Por Diego Schurman
Carlos Ruckauf y José
Manuel de la Sota ordenaron a su tropa un endurecimiento frente
al Gobierno. Los mandatarios de Buenos Aires y Córdoba decidieron
bajar línea tras lo que consideraron una tibia y desordenada
reacción de los legisladores del PJ ante el nuevo paquete económico.
No fue la única coincidencia: tal como anticipó Página/12,
sus técnicos también avanzaron en la confección de
medidas alternativas, en un emprendimiento al que ya se sumaron el jefe
de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, y el mandatario santafesino
Carlos Reutemann.
El objetivo de Ruckauf y De la Sota es mostrar firmeza en el rechazo a
un nuevo parche del Gobierno. Imaginan que la crisis volverá
a explotar con todas sus fuerzas el día 91 (cuando
eventualmente finalice la inmovilidad de efectivo) o, peor aún,
a fin de año, si es que no se paga el aguinaldo en término.
El bonaerense ya había trazado un panorama apocalíptico
de la situación económica el lunes, durante un encuentro
de técnicos en el Banco Provincia. Y coincidió con De la
Sota, en varias charlas telefónicas, que una consecuencia inmediata
de las restricción del movimiento de efectivo será una
baja en la recaudación de impuestos, lo que atentará
contra las economías provinciales.
A su manera, cada uno hizo conocer las críticas al plan de Domingo
Cavallo. Pero ahora esperan que sus principales lanzas en el Congreso
tomen la posta y redoblen le embestida contra el ministro de Economía.
Por lo pronto, ya lograron un alineamiento de las dos CGT. Tanto la oficial,
cercana a De la Sota, como la rebelde, jugada con Ruckauf, analizan por
estas horas un paro con movilización a Plaza de Mayo.
En el Congreso la respuesta llegará en las próximas horas.
Para mañana está programada una reunión de la mesa
de conducción de bloque. El jefe de senadores, José Luis
Gioja, dio a este diario un adelanto de lo que allí se evaluará.
Básicamente creemos que en las provincias las medidas pegan
mucho más duro que en la Capital porque hay mayor informalidad.
Hay más pequeños almacenes. No hay plata para comparar las
máquinas para los trabajos de campo. Y esto así no va.
El legislador mantuvo ayer un encuentro con Humberto Roggero, Eduardo
Camaño y Ramón Puerta. Uno de los legisladores, a través
de su vocero, confirmó a Página/12 que la orden de apretar
al Gobierno no llegó únicamente de Ruckauf y De la Sota,
sino también de Reutemann.
En ese sentido recordó las duras palabras que el senador electo
por Santa Fe, Oscar Lamberto, brindó a la agencia DyN. Stalin
decía que no había más homosexuales ni religiosos
ni nacionalidades. Para el gobierno son todos porteños del centro
de Buenos Aires, porque no se respeta las formas de vivir a los argentinos.
Como un buen soldado bonaerense, el diputado José María
Díaz Bancalari, un defensor acérrimo de Eduardo Duhalde,
dio a conocer un comunicado titulado terrorismo económico
y tiranía financiera, en el que despotrica contra el estilo
dictatorial y la metodología de facto de un gobierno
que no escucha el clamor de la mayoría empobrecida.
Si bien la sociedad entre Ruckauf y De la Sota encierra un mensaje hacia
la interna del PJ básicamente que el nombre del próximo
presidente saldrá de uno de ellos dos, para esta coyuntura
decidieron extender las conversaciones hacia representantes de otros sectores.
Un caso: Aníbal Ibarra. Estuve comunicado este fin de semana
con el gobernador Ruckauf y nuestros ministros de Economía están
en contacto, porque estamos analizando nuevas medidas que pueden ser tomadas
conjuntamente con De la Sota en Córdoba, en la Provincia de Buenos
Aires y en nuestra ciudad, dijo el jefe de Gobierno porteño.
Efectivamente, técnicos de Hacienda, Rentas y Desarrollo Económico
de la Ciudad están buscando la manera de adaptar los comercios
a la nueva situación. Es una buena señal que a pesar
de las diferencias políticaspodamos trabajar en conjunto para salir
de la crisis y favorecer a los empresarios, comerciantes y trabajadores,
dijo Ibarra.
El menemismo opina
de nuevo
Carlos Menem consideró recesivas las medidas
económicas y le recomendó al Gobierno reconstruir
el poder político como condición indispensable
para (garantizar) la gobernabilidad.
A través de un comunicado del Consejo Nacional Justicialista,
que también lleva las firmas de alguna de sus espadas, como
Eduardo Bauzá, César Arias y Rubén Marín,
el ex presidente aseguró que las medidas dadas a conocer
el fin de semana no alcanzan ni por asomo para enfrentar y
resolver las formidables dimensiones de la dramática situación
que agobia a la Argentina.
Como si fuera poco, concluye que el abrupto cambio en las
reglas de juego profundizará la recesión, golpeará
a las economías regionales, disminuirá la inversión
y el consumo interno, aumentará el desempleo y los niveles
de pobreza.
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