Miró
el partido al borde de la raya, y durante casi una hora contuvo el gesto,
navegando entre la incredulidad y la angustia. Explotó con el golazo de
Bedoya, pero, fiel a su estilo, al festejo lo serruchó la responsabilidad,
y a mitad de camino del abrazo se volvió, miró desesperado al banco e
hizo el clásico ademán, tocándose la muñeca izquierda con el índice de
la mano derecha, un signo universal con el que se reclama saber cuánto
falta para que termine el partido. Ver a este Racing siempre obliga a
paladear un condimento adicional, que le da otro sabor al partido: la
manera en que Reinaldo Merlo, el entrenador que está a punto de cortar
la sequía racinguista de 35 años sin títulos, vive los encuentros de su
equipo. �El golazo lo grité como pocos�, admitió con una sonrisa Mostaza.
Pero después se mantuvo en sus trece: �Como dije siempre, seguimos yendo
paso a paso. Es cierto, falta menos. Pero no puedo asegurar que le vayamos
a ganar a Banfield�. Faltan tres fechas, nueve puntos en juego, y la ventaja
sobre River sigue siendo de cinco puntos. �Yo les voy a decir una cosa:
en el fútbol no hay que adelantarse. Los partidos hay que jugarlos�, insiste.
Pero Merlo, el que se despierta cada día más temprano porque está obsesionado
con el campeonato, busca transmitir confianza, calmar la ansiedad, quiere
ser como un cajero automático que entrega más de 250 pesos por semana...
paso a paso. �River pudo haber sido el que manejó mejor la pelota, pero
no tuvo más situaciones de gol que nosotros�, opinó Merlo, algo contrariado
porque le calificaron de �mezquino� el planteo de su equipo. �Mi equipo
no fue mezquino, tuvo cuatro situaciones de gol, igual que River. Quizás
nos haya faltado mayor circulación de pelota, pero eso se dio porque ellos
la tuvieron mayor tiempo�, explicó. El técnico de Racing reconoció que
�por momentos al equipo le costó mucho el partido, porque tenía enfrente
al mejor rival del campeonato. Pero después nos superamos y justificamos
plenamente el resultado.� Esa sonrisa se amplió cuando le tocó agradecer
la locura que genera la hinchada de Racing en esta pre-consagración: �La
gente es fenomenal, el aliento para el equipo es increíble. Siempre nos
apoyaron, tanto de local como de visitante, y no dejan de sorprendernos�.
El colombiano Gerardo Bedoya, autor del tanto del empate, remarcó que
su gol �sirvió para estar más cerca del objetivo de seguir en arriba en
la tabla, por el cual este grupo se entrega al máximo�. Contagiado de
la precaución de su entrenador, Bedoya evitó pronunciar la palabra �campeón�.
�Más allá de los cinco puntos de ventaja, el festejo se dará cuando lo
digan los números�, afirmó Fernando Marín, el titular de la gerenciadora
de Racing. En el vestuario visitante, la responsabilidad por el empate
fue atribuida por el entrenador Ramón Díaz a la �mucha suerte� de la que
dispuso Racing. �Por las situaciones que desperdició y por la forma en
que jugó, River mereció más que un empate. Se vio un equipo que fue a
buscar la victoria, que es lo que necesitábamos. Estoy orgulloso de los
jugadores, por su buena actitud, por la entrega que tuvieron y la determinación
que mostraron�, aseguró Díaz, para quien a su equipo �le faltó tranquilidad�.
�En el gol tuvieron mucha suerte, porque fue una jugada desafortunada
y aislada �aseguró Díaz�. Les dije a los jugadores que se quedaran tranquilos,
porque habían hecho todo lo posible por ganar el partido. Jugaron un primer
tiempo brillante, por eso estoy contento. Tuvimos cuatro o cinco situaciones
de gol, pero lamentablemente sólo convertimos una�, explicó el técnico.
Para Díaz, el hincha de River �vio lo mismo� que él: �El partido fue duro,
pero estamos tranquilos y preparados para seguir luchando hasta el final.
Era un partido decisivo, pero todavía quedan tres fechas y por supuesto
que seguiremos peleando por el título. Vamos a intentar ganarestos tres
partidos, aunque ahora también dependeremos de los resultados que obtenga
Racing�, agregó.
Cardetti
con abogados
Martín
Cardetti aseguró que evaluará con sus abogados la presentación
de una demanda judicial contra Maximiliano Estévez, quien lo
calificó de cagón, mala leche y cornudo
y afirmó que el jugador de Racing quebró los códigos
del fútbol. Estévez dijo más tarde que
respondió así a las intenciones de agresión del
propio Cardetti y de Ariel Ortega, con quienes se trenzó a
golpes ni bien finalizó el partido.
Seguramente voy a tener que ir a casa y comentarles a mis dos
hijas lo que dijo este personaje. Después veré qué
es lo que dicen mis abogados señaló el delantero.
Lo único que quiero decir es que, si me tiene que agredir,
que me lo haga a mí, pero no a mi esposa y a mis dos hijas.
El delantero afirmó estar dolido porque son códigos
de los jugadores, y agregó que dentro de la cancha
se puede decir cualquier cosa, pero cuando trasciende públicamente
es distinto. Sobre el altercado, Cardetti afirmó que
agresiones hubo de todos y de él (por Estévez)
también.
Ramón Díaz también dio su versión: No
sé lo que pasó (entre Estévez y Ortega), porque
me fui directamente al vestuario. Seguramente algo pasó, pero
habrá que verlo en las imágenes de la televisión,
afirmó. Lo único que le dije (a Estévez) es que
no protestara más porque estaba amonestado y lo iban a expulsar.
Y agregó: Estévez le tiró un codazo a Ledesma,
y Baldassi no cobró nada. Estoy seguro de que lo vio, porque
estaba a tres metros de la jugada. |
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