Después de diez años
de poner a la Argentina como el alumno ejemplar, anoche el Fondo Monetario
dijo basta. En un escueto comunicado divulgado en Washington minutos después
de que Domingo Cavallo dijera en conferencia de prensa que las negociaciones
iban muy bien y que se seguía trabajando codo
a codo, el organismo anunció que no desembolsaría
fondos frescos para la Argentina. Economía aguardaba los 1264 millones
de dólares que estaban pendientes por el blindaje. Pero la negativa
del FMI a girar ese dinero, a raíz del incumplimiento del Déficit
Cero, coloca a la Argentina al borde del default. Una instancia que Cavallo
aún pretende eludir. Anoche, Fernando de la Rúa analizaba
la situación con el ministro de Economía y parte del Gabinete.
Cavallo, a pesar de haber prometido un comunicado de prensa, mantuvo silencio
tras el anuncio del Fondo.
En base a lo informado por la misión que estuvo en Buenos
Aires, la gerencia del Fondo no puede encomendar que se complete la revisión
del programa, señaló el FMI en el comunicado dando
por caído el último acuerdo con la Argentina. La decisión
se tomó por la tarde durante una reunión informal del directorio
ejecutivo del organismo. El incumplimiento del Gobierno de la meta del
Déficit Cero, que Cavallo se vanaglorió de haberse autoimpuesto,
terminó por inclinar a las máximas autoridades del FMI a
cancelar el programa con la Argentina, tal como había adelantado
Página/12. En octubre, el desequilibrio fiscal rozó los
700 millones y el mes pasado habría alcanzado un monto similar.
Para diciembre se espera una mayor caída de la recaudación
por lo que el rojo volvería a dispararse.
La conclusión de banqueros y analistas consultados por este diario
fue unánime: el Fondo Monetario le bajó el pulgar al ministro
de Economía. Y de esta manera desarticuló la estrategia
de convertir a la Argentina en un caso testigo de reprogramación
de la deuda sin caer en una cesación de pagos abierta. En la city
creen que al ministro se le hará casi imposible llegar a la Fase
2 del canje sin antes declarar el default.
A lo largo de este mes, Economía debe pagar alrededor de 2000 millones
de dólares entre vencimientos de amortizaciones y de intereses
de la deuda. Y los financistas tienen puesta su atención en el
viernes 14, una fecha a la que consideran clave. Ese día vencen
unos 1000 millones en Letes, a los que se suman otros 371 millones de
otros bonos colocados en los mercados internacionales. Como las Letes
no tienen la cláusula de cross default por la
cual el impago de un bono equivale al incumplimiento de todos los demás,
en la city sospechan que ese vencimiento sería el primero elegido
por el ministro para saltear su pago.
Sin embargo, Cavallo no se da por vencido. Con el guiño de la Superintendencia
de AFJP logró que las administradoras se comprometieran a prestarle
3000 millones para hacer frente a los vencimientos. Pero como esos fondos
están colocados en plazos fijos, su salida tendrá un impacto
negativo sobre el ya debilitado sistema financiero. Es muy probable que
este nuevo atajo para seguir pagando la deuda brinde algo de oxígeno
a Cavallo, alargando la agonía. Pero no son pocos los que sostienen
que la actual dinámica de la economía transita hacia un
colapso.
Roto el acuerdo con el Fondo, la pregunta del millón apunta a cuál
será la nueva relación que se entable con el organismo.
Por ahora, desde Washington partió la señal de que no se
cortarán los lazos aunque no se dieron pistas sobre el futuro.
El Fondo se mantiene en cercano contacto con las autoridades argentinas
y está comprometido a trabajar con ellas en el desarrollo de un
programa sustentable, añadió el comunicado. Al respecto,
tanto en Wall Street como en la city porteña están convencidos
de que la receta del Fondo incluye una devaluación. Y que la decisión
de ayer apunta a no dejarle otra escapatoria al equipo económico.
Tras la fuerte caída de las reservas del Central, de 19.000 millones
desde que se profundizó la crisis, quedan pocas chances de ir hacia
una dolarización total. Por ahora, el titular del Palacio de Hacienda
descartó tanto la devaluación como la dolarización.
Desmiento totalmente que el Fondo haya sugerido o indicado o condicionado
alguna de esas dos decisiones, indicó. Diplomática,
la portavoz del Departamento del Tesoro estadounidense, Michelle Davis,
se limitó a decir que apoyamos este proceso y damos la bienvenida
al continuo contacto entre la Argentina y el FMI.
EL
PROYECTO DE UN PODEROSO NUCLEO EMPRESARIO
Crisis, presión y dolarización
Por Raúl
Dellatorre
El Consejo Empresario Argentino,
el núcleo central de bancos extranjeros, laboratorios y cerealeras
multinacionales y las más poderosas empresas beneficiarias de las
privatizaciones, vienen planteando ante la más altas instancias
gubernamentales, en las últimas horas, la necesidad de ir hacia
una dolarización para salir del actual marasmo. La banca extranjera
incluso habría ofrecido fondos líquidos de sus casas matrices,
en divisas, para respaldar al sistema ante una eventual corrida si se
adopta aquella opción. Aseguran quienes siguen de cerca estos movimientos
que hombres clave cercanos al presidente Fernando de la Rúa ya
fueron convencidos por la propuesta. Como es obvio, los proponentes no
cuentan con Cavallo como el ministro para llevar a cabo la transformación.
La propuesta presentada a las autoridades por las poderosas organizaciones
empresarias recoge parte de la que viene impulsando el CEMA, el think
tank que nutrió al menemismo a través de Roque Fernández,
Pedro Pou y Carlos Rodríguez, entre otros personajes ligados al
origen de la actual recesión. El pensamiento de este sector ultraortodoxo
no sólo conquistó al ex presidente Carlos Menem, un adherente
inescrupuloso a la dolarización, sino ahora también a un
influyente núcleo empresario.
A falta de un respaldo estadounidense para las reservas el acuerdo
monetario que pretendía Pou cuando propuso la dolarización
en las postrimerías del menemismo, ahora es la banca privada
extranjera la que ofrece solidificar el colchón de divisas para
cambiar los pesos en circulación. Habrían comprometido
unos 10 mil millones de dólares en un principio, que serviría
tanto como dique frente a una corrida como apoyo a las reservas para canjear
los pesos, según la fuente. Según estimaron los impulsores
de la propuesta, con un fuerte respaldo externo hasta sería
posible el canje de pesos por dólares a 1 por 1, pero si no alcanza,
primero se devaluará, afirman desapasionadamente. No se descarta,
en este esquema, un guiño del FMI.
Los primeros alarmados con el trascendido han sido los bancos locales.
Es apreciable el violento proceso de concentración del sistema
financiero que sobrevendría a una dolarización como la planteada.
Menos aún entusiasma a los sectores industriales. El debate ya
ganó incluso al justicialismo. Salvo en el menemismo, hay un masivo
repudio al proyecto dolarizador. Sin embargo, al gobernador cordobés
José Manuel de la Sota lo juzgan navegando todavía a dos
aguas. Mientras tanto, la dolarización avanza sobre las alfombras
de la Casa de Gobierno, en un esquema que se parece cada vez más
a la virtual cesión en alquiler de Economía
al grupo Bunge y Born en el primer año del menemismo.
El
turno del default
Por Alfredo Zaiat
Argentina va camino a declarar
la cesación de pagos en los próximos días. Dos han
sido las señales que ayer se emitieron en ese sentido. Por un lado,
el FMI dio por caído el programa de asistencia y, por lo tanto,
no girará ni el desembolso de 1260 millones ni los 3000 millones
comprometidos para apoyar la reestructuración de la deuda. Nada
hasta que no haya otro plan económico. Argentina se quedó
así sin el único bombeo de recursos externo que le quedaba
para hacer frente a los compromisos de deuda. Por otro lado, fue el propio
Domingo Cavallo que sin decirlo abiertamente lo dio a entender en la conferencia
de prensa. Entre paréntesis, interrumpió el
mediterráneo su exposición de flexibilización de
las restricciones. Recomiendo que entre en el canje de deuda, que
vence el viernes, porque se asegurarán el pago de intereses y capital,
continuó. Y para que no haya dudas dijo: Vuelvo a reiterar
que es muy importante que canjeen los bonos, en especial los de corto
plazo. El que avisa no traiciona. A su modo, Cavallo avisó,
aunque no está claro que no traicionará, pero eso es otro
cantar. Terminado el canje de deuda en el tramo local y saldado en estos
días el vencimiento de Letes, papeles en manos de bancos y AFJP,
se empezará a escribir el capítulo del default abierto.
El trueque internacional se llevará a cabo en un escenario de cesación
de pagos, no porque lo quiera Cavallo que ha implementado las medidas
más disparatadas para pagar, sino porque el FMI cerró el
grifo. En última instancia, el Fondo busca acelerar así
el desenlace de la crisis, que para el organismo no es otro que la devaluación.
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