Por
Eduardo Videla
Un
estanque con plantas acuáticas, menos cemento, más verde
y plantas con follaje colorido, más una nueva plaza de juegos y
un anfiteatro. Esa es la síntesis de las obras que en menos de
un mes comenzarán a realizarse en el Parque Rivadavia, ese deteriorado
pulmón verde del barrio de Caballito que, en tres meses, ofrecerá
un paisaje distinto. El proyecto deja de lado, por el momento, el enrejado
perimetral del parque, una idea incluida en el proyecto original que había
generado controversias entre los vecinos del barrio. El tema quedó
pendiente hasta que se logre consenso, dijo a Página/12 el
director de Espacios Verdes, José San Martín.
La intervención propuesta por el gobierno porteño apunta
a recuperar el parque y a darle una nueva fisonomía. Para eso se
hicieron estudios históricos tendientes a determinar cómo
era el lugar antes de que se le hicieran modificaciones como las que realizó
la última dictadura, especialmente en el monumento a Simón
Bolívar, donde se colocaron rejas y se construyó un amplio
piso de cemento, explicó San Martín.
Con la reforma, las rejas que hoy rodean al monumento quedarán
eliminadas y se colocará en su lugar una hilera de plantas pequeñas,
que servirán de límite natural para protección de
la escultura. El piso, en tanto, tendrá un diseño semicircular,
con menos cemento y más césped.
La obra se realizará en tres etapas. La primera está a cargo
de la Dirección de Espacios Verdes y ya está en curso. Consiste
en la plantación de distintas especies de árboles con flores,
como jacarandás, lapices o aromas, y otras que ofrecen follaje
con colores rojizos en otoño, como el liquida ámbar y el
roble de los pantanos.
El parque tiene buenos árboles, pero en 10 años van
a estar en el límite de su expectativa de vida. Por eso estamos
tomando las previsiones para reemplazarlos con tiempo, explicó
a este diario Horacio Wilde Larrea, responsable del proyecto paisajístico.
También está previsto plantar en la esquina de Doblas y
Rivadavia las palmeras que deben ser removidas en los jardines del Palacio
Duhau.
La segunda etapa consiste en la construcción de todos los caminos
internos, que serán realizados en baldosas coloradas, la resiembra
del césped y la realización de un nuevo patio de juegos,
que estará enrejado para poner el arenero a resguardo de los perros.
Además, contempla la recuperación del estanque hoy
convertido en un espacio abandonado, que estará surcado por
plantas acuáticas y rodeado por canteros y sauces llorones; la
construcción de un pequeño anfiteatro destinado a espectáculos
al aire libre. Para la tercera y última etapa quedó la instalación
de un sistema de riego automático.
El parque Rivadavia ocupa 55.500 metros cuadrados entre la avenida Rivadavia
Doblas, Rosario y el Colegio Normal Nº 4. El proyecto original contemplaba
cerrar todo el perímetro con una reja, con la idea de restringir
el acceso durante la noche, favorecer el mantenimiento y evitar los actos
de vandalismo. La idea surgió a partir de la propuesta de
un grupo de vecinos de la calle Rosario, pero hubo otro grupo que se opuso
al enrejado, reconoció San Martín. El proyecto se
modificó, dejando libre una calle peatonal en la mitad del parque,
para permitir la circulación entre Rivadavia y Rosario. Como las
resistencias no cedieron, se optó finalmente por dejar a un lado
el proyecto del enrejado. Se les pidió a las empresas que
pasen el presupuesto por separado, por si más adelante se decide
realizarlo, dijo San Martín.
El presupuesto para la obra es de 600.000 pesos, pero descontando las
rejas, lo que gastará la ciudad es 475.000 pesos. Postergada la
controversia por las rejas, podría aparecer otro conflicto a partir
de la idea de reducir la cantidad de puestos en la feria de libros, con
el fin de dejar más espacio para la circulación del público.
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