Por
Raymond Pointu
Desde Melbourne
Derrotar a la Australia de Lleyton Hewitt (Nº 1 del mundo) y Patrick
Rafter (séptimo), sobre césped, para ganar la 89ª Copa
Davis de tenis parecía una misión de imposible: sin embargo,
los franceses Nicolas Escudé, Sébastien Grosjean, Cédric
Pioline y Fabrice Santoro lo lograron, 3-2. Los australianos no habían
perdido una final como locales desde 1968. Al inscribir su nombre en el
penúltimo espacio libre de la segunda placa con los vencedores,
antes de que se agregue una tercera, los franceses realizaron una hazaña
que se puede comparar con la victoria de los célebres Mosqueteros,
en 1927. Ese año, René Lacoste, Henri Cochet, Jean Borotra
y Jacques Brugnon se habían adjudicado la famosa ensaladera, sinónimo
de triunfo en la final de Copa Davis, en Filadelfia (EE.UU.), en la misma
ciudad en la que habían sido derrotados los dos años anteriores.Frente
a un equipo que contaba con el mejor jugador mundial, teníamos
pocas oportunidades de ganar comentó Guy Forget, capitán
del equipo de Francia. Estamos más que felices.
Francia realizó una verdadera hazaña al derrotar como visitante
a Australia por 3 a 2, en el césped de Rod Laver Arena de Melbourne,
cuyo techo deslizante había sido cerrado el domingo, en la última
jornada, debido a la lluvia.
El héroe fue sin dudas Nicolas Escudé (27º del mundo),
que el viernes derrotó a Hewitt en cinco sets, 4-6 y que ayer se
hizo con el punto decisivo, al imponerse ante Wayne Arthurs (64º
del mundo) 7-6 (7/3), 6-7 (5/7), 6-3, 6-3, sin perder ni una sola vez
su servicio. Es increíble lo que me está pasando relató
Escudé. Me enteré de que Arthurs había reemplazado
a Rafter 45 minutos antes de entrar en la cancha. Para mí no significaba
nada, ni tampoco cambiaba las cosas, ya que era necesario que ganara,
continuó. Yo ya me había enfrentado con Arthurs en
Key Biscayne y conocía un poco su juego con la izquierda. Disputamos
un partido típico sobre césped al tratar de no perder nuestro
servicio. Me gustaría poder jugar así de bien en los otros
torneos. Pienso que esta victoria me ayudará para el año
próximo, puesto que la Copa Davis era lo que más me importaba
esta temporada, aseguró el héroe de la jornada.
Arthurs, de 30 años, reemplazó a último momento a
Rafter, que había derrotado a Sébastien Grosjean (sexto
del mundo), pero que había sido vencido en dobles junto a Hewitt
por Cédric Pioline y Fabrice Santoro, el sábado.
John Fitzgerald, capitán del equipo de Australia, explicó:
En principio, Pat (Rafter) estaba en medida de disputar los dos
partidos pese a su dolor en el brazo; pero el domingo, tras algunos movimientos,
quedó claro que no podía jugar. Los franceses jugaron un
tenis formidable y si hubiésemos elegido una superficie diferente
al césped, hubieran jugado de la misma manera. Derrotado
dos veces seguidas luego de su reciente victoria en la final del Masters
de tenis masculino en Alemania, Hewitt se reencontró con el triunfo
aunque fuera parcial al imponerse en el primer individual
del domingo, ante Sébastien Grosjean, por 6-3, 6-2, 6-3.
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