acceso este diario,
la filial chilena del mismo grupo de capitales mexicanos se encuentra
envuelta en una serie de traspasos de dinero similar a la que se produjo
en Argentina. Sólo que en este caso no se trata de Nurina sino
de Christer Holding Inc., otra empresa panameña que no sólo
se constituyó legalmente en la misma fecha que su prima argentina,
sino que además fue inscripta en el registro de Panamá por
las mismas dos personas, cuenta con los mismos directores y dignatarios
y hasta tiene la misma dirección. Las fechas de disolución
de ambas empresas difieren en diez días, y también hay una
diferencia en el dinero depositado en la cuenta de CIE: mientras en Argentina
fueron 8,5 millones de dólares, en Chile se pagó un millón
por los mismos y ambiguos servicios de asesoría, que
fueron ingresados en el banco A. Edwards y luego girados a una cuenta
de este lado de las montañas.
Es una operación por lo menos sorprendente, confió
a Página/12 desde Chile una fuente que pidió reservar su
identidad porque no sé muy bien qué esperar de todo
esto. A partir de la denuncia presentada esta semana por Daniel
Grinbank y que abrió una causa en el juzgado federal del juez Claudio
Bonadío, un ex alto ejecutivo de DG Medios y Producciones SA (nombre
que ostenta la filial en el país trasandino) descubrió un
esquema similar al de CIE Rock and Pop. Conozco bien las empresas
con las que se tiene trato comercial, y los nombres tanto de Nurina como
de Christer Holding me son absolutamente desconocidos, así como
la supuesta función establecida en el contrato, dijo. Ese
contrato, que llevaría la firma del presidente George González,
habilitó el pago de 565.370.000 pesos chilenos, que al cambio de
esa fecha equivalían a un millón de dólares, ingresados
el 29 de setiembre de 2000 en concepto de asesorías extranjeras.
La suma fue asentada en el libro Diario de DG Medios y Producciones SA,
donde también consta su transferencia a una cuenta en dólares
del Banco Edwards, el 4 de octubre. El dinero siguió su recorrido
por otra cuenta del mismo banco, de donde fue transferida ese mismo día
luego de ajustar el monto a 560.850.000 pesos a la cuenta
corriente de CIE R&P SA, es decir Argentina.
El dato es de por sí llamativo, pero el cruzamiento de datos entre
las empresas que generaron esos depósitos no ayuda a disipar las
dudas. El 24 de julio de 2000, Luis Alberto Rodríguez y Luis Antonio
Gordillo suscribieron la Escritura Pública 4932 de la Notaría
Primera del Circuito de Panamá, con la cual quedó legalmente
conformada la firma Nurina Corp, con un capital inicial de mil dólares
y un cuerpo directivo formado por Adolfo Sauri (presidente), Omaira Córdoba
(tesorera) y Alberto Rodríguez (secretario). Ese mismo día,
la Escritura Pública 4957 inscribió a Christer Holding Inc.,
con un capital de 500 acciones sin valor nominal, nominativas o
al portador y los mismos responsables. Ambas empresas declaran objetivos
amplísimos (véase aparte): ninguna hace referencia explícita
a la industria del espectáculo, aunque el propósito de llevar
a cabo cualquier negocio lícito en cualquier parte del mundo
es lo suficientemente abarcador para cualquier actividad. Nurina fue disuelta
el 13 de marzo (por la Escritura Pública 2437), y Christer desapareció
el 23, según la Escritura Pública 2431. Las coincidencias
alcanzan hasta a la dirección física: ambas empresas funcionaban
en Edificio Plaza Bancomer, Calle 50, Panamá.
Mientras en el juzgado de Bonadío llevan adelante la tarea de estudiar
la documentación secuestrada en el allanamiento del jueves, en
Chile todo está listo para iniciar un proceso similar: hacia fines
de la semana que comienza, un escrito que detalla la operación
y presenta los documentos bancarios y legales caerá en un escritorio
de la Justicia. Los papeles están a la vista. La gran pregunta
sigue siendo de dónde viene ese dinero.
Dos almas gemelas
Las actas de constitución de Nurina Corp. y Christer Holding
Inc., ambas del día 24 de julio de 2000, no sólo comparten
nombres, sino que ofrecen casi los mismos objetivos principales:
Establecer y llevar a
cabo negocios de finanzas, tenencia de inversiones, mercantiles,
manufacturas y transporte y explotación de recursos minerales.
Adquirir, tomar en arrendamiento
y vender, transferir, negociar con hipotecas, gravar, dar en arrendamiento,
licencia o de otra manera disponer de toda clase de bienes reales
y personales y valores de todas clases, inclusive patentes, licencias,
marcas de fábrica, invenciones, derechos de autor, marcas
de comercio, marcas, diseños, arrendamiento, bienes, mercaderías,
buques, aviones, y otras naves, fábricas y recursos naturales,
y mientras es dueña de las mismas ejercer todos los derechos
y privilegios correspondientes.
Prestar o tomar dinero
en préstamos o hacerse responsables por el pago de dinero
y otorgar indemnizaciones, ya se como principal, deudor solidario
o garante.
El acta de Christer Holding
Inc. agrega los siguientes ítems:
Celebrar contrato y arreglos de toda clase con cualquier persona
y entidad, gobierno y autoridad.
Llevar a cabo cualesquiera
o todos sus negocios en cualquier país del mundo, y llevar
sus libros y cuentas, inclusive el registro de acciones, en cualquier
lugar o lugares dentro o fuera de la República de Panamá.
Disponer de la administración
de la sociedad mediante delegación a un apoderado o apoderados
de las facultades que determine la Junta Directiva o los accionistas.
Establecer, apoyar o
asistir en el establecimiento de pensiones y organismos sin ánimo
de lucro y contribuir con casos benéficos. Llevar a cabo
cualquier negocio lícito en cualquier parte del mundo.
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