Por
Alfredo Zaiat
El
sábado, cuando ya se sabía que no se podría retirar
la totalidad de los depósitos, un grupo de bancos insistió
con disponer un feriado bancario para hoy y mañana. A diferencia
de la súplica realizada el viernes en ese mismo sentido, en ese
caso para evitar seguir perdiendo aceleradamente fondos, en esa ocasión
la excusa era que había que dar tiempo para prepararse operativamente
con las nuevas reglas de juego. Roque Maccarone, presidente del Banco
Central, escuchó con atención ese insistente reclamo de
los banqueros, hasta que con tono firme les dijo: No hay ningún
problema si ustedes mirando a esos banqueros no quieren abrir,
es su responsabilidad; de aquí no se dictará ningún
feriado bancario. Ayer, todos los gerentes financieros estuvieron
trabajando para que hoy haya la menor cantidad de inconvenientes en la
apertura de una jornada (ver aparte) que, seguramente, no será
tranquila.
En realidad, esos banqueros tienen miedo, incluso con la restricción
a los retiros. Los números que presentaron para avalar el pedido
de un feriado les otorga razones para temer. Afirmaron que el sistema
está al límite de su liquidez y ante esa situación
hasta pequeñas extracciones ponen en peligro a algunas entidades.
Según los últimos datos del Banco Central, existen 17,9
millones de cuentas, que se distribuyen de la siguiente manera:
u cuentas corrientes individuos, 2,9 millones.
u cuentas corrientes empresas, 479.219.
u cajas de ahorro individuos, 14,3 millones.
u cajas de ahorro empresas, 247.821.
En caso de una reacción histérica y descontrolada de los
ahorristas por las últimas medidas y todos decidan extraer los
250 pesos permitidos por cuenta, los bancos perderían teóricos
4475 millones. Se sabe que hay titulares de más de una cuenta,
otras sin movimiento y varias sin saldo. Así, en un cálculo
optimista, los financistas reducen a la mitad las cuentas activas. En
ese escenario, la fuga violenta potencial, en rebelión de ahorristas
que no colocan ni un peso en el sistema, alcanzaría la friolera
de 2237 millones. Monto que inquieta a los banqueros, que ayer buscaron
enviar señales tranquilizadoras para evitar otra jornada de furia
financiera.
En diálogo con Página/12, uno de esos gerentes que trabajaron
ayer contrarreloj para la apertura de hoy, apuntó cuáles
son las aspiraciones de los bancos, además de que no siga huyendo
dinero, ahora en cuentagotas:
1 Frenar la fuga de dólares para constituir depósitos en
el exterior.
2 Eliminar el diferencial de tasas entre pesos y dólares. De esa
forma, se evitarán operaciones de arbitraje. La semana pasada,
ciertas entidades se endeudaban en pesos, lo que disparó el call
al 1000 por ciento, en lugar de pedir aportes a sus casas matrices, para
comprar dólares. Esa era la apuesta especulativa a favor de la
devaluación.
3 Incrementar la bancarización de personas, al obligar las nuevas
medidas a un blanqueo de la economía negra.
Pese a que los bancos se muestran como un frente unido ante la desesperación
por la sangría de depósitos, hoy comenzará una lucha
a muerte por ganar plazos fijos. La competencia será durísima
y en ese pelea algunas entidades, además de ofrecer tasas atractivas,
jugarán con el incentivo de premios (autos, electrodomésticos,
dinero en efectivo, entre otros). La tasa de referencia máxima
fijada por el Banco Central se ubica poco más del 10 por ciento
anual.
Ese mismo financista aseguró a este diario que bajarán las
tasas de financiamiento. Esperanzado con un mercado más tranquilo,
estimó que las tasas para préstamos, por ejemplo para descubierto
en cuenta corriente, bajaría al 24 por ciento anual, a la mitad
de lo pactado en las últimas semanas.
Cómo
operará el sistema financiero
Los
bancos agrupados en ABA y Abappra emitieron anoche un comunicado
para informar sobre las características que tendrán
a partir de ahora la operatoria en el sistema financiero:
- Los plazos fijos, saldos de caja de ahorro y cuentas corrientes
siguen perteneciendo a sus titulares en las mismas condiciones pactadas
y se podrán renovar en cualquier moneda y depositar en cualquier
cuenta bancaria.
- Los retiros en efectivo de las cuentas serán hasta $250
por semana.
- Los interesados podrán solicitar en forma ágil una
caja de ahorro en cualquier banco para empezar a operar.
- Los saldos de las cuentas podrán utilizarse para realizar
compras, pagos de servicios públicos y privados mediante
tarjetas de débito y crédito en más de 170.000
comercios en todo el país. Se está trabajando activamente
para ampliar esta red.
- Las tarjetas de débito son las que se usan habitualmente
para retirar fondos de los cajeros automáticos y podrán
ser utilizadas para realizar compras. Existen más de 12 millones
de tarjetas de débito y 14 millones de tarjetas de crédito,
las que se usan habitualmente a través de la red de cajeros
automáticos.
- Quienes realicen compras con tarjeta de débito tendrán
como beneficio un reintegro de 5 puntos del IVA, que representa
un 2,12 por ciento en el caso de combustible líquido y gas
natural y 4,13 por ciento para el resto de las operaciones. Este
reintegro se acreditará en la cuenta mensualmente y en forma
automática.
- Los comercios no pueden por ley aplicar un recargo por el uso
de las tarjetas de crédito y débito.
- El titular de una cuenta corriente podrá disponer de los
fondos a través de la emisión de cheques en la forma
habitual.
- Quienes no posean cuenta corriente y tengan que realizar cualquier
operación podrán solicitar a un banco un cheque cancelatorio
de la entidad para pagar a terceros.
- Podrán realizarse libremente transferencias entre cuentas
de distinta moneda dentro de un mismo banco o entre distintos bancos
de plaza.
- Los préstamos actuales seguirán sin modificación
y los nuevos préstamos serán otorgados en dólares.
- Los jubilados cobrarán tal cual lo venían haciendo
hasta el momento.
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