Por
David Cufré
El Gobierno atribuyó a los efectos demoledores del ataque especulativo
de los fondos buitre la necesidad de restringir el retiro
de efectivo. Sin embargo, la acción de los especuladores hay que
enmarcarla en una situación crítica previa. Los datos de
la recaudación de noviembre volvieron a mostrar el parate de la
economía. Por tercer mes consecutivo, los ingresos tributarios
registraron una caída de dos dígitos. El mes pasado la baja
fue de 11,6 por ciento respecto de igual mes de 2000, y del 2,8 en relación
a octubre. Se recaudaron 3467,6 millones de pesos, 453 millones menos
que hace un año. Con ese nivel de recursos, el Gobierno deberá
reconocer la imposibilidad de cumplir con el déficit cero. No obstante,
en la Secretaria de Hacienda se elaboró un informe con una recomendación
alarmante para ajustar las cuentas públicas: ante la baja de ingresos,
el Estado tendría que pagar el medio aguinaldo de diciembre en
doce cuotas durante 2002, y en ese año no habría que liquidar
el sueldo anual complementario.
La decisión de tocar los aguinaldos de estatales y jubilados parece
demasiado difícil para un Gobierno que ya está pagando el
costo político por la rebaja salarial del 13 por ciento y por las
medidas anunciadas el fin de semana. Aun así, los técnicos
de la Secretaría de Hacienda hicieron su diagnóstico y sugirieron
afectar los aguinaldos. De la Rúa desechó esa propuesta
la semana pasada, cuando también dijo que no se congelarían
los depósitos.
Estimaciones todavía muy preliminares de la AFIP sobre la evolución
de la recaudación este mes indican que habría una caída
mayor al 15 por ciento. Por su parte, entre los economistas son amplia
mayoría los que vaticinan una agudización de la recesión
a causa de las últimas medidas y suponen que habrá un derrumbe
catastrófico de los ingresos tributarios. Bastante grave fue la
situación en noviembre. La recaudación del IVA se desplomó
30 por ciento contra igual mes del año pasado, mientras que el
impuesto a las Ganancias aportó un 12,1 por ciento menos.
La caída de ingresos está determinada por la disminución
de la actividad económica y de las importaciones, las muy elevadas
tasas de interés y por la contracción del crédito
al sector privado. La evolución de estas variables financieras
ha provocado, necesariamente, un mayor incumplimiento en el pago de tributos,
dice el comunicado de Economía que acompaña los datos de
la recaudación del mes pasado. Si se repasan cada uno de esos factores,
difícilmente alguien pueda arriesgar que vayan a cambiar este mes.
El impuesto que puede acercar más fondos al Gobierno es el que
pesa sobre los créditos y débitos en cuenta corriente, más
conocido como impuesto al cheque. La mayor utilización de este
instrumento por la imposibilidad de extraer más de 1000 pesos al
mes en efectivo puede resultar ventajoso para las arcas del Estado. En
noviembre, sin embargo, la recaudación de este impuesto no escapó
a la debacle general. Ingresaron 368,6 millones, un 9,3 por ciento menos
que en octubre, mes con igual cantidad de días hábiles.
En tanto, los impuestos que gravan las operaciones de comercio exterior
fueron de los más afectados. El IVA que recauda la Aduana cayó
40,2 por ciento, mientras que Ganancias dejó allí un 37,8
por ciento menos que hace un año, y los impuestos por derechos
de importación y exportación y tasa de estadística
descendieron 38,6 por ciento.
Desde cerca del titular del organismo recaudador, Armando Caro Figueroa,
dijeron a Página/12 que confían en que el blanqueo laboral
lanzado por Cavallo redundará en un aumento de las contribuciones
patronales y previsionales. Pero igualmente admitieron que diciembre sería
todavía más complicado que noviembre.
Ante esa situación y la perspectiva de que no habrá cambios
rápidos en la situación económica, la Secretaría
de Hacienda que comanda JorgeBaldrich recomendó prorratear en 2002
el medio aguinaldo de diciembre, y dejar de pagar el que corresponde al
año que viene. La misma dependencia de Economía sugirió
hace dos meses elevar de 13 a 20 por ciento el descuento sobre salarios
de empleados públicos y jubilados. Cavallo rechazó esa propuesta.
Sin embargo, hace tres semanas reconoció que la idea fue analizada
en su cartera.
Cardoso
está torcendo
El
presidente Fernando de la Rúa recibió el llamado telefónico
de su colega brasileño, Fernando Henrique Cardoso, quien le
comunicó que está hinchando por la Argentina.
Así lo informó un vocero del gobierno brasileño,
quien señaló que Cardoso utilizó el conocido
término del léxico futbolero torcendo (hinchando,
en portugués). Por su parte, el ministro de Desarrollo, Sergio
Amaral, dijo que el gobierno espera que las medidas contribuyan a
reestabilizar la economía de ese país. Estabilizar
la situación argentina es bueno para la Argentina y será
bueno para el Brasil. Apenas Argentina supere esas dificultades transitorias,
el Mercosur recuperará su dinamismo, señaló
el funcionario. En tanto, el presidente de Uruguay, Jorge Batlle,
señaló que el gobierno argentino, a través
de las medidas adoptadas por el ministro (Domingo) Cavallo, da muestras
de que tiene coraje para enfrentar las dificultades. En tanto,
el presidente de la Federación de Empresarios de San Pablo
(FIESP), Horacio Lafer Piva, afirmó que si se produjese
la dolarización de Argentina sería el fin del Mercosur. |
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