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NIVEL RECORD PARA EL RIESGO PAIS, DE 4019 PUNTOS, PERO SUBIO LA BOLSA
Todo bajo el signo de la incertidumbre

Las restricciones al retiro de efectivo no habrían evitado la fuga de capitales del sistema, apenas compensado por el ingreso de fondos para el pago de sueldos. Con nueva medición, saltó por el cielo el riesgo país.

Más especulación que euforia
en la Bolsa, para hacerse de efectivo en el exterior.

Las nuevas restricciones bancarias no evitaron que el lunes salga del sistema todo el efectivo permitido por las normas, mientras que la baja en las tasas de interés pasivas no impidieron que los bancos sigan con spreads de más de 20 puntos. En la Bolsa, que terminó con un alza del 8 por ciento, continuaron las operaciones especulativas para hacerse de efectivo en el exterior y no faltaron las apuestas a la devaluación. Los bonos cayeron y el nuevo riesgo país quedó en 4019 puntos, pero el salto respondió ante todo al cambio en la composición del indicador.
En una clara muestra de que la desconfianza de los depositantes se mantiene intacta, la mayoría de los plazos fijos que vencieron el lunes no fueron renovados. Si bien los depósitos totales se mantuvieron estables, crecieron 8 millones respecto del viernes, 498 millones de depósitos a plazo pasaron a estar a la vista: principalmente a cajas de ahorro en dólares, 206 millones, y a cuentas corrientes en pesos, 195 millones. Esto significa que, quienes pudieron, trasladaron sus fondos al paso previo a retirarlos en efectivo. Incluso el exiguo aumento de 8 millones en los depósitos totales no representa una buena señal. Se trata de un momento del mes en el que las empresas depositan salarios y el resultado neto muestra que los retiros de efectivo rondaron el máximo posible.
Por otra parte, también continuaron afectándose las reservas netas del Banco Central que garantizan la convertibilidad. Aunque aumentaron en 158 millones, sus componentes mostraron un comportamiento dispar. Los títulos públicos aumentaron en 236 millones y las divisas cayeron en 78 millones, lo que refleja que el Central asistió con efectivo a los bancos. Este dato se refuerza con el aumento registrado en el stock de pases activos, que aumentó en 238 millones.
Cerrada la puerta de salida, la tasas pagadas por los bancos mostraron una sensible baja. Los últimos datos relevados por el Banco Central, que corresponden al martes 4, mostraron que los depósitos a plazo fijo recibieron una tasa promedio del 8,1 por ciento anual, mientras que las cajas de ahorro recibieron 3,2 por ciento. De esta manera, los bancos no necesitarán adaptarse a las tasas de referencia para los depósitos a plazo fijo. El Banco Central informó que desde hoy sólo estarán dentro del régimen de cobertura de depósitos las colocaciones de 30 a 59 días que no excedan un rendimiento del 11 por ciento anual (la anterior era de 12) y para 60 o más días del 11,25 por ciento (anterior 12,25).
A pesar de este valor de las tasas pasivas, las activas en dólares en el circuito mayorista se pactaron en torno al 25 y 30 por ciento anual. Es decir, el spread promedia los 20 puntos. En otras palabras, en medio de la crisis y luego de estar al borde de una crisis sistémica, la rentabilidad de los bancos, al igual que la desconfianza de los depositantes, sigue intacta.
Mientras tanto, la bolsa porteña subió el 8,02 por ciento. Además de las especulaciones sobre una posible devaluación –las acciones compradas hoy se liquidan el lunes y las transacciones son en pesos–, influyeron las operaciones con acciones que pueden trasladarse a Nueva York y transformarse en efectivo en el exterior.
En el mercado de bonos la caída promedio fue del 3,3 por ciento. Aunque el riesgo país quedó en 4019 puntos, su aumento no guarda relación directa con la caída en las cotizaciones de ayer, sino que responde a un “rebalanceo” del indicador de referencia EMBI+ que elabora el JP Morgan. Desde el lunes, por la reducción del mercado de muchos de los papeles canjeados, el banco de inversión estadounidense eliminó de la composición del EMBI+ a 10 bonos que tenían tasas de retorno menores. El resultado fue que los que rinden más tienen ahora mayor peso. De allí el riesgo en 4019 puntos básicos.

 

Escasany no se va de ABA

Eduardo Escasany, titular del Banco Galicia, desmintió ayer que dejará las filas de las Asociación de Banco de la Argentina (ABA) para integrarse a Abappra, la cámara que agrupa a bancos públicos y privados de origen nacional. “Eduardo sigue en ABA, no dejará la presidencia de la entidad”, se preocupó en aclarar a este diario un estrecho colaborador del banquero. Esa versión empezó a rodar a partir del acercamiento de Escasany al Grupo Productivo (industriales, ruralistas y constructores) para impulsar una “Mesa de la Concertación”, iniciativa en la cual no participaron ni la ven con simpatía sus colegas extranjeros integrantes de ABA.

 

MOODY’S Y S&P LA DAN POR MUERTA DESDE EL WEEKEND
Requiem a la convertibilidad

Las medidas anunciadas el fin de semana por el gobierno argentino han puesto fin “de hecho” a la Convertibilidad, sentenció ayer la calificadora Moody’s, coincidiendo así con lo afirmado por Página/12 en su edición de la víspera. La agencia considera además que una dolarización plena de la economía no es posible en este momento, y pronostica que, de mantenerse la paridad entre el peso y el dólar, el Ejecutivo podría verse obligado a congelar los depósitos. La otra calificadora estrella, Standard & Poor’s, se expidió también en términos severos, juzgando que ahora existe un riesgo incrementado de que colapsen el tipo de cambio y los controles al movimiento de capitales. Para S&P, aunque aún se permite transferir fondos al exterior para pagar obligaciones financieras, la imposición de obtener la autorización del Banco Central “indica un riesgo directo y creciente de interferencia gubernativa”.
En un informe denominado “Argentina: el fin de la convertibilidad”, idéntico al título de tapa de ayer de este diario, Moody’s aseguró que las medidas que incluyen restricciones sobre los depósitos bancarios “han creado una estructura compleja y no transparente de tipos de cambio entre las diversas monedas extranjeras”. La calificadora agregó que “no hay bastantes ‘dólares reales’ (con créditos materiales en cuentas bancarias de Nueva York o en la Reserva Federal) en el sistema formal para cumplir con la paridad uno a uno establecida en la ley argentina. La convertibilidad ha sido reemplazada por un régimen monetario que usa el ‘dólar argentino’ como una unidad contable”.
En otras palabras: los residentes de este país creen contar con saldos en dólares en sus cuentas bancarias, con la libertad incluso de dolarizar sus depósitos en pesos, pero en la realidad esos dólares no existen. Sólo seguirán contando con ellos en la medida en que no se les ocurra ir a retirarlos físicamente. Esos dólares no están en ninguna parte, salvo los registros contables, porque tampoco existen en depósitos que los bancos locales posean en Estados Unidos.
“La economía en negro crecerá”, predice Moody’s, basándose en que los controles ahora aplicados para bloquear la salida de capitales estimularán el empleo de mecanismos espurios para la emigración de fondos, como la sobrefacturación de importaciones o la subfacturación de exportaciones. Para la calificadora, los problemas financieros y económicos de la Argentina “tienen sus raíces profundas en la inflexibilidad de su sistema monetario y de cambios”. Pero Domingo Cavallo insistió ayer, durante la rueda de prensa que ofreció (ver aparte), en su estereotipo: lo que ocurre es que afuera no entienden ni nunca entendieron la Convertibilidad.

 

“Mejor sería la flotación”

Mientras el diario inglés Financial Times consideró que “la convertibilidad está muerta”, el economista jefe y vicepresidente del Banco Mundial, Nicholas Stern, consideró –a pesar de las evidencias– que “la Argentina es un ejemplo de desarrollo”. “Las reformas que Argentina ha implementado a lo largo de los últimos años se mantendrán a buen ritmo a mediano y largo plazo. Creo que los pronósticos de crecimiento son buenos”, manifestó Stern, pese a lo cual, el Banco Mundial no destrabará los desembolsos pendientes del programa acordado en diciembre de 2000, ya que el Fondo Monetario no perdonó el incumplimiento de las metas fiscales. Los préstamos del Banco Mundial, el BID y del gobierno español estaban condicionados a la aprobación de las metas por parte del FMI. El Financial Times, en tanto, siguió con la serie de artículos lapidarios sobre lo que le espera a Argentina. Ayer señaló que “las restricciones (para el retiro de depósitos) difícilmente puedan ser temporarias, dado que desde el momento en que se levanten la gente sacará todo su dinero de los bancos”. Y agregó que “a menos que la comunidad internacional esté preparada para asistir a la Argentina con enormes sumas de dinero, todas las alternativas confluyen en la agonía”. Para el matutino, por último, dentro de las opciones de devaluación o dolarización que se abren en el horizonte, “lo mejor parecería ser la flotación, ya que viene de una larga recesión”.

 

PELEAS EN ECONOMIA
Cavallo juega solo

Por Claudio Zlotnik y David Cufré

“Cavallo sólo confía en Liendo y en Sonia, los demás nos enteramos por los diarios”, dijo con desdén un miembro del equipo económico a Página/12. En algunos despachos del Palacio de Hacienda se sienten completamente ajenos a las decisiones que está tomando el ministro y las cuestionan con dureza. La relación con el viceministro, Daniel Marx, está magullada desde hace meses, por lo que recurrentemente crecen las versiones sobre su inminente renuncia. Ayer fue uno de esos días, pero Cavallo volvió a desmentir pelea alguna con Marx o con algún otro de sus colaboradores. “Estamos trabajando juntos con todas las pilas”, afirmó el ministro, con tono afable y una sonrisa. “La pelea es muy fuerte. Marx no lo soporta a Liendo y sabe que Cavallo lo quiere desplazar en el manejo del canje internacional”, afirmó un hombre de Economía que vive de cerca las disputas.
Una de las razones por las cuales Marx y el jefe de asesores, Guillermo Mondino, cuestionan a Cavallo es por la forma en que se manejó con la misión del FMI. El ministro armó ese paquete junto a Liendo y al secretario Legal y Técnico, Alfredo Castañón, y lo lanzó sin darlo a conocer antes al jefe de auditores del organismo, Tomás Raichman. El lunes, de manera imprevista, Raichman regresó a Washington, dejando en evidencia que se venía el portazo a las pretensiones de Cavallo de recibir 1260 millones del blindaje. Cerca de Cavallo señalaron a este diario que no haber anticipado las últimas medidas a Raichman ha sido “una estupidez”.
El planteo de hombres del equipo económico contra Cavallo es también porque “no tiene ningún plan”. Le recriminan que no discute con ellos las medidas, que está dando manotazos de ahogado sin definir un rumbo claro y que comete errores evitables si hubiera tomado algunas previsiones. Los mismos reproches hacen la mayoría de los economistas y políticos que están afuera del Gobierno. “Cavallo no escucha ninguna de las ideas que estamos pensando para armar una estrategia de salida de la crisis a mediano plazo”, agregó uno de los informantes.
En Economía existe el temor a que la falta de conducción política, sumada a la bronca general por las últimas medidas termine generando un clima de estallido social. Una variable que el Gobierno no podía controlar era la salida de depósitos, que finalmente fue tan importante que Cavallo se vio forzado a congelar parcialmente ante el pedido de los bancos. Ahora se observa con mucha atención las reacciones sociales y esperan que no se llegue a un situación de rebelión. En ese sentido, desde la Casa Rosada sostienen que Fernando de la Rúa jamás tomará la decisión de devaluar, porque “su única preocupación es no tener que vivir en carne propia la película de Alfonsín, con saqueos y entrega anticipada del poder”.
Sin embargo, en el Palacio de Hacienda no están tan seguros de lo que vaya a hacer Cavallo, ya sea por voluntad propia o porque se le cierren todos los demás caminos. En la city existe el convencimiento de que el ministro dejará de pagar la deuda, cayendo finalmente en default. Marx rechaza esa posibilidad y quiere avanzar con la segunda fase del canje de deuda. En rigor, lo mismo dice el ministro, pero ayer reiteró que la única forma de que Argentina pueda pagar es con crecimiento, y que sin un canje de deuda exitoso, el crecimiento será imposible. En conclusión, si aparecen complicaciones para el canje habrá cesación de pagos. En el mercado sostienen que el Gobierno no tiene tiempo -ni fondos- para esperar al trueque de bonos con los acreedores del exterior.
Aunque la relación Cavallo-Marx está rota, el viceministro no presentará la renuncia hasta que esté terminado el canje internacional. Muchos creen que en esa instancia, Marx dará las hurras y abandonará a Cavallo. Pero no quiere complicar más las cosas en este momento.

 

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