Por
Raúl Dellatorre
La
gerencia del Fondo Monetario Internacional convocó ayer de urgencia
a Washington al responsable de la misión técnica que realiza
la auditoría sobre las cuentas públicas argentinas, Tomás
Reichmann. Según expresó el portavoz del FMI, David Hawley,
en un breve comunicado, Reichmann fue requerido por el director gerente,
Horst Köhler, para que informe sobre los últimos acontecimientos,
en referencia a las medidas adoptadas para detener la fuga de depósitos.
Dicho informe fue actualizado anoche, previo a la partida de Reichmann,
cuando éste concurrió a la Residencia de Olivos para reunirse
con el presidente de la Nación, junto al jefe de Gabinete y el
ministro de Economía. Previamente, la delegación fondomonetarista
había mantenido una reunión con empresarios, sindicalistas
y banqueros, en la que escuchó los reclamos del sector productivo.
El esfuerzo que habían realizado los representantes de la CGT,
la UIA, Confederaciones Rurales y la Cámara de la Construcción,
sucesivamente, para demostrar la necesidad de un programa de crecimiento
y apoyo a la producción para resolver los problemas externo, fiscal
y social, chocó con la contundente y seca respuesta de John Thorton,
miembro de la misión del FMI que monitorea las cifras del sector
público en Argentina. No entiendo la consistencia de la propuesta,
ni cómo se mejora la competitividad con esta política cambiaria,
señaló Thorton, obligando a los empresarios y dirigentes
sindicales locales a hacer malabarismos discursivos para despegarse de
una planteo devaluacionista, señalando su inconveniencia y los
altos costos que podría tener en este momento. Thorton insistió
en la falta de consistencia, y dijo muy poco más, en un encuentro
entre el Núcleo Nacional (o ex Grupo Productivo ampliado) y la
misión del FMI ya sin Tomás Reichmann, su titular.
José Ignacio de Mendiguren (UIA), Manuel Cabanellas (CRA) y Eduardo
Baglietto (CAC) encabezaron la reunión con el FMI, en la que también
participaron Rodolfo Daer (CGT), Eduardo Escasany (ABA) y Enrique Olivera
(Abappra), entre otros. Excusándose de entrada por no poder emitir
opiniones, los representantes del Fondo se limitaron a escuchar la exposición
de los dirigentes y hacer apenas un par de comentarios, pero suficientemente
preocupantes como para dejar su marca en el encuentro.
El primero, ya mencionado, fue el referido a la consistencia entre la
mejora de la competitividad y la política cambiaria. El segundo
fue una respuesta de Thorton a Daer, cuando éste reclamó
una mayor ayuda del organismo. Thorton le recordó la ayuda por
casi 15 mil millones que ya había prestado el Fondo a Argentina,
y a los 1260 millones adicionales que aportará antes de fin de
año, pero aclarándole que esta suma en nada cambiará
la situación de Argentina de aquí a fin de año.
En cambio, no hubo ni una sola referencia a las medidas aplicadas este
fin de semana sobre el sistema financiero, ni hubo pedidos de opiniones
a los dirigentes locales.
Mientras el resto de la misión permanecerá hasta el viernes
en el país, Reichmann partió ayer en forma sorpresiva. El
monitoreo de las cifras estaría dando lugar a discrepancias sobre
la forma en que el gobierno espera resolver el desfasaje producido por
la caída en los ingresos tributarios (ver nota aparte). Precisamente,
uno de los argumentos reiterados ayer en el encuentro de los sectores
empresarios con el FMI, fue la necesidad de ir hacia una política
de crecimiento en lugar de los tradicionales ajustes.
De Mendiguren señaló, tras la reunión con la misión
del FMI que era muy claro que con una fuga de depósitos y
de reservas como la que estaba teniendo, iba a ser muy difícil
cualquier escenario posterior de crecimiento, pero las estamos analizando
en detalle, porque recién hoy se han conocido. El tema, como
fue dicho, no se consideró con los técnicos del organismo.
En cambio, será una cuestión a definir entre los integrantes
del Núcleo Nacional con vistas a la convocatoria por laconcertación
que se efectivizaría en los próximos días. El industrial
expresó su preocupación porque en estos 90 días
seamos capaces de proponer un programa claro y contundente, para que el
día 91 la gente tenga la suficiente garantía de que el plan
va a tener éxito y vamos a volver a crecer.
Taylor
apoya con cautela
El
subsecretario del Tesoro de Estados Unidos, John Taylor, elogió
las medidas resueltas por el gobierno argentino. Argentina ha
dado pasos importantes para enfatizar que quiere continuar con su
convertibilidad, y va a haber más fondos en los bancos para
reforzar la fortaleza del sistema cambiario sin devaluar, agregó
el funcionario estadounidense. El cauteloso respaldo de Taylor a las
medidas adoptadas para proteger a la banca y evitar una devaluación
fueron formuladas durante una entrevista televisiva. En esa oportunidad,
también manifestó que Washington celebró la oferta
de Argentina de canjear la mayor parte de su deuda pública
local y extranjera. Lo que nosotros vemos positivo es que ellos
han tomado estas medidas por su propia cuenta, trabajando con el FMI,
y yo creo que es prometedor. Ellos (el gobierno argentino) tendrán
algunas dificultades en el corto plazo, pero también están
enfrentándolas, dijo Taylor. |
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