Sacar dinero al exterior no
será una restricción para los operadores financieros, quienes
en una muestra de rapidez de adaptación a los nuevos escenarios,
ya desde el lunes mostraron algunos de los instrumentos que utilizarán
para eludir las disposiciones: la transferencia de acciones locales a
la plaza de Nueva York y la sobre y subfacturación de operaciones
de comercio exterior son la primera muestra. En cuanto al efectivo en
el mercado local, quienes necesiten seguir actuando en negro recurrirán
a la compra de efectivo. Para consumo personal, el camino
es la apertura de tantas cajas de ahorro, en distintos bancos, como miles
mensuales se necesiten.
En un país fuertemente vinculado financieramente a los mercados
externos, la imposibilidad de remitir fondos al exterior no puede resultar
efectiva por mucho tiempo. Los primeros mecanismos fueron dos, uno legal
y el otro no. El primero quedó en evidencia al promediar las operaciones
bursátiles del lunes. Todas las acciones de las empresas locales
que cotizan también en Nueva York aumentaron su cotización,
mientras que en Wall Street, los precios de las mismos papeles permanecían
estables. Los funcionarios gubernamentales explicaron que se trataba de
una señal de confianza de los operadores locales frente a las nuevas
medidas. Pero en realidad sucedía era otra cosa. Quienes compraban
acciones lo hacían con transferencias bancarias que no podían
transformar en efectivo ni girar al exterior. En cambio, los papeles comprados
con estos fondos sí estaban habilitados para su traslado automático
a la bolsa neoyorquina. El camino fue su transformación en ADRs
(American Depositary Receipts), una operación que, si se descuenta
el diferencial de precio entre ambas plazas, tiene un costo menor, por
debajo del 1 por ciento de la operación. La misma posibilidad existe
también con los distintos bonos de deuda. Así con
prescindencia de las discusiones sobre los mil dólares que, en
caso de viajes al exterior, se pueden sacar por persona mayor o sobre
la necesidad de conseguir una autorización del Banco Central para
cantidades mayores lo cierto es que quienes quieran trasladar grandes
sumas no enfrentarán mayores problemas.
Y si de continuar sacando recursos al exterior se trata, los memoriosos
y no tanto recuerdan las típicas operaciones de subfacturación
de exportaciones y sobrefacturación de importaciones de la época
en que el Banco Central actuaba como liquidador de las divisas del comercio
internacional. Ambas opciones significan dejar el porcentaje por lo sobre
o subfacturado en el exterior. En otras palabras, utilizar otro de los
caminos de transferencia legal para, de modo ilegal, transferir
parte de los recursos fuera del país.
Fuentes de la city estimaron que la existencia de los mecanismos dará
lugar, si la demanda lo requiere, a que rápidamente se ofrezca
el servicio minorista. Por supuesto que comisión de por medio,
pues el servicio tiene sus costos y sus riesgos.
Además del efectivo en el exterior, también será
necesario efectivo en el mercado interno. La economía negra no
desaparecerá porque un reducido porcentaje de la población
decida blanquear a su empleada doméstica. Y la restricción
de la oferta de dinero, como sucede con la oferta de cualquier otra mercancía,
también provocará la aparición de un mercado paralelo.
En este caso quienes harán valer su posición de mercado
serán los comercios que por el monto de sus ventas capten efectivo,
en este caso se hayan, por ejemplo los supermercados barriales. Así,
al final del día pasará quien, por ejemplo compre
con un cheque que agregará una comisión, dicho efectivo.
Para consumo personal, las nuevas disposiciones de Economía no
impiden que un titular abra cajas de ahorro en distintos bancos y de cada
una de ellas se realicen retiros de 1000 pesos mensuales.
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