En la mayoría de los
países de Latinoamérica Natalia Oreiro es reconocida como
la muñeca brava, por su participación protagónica
en la telenovela que hace algunos años se emitía por la
pantalla de Telefé. El lunes mientras participaba en la emisión
en vivo de un programa de la televisión chilena, la actriz y cantante
uruguaya justificó para siempre el apodo, al herir a otro de los
invitados con un arma de fuego, que para suerte de ambos estaba cargada
sólo con balas de fogueo. Tras el episodio, el animador chileno
Sergio Lagos debió abandonar anticipadamente El lunes...
sin falta, el ciclo de entretenimientos que se emite por el Canal
13 trasandino, con un profundo corte en una de sus cejas, por el que debió
ser hospitalizado de urgencia.
Todo parecía marchar perfectamente en uno de los programas más
vistos de la televisión chilena. Conducido por Alvaro Salas y Raúl
Alcaíno, el ciclo transcurría sin inconvenientes ante un
público casi nacional (hizo 33 puntos de rating promedio), tal
vez producto de las importantes figuras invitadas: en el piso se encontraba
el futbolista Iván Zamorano, la exitosa cantante mexicana Paulina
Rubio y la uruguaya Oreiro. El incidente, que ayer era la comidilla de
buena parte de los medios chilenos, sobrevino cuando los invitados pasaron
al centro del estudio para participar de un sketch que tenía la
intención de recordar los tiempos en que la radio era el principal
medio de comunicación.
En la dramatización, Oreiro interpretaba a una tonta princesa que
debía defender el amor de su amado (Zamorano), dispuesto a serle
infiel por la atracción de una chica de origen humilde (Rubio).
La escena debía terminar con un disparo realizado por Oreiro que
pondría fin a la aventura de su marido. Pero la uruguaya, compenetrada
con el personaje, en vez de apuntar el arma de fogueo al micrófono,
lo hizo señalando a sus compañeros de reparto, con tanta
mala suerte que impactó en Lagos, que llevando sus manos a la cara
no ocultó el dolor. Inmediatamente, los conductores pidieron una
tanda comercial, que dejó a millones de televidentes en vilo.
Tras el corte, Salas explicó al público que en el piso había
habido el un accidente. Mientras eso ocurría, con un profundo corte
sobre una de sus cejas y algunas quemaduras en la cara, Lagos era retirado
del canal y trasladado al Hospital del Trabajador de la capital chilena.
Allí, los médicos que lo atendieron explicaron que el joven
animador del programa Panoramix presentaba heridas superficiales,
pero que debería tomarse no menos de una semana de licencia antes
volver a pisar un estudio de TV.
Tras el accidente, los conductores trataron de calmar a la cantante y
actriz, cuyo semblante reflejaba preocupación. Sin embargo, a partir
del incidente, Oreiro se convirtió en objeto de bromas de los humoristas
con los que compartía el programa. Los cómicos del grupo
Los dinamita show, tomaron la iniciativa: Venga para
acá... pero sin pistola, fue el consuelo de uno de sus integrantes.
Otro, en tanto, la llamó a tranquilizarse con un lacónico,
cálmese niña que nada ha pasado, aunque afuera la
están esperando los Carabineros.
Pero éstos no fueron los únicos malos momentos de Oreiro
durante la emisión del programa. Antes del incidente con el arma
de fogueo, la estrella había tenido un fuerte encontronazo con
Rubio, en lo que se puede catalogar como un choque de divas.
El primer roce entre ambas se produjo cuando la cantante mexicana recordó
que ya habían estado juntas en otro programa de televisión
pero que la uruguaya no la había saludado. Atónita, Oreiro
desconoció el episodio. Posteriormente, la disputa de egos alcanzó
mayor temperatura cuando los conductores detallaron los logros musicales
de cada una de las cantantes, quienes, en pos de mostrar cuál era
mejor en su rubro, no dejaron de sumar premios a los logros nombrados
por los anfitriones. Inclusive, Oreiro detalló que hasta el famoso
director estadounidense Quantin Tarantino se había fijado en ella.
¿Quizá para ofrecerle un papel en una próxima película
de acción?
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