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ISRAEL ATACO LA RESIDENCIA DE YASSER ARAFAT Y EL AEROPUERTO PALESTINO EN GAZA
Hasta dónde será terrible esta venganza

Israel ya habría decidido declarar a la Autoridad Palestina como �organización terrorista�. Se esperan nuevos ataques y Estados Unidos respaldó la respuesta israelí. Arafat ordenó el arresto del líder espiritual de Hamas, Ahmed Yassin.

El premier israelí Ariel Sharon hizo ayer una declaración de tono dramático: le dijo al líder palestino Yasser Arafat que se está involucrando en una guerra que podría terminar con su propia destrucción, luego de los atentados en Haifa y Jerusalén que dejaron 31 muertos. Horas antes, helicópteros israelíes atacaron la residencia del líder palestino en Gaza en un acto de castigo altamente simbólico, tan significativo como la destrucción de la pista del aeropuerto de Gaza que ayer inició el ejército israelí. El duro discurso fue pronunciado luego de que misiles apuntaran contra el complejo de casas de la residencia oficial en Gaza y destruyeran su helipuerto y dos helicópteros. Arafat no se encontraba allí sino en la otra sede del gobierno en la ciudad cisjordana de Ramalá, que fue escenario de la entrada de blindados israelíes, al igual que Nablus, Tulkarem y El Bireh. Un alto dirigente israelí subrayó lo que fue objeto de mucha discusión dentro del gobierno: la Autoridad Palestina, según él, ya fue declarada oficialmente como “una organización que respalda el terrorismo” y pronosticó una ofensiva amplia. Según fuentes palestinas, ya fueron arrestados unos 110 integrantes de las organizaciones Hamas y Jihad Islámica, entre ellas el líder de Hamas, el jeque Ahmed Yassin.
Además de los ataques aéreos a Gaza y Jenin, se esperan a partir de ahora otras represalias de este tipo. Sharon se reunió anoche con su gabinete de seguridad para planificar los próximos pasos. Como prueba de la grave situación que se espera en los próximos días, Sharon pretendía lograr el apoyo de la totalidad de su gabinete de unidad nacional. Viendo el tono de lo que sería la reunión, los dos miembros laboristas del gabinete, el canciller Shimon Peres y el ministro de Defensa Benjamin Ben Eliezer, se habían manifestado en contra de acciones que tendieran a la caída de Arafat. Concretamente, ambos se opusieron a que la Autoridad Palestina sea declarada como una “organización terrorista”.
Pero, según el dirigente israelí que pidió el anonimato, la suerte en ese sentido parece echada. “Le digo a quien me escuche en cualquier parte del mundo: aquellos que se levantan contra nosotros para matarnos son los responsables de su propia destrucción como se ha hecho en el mundo bajo el valiente liderazgo del presidente Bush”, dijo Sharon. En su campaña contra Arafat, el premier israelí comparó reiteradamente la situación en Medio Oriente con la campaña norteamericana contra los talibanes y Osama bin Laden.
El discurso televisado de Sharon fue el primer mensaje a su pueblo desde los atentados suicidas, que tuvo como blanco a adolescentes en su salida nocturna y a pasajeros de colectivos de corta distancia. “Este conflicto no es fácil; este conflicto no va a ser corto”, advirtió. El objetivo de “los terroristas es causarnos dolor, que perdamos las esperanzas y no podamos ser un pueblo libre en nuestro propio país. Ciudadanos de Israel: esto no ocurrirá”, aseguró Sharon. Los ataques fueron reivindicados por el grupo Hamas como venganza por el asesinato de su comandante militar en Cisjordania, Mahmoud Abu Hanoud, hace 11 días.
El alcance de la matanza y el tiempo en que ocurrió fue visto en Washington como un enfrentamiento directo a la conducción norteamericana para imponer el cese de fuego en la región y ofrecerse como mediador en un conflicto que ha complicado su coalición con los estados árabes en la guerra en Afganistán. Es que el general Anthony Zinni y William Burns, enviados norteamericanos para Medio Oriente, están justamente en la región tratando de lograr algo que permita detener la violencia al mínimo indispensable para que israelíes y palestinos se sienten a negociar. Los ataques suicidas en Haifa y Jerusalén transformaron el escenario sobre el que el general Zinni deberá actuar. Al comienzo de su misión, los funcionarios norteamericanos querían convencer a Sharon de que flexibilizara su demanda de siete días de absoluta calma en la región como condición previa a las conversaciones del cese de fuego.
Anoche, la presión para que se tomaran medidas enérgicas contra los suicidas y sus propias fuerzas estaba sobre Arafat. La Autoridad Palestina instó a los grupos palestinos a respetar el alto al fuego luego de que Hamas amenazara con responder a los ataques israelíes de ayer. Asimismo, funcionarios de seguridad palestina dijeron haber arrestado a 110 militantes de Hamas y la Jihad Islámica en Cisjordania y Gaza, entre los que se encontraría el jeque Ahmed Yassin, líder fundador del Hamas. Yassin estaría bajo arresto domiciliario. Pero el vocero de Bush dejó en claro que estos arrestos no sorprendieron en Washington. “Creemos que es muy importante que las cárceles palestinas no sólo tengan barrotes en el frente sino que no tengan más puertas giratorias en la parte trasera”, dijo Ari Fleischer. En este sentido, la Casa Blanca respaldó, a diferencia de otras veces, la respuesta israelí. “Israel tiene un poder soberano. Israel tiene derecho a defenderse”, dijo Fleischer.
Al menos diez palestinos resultaron heridos en los ataques a la sede de Arafat de Gaza, lo que ocurrió solo diez minutos antes de que las familias se reunieran para el iftar, la cena con la que concluye el ayuno diario durante el mes de Ramadán. El ataque, que causó grandes nubes de humo negro desde el depósito de nafta subterráneo, fue llevado a cabo por cuatro helicópteros artillados israelíes y fueron apoyados por barcos artillados de la marina y tanques. Dos helicópteros de Arafat, de procedencia rusa, fueron destruidos. “Fue un ataque a dos helicópteros que no usa, pero fueron símbolo de su movilidad y libertad”, dijo el brigadier Ron Kitrey, el vocero militar israelí.
Informe: Giselle Cohen.

 

 

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