Las dos CGT convocaron a un
paro general para el próximo jueves 13 en rechazo a las nuevas
medidas económicas. La modalidad de la protesta se resolverá
recién hoy, ya que en ese punto no hubo acuerdo: mientras el sindicalismo
oficial propicia una huelga pasiva, los rebeldes quieren realizar
movilizaciones y cortes de rutas en todo el país.
Rodolfo Daer y Hugo Moyano encabezaron la reunión realizada ayer
en la sede del sindicato de Luz y Fuerza. En la CGT oficial las posiciones
no comenzaron siendo homogéneas. El propio Daer sugirió
en un momento demorar cualquier tipo de resolución para facilitar
un encuentro con Fernando De la Rúa. Moyano desestimó esa
posibilidad.
El sindicalismo oficialista siempre presentó una postura más
dialoguista. De hecho, en esta misma semana mantuvo una reunión
con Chrystian Colombo. Sin prometer nada, en ese encuentro el jefe de
Gabinete dijo que es factible que se reestablezcan las asignaciones familiares.
Ese argumento no pudo modificar la declaración de guerra de los
cegetistas.
Hubo apenas una última luz de esperanza cuando se enteraron en
medio de las conversaciones que Domingo Cavallo realizaría nuevos
anuncios. Pero no duró demasiado. Lo del ministro de Economía
respondió más al despelote del sistema financiero que a
una revisión de las medidas, consideró Juan Carlos
Schmid, secretario general de dragado y balizamiento.
No puede ser que se incaute el salario de la gente, porque la cuestión
no son 250 o 1000 pesos, el problema es que la medida de neto corte autoritario
incauta la libre disposición del salario de los trabajadores,
se sumó Armando Cavalieri, titular del gremio mercantil. A esa
altura la idea de parar era irreversible. Y, entonces, la discusión
cambió de eje: la fecha, la extensión y la modalidad de
la protesta. Daer predicó por un paro de 24 horas pero Moyano subió
la apuesta: huelga de 36 horas con marcha al Congreso o Plaza de Mayo.
La salida fue negociada. Se aprobó un paro de 24 horas para el
próximo jueves con la posibilidad de coordinar movilizaciones a
lo largo y ancho del país. Los rebeldes se encargarán de
la parte activa de la protesta, y lo formalizarán durante
un plenario de delegaciones regionales que se realizará hoy en
la sede de la Unión Tranviaria Automotor (UTA). Como un anticipo,
la CGT rebelde podría realizar durante esta jornada piquetes en
la entrada de los bancos de la city porteña. Julio Piumato, del
gremio judicial, y Juan Carlos Schmidt, de dragado y balizamiento, son
los encargados de la organización.
Todas las manifestaciones coinciden con el endurecimiento
del peronismo y en especial de los gobernadores Carlos Ruckauf y José
Manuel de la Sota. Se trata, ni más ni menos, que de los candidatos
a presidente a los que adscriben el sindicalismo rebelde y el oficial,
respectivamente. Ya al término del encuentro, Daer recordó
que las medidas anuncias por el Gobierno, a las que consideró de
fascistoides, profundizarán la recesión y apurarán
una estampida en los índices de desocupación.
El modelo de Cavallo ha fracasado. El tiene una tremenda responsabilidad
con la situación financiera de nuestra país, ya que facilitó,
por impericia o por irresponsabilidad, que los capitales totalmente especulativos
se retiren de nuestro país y no escuchó a la CGT que siempre
exigió regulaciones a los capitales financieros, concluyó
Daer.
Otra pelea en Tribunales
La pelea contra las nuevas medidas económicas que plantea
el sindicalismo no se limitarán al terreno de la protesta
gremial. Los abogados de la CGT oficial y de la rebelde presentarán
un amparo en Tribunales al considerar afectación del
derecho de propiedad lo anunciado por el ministro de Economía,
Domingo Cavallo.
Si bien ya existe un fallo favorable a una presentación de
la diputada y titular del gremio de aeronavegantes, Alicia Castro,
el objetivo de las presentaciones de las dos CGT según
pudo saber Página/12 es la de tener una incidencia
colectiva que beneficie a todos los representados
por las centrales sindicales.
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UNA
PELEA POR LAS INUNDACIONES
Felipe Solá se encocoró
Con un cortante No se
encocore, el ministro del Interior, Ramón Mestre, frenó
al vicegobernador bonaerense, Felipe Solá, durante la reunión
entre gobernadores y funcionarios que se realizó para analizar
la situación de las provincias inundadas.
En el Salón de los Escudos, en la Casa de Gobierno, Solá
no sólo se enfrentó con Mestre, sino que también
se peleó con el secretario de Provincias, René Bonetto.
Esto último ocurrió con la presencia de un grupo de periodistas
que esperaban las conclusiones de la reunión en la que se analizó
la posible creación del Comité de Cuencas Interjurisdiccional.
Durante la reunión, según relató uno de los presentes,
Solá llegó indignado por la situación de la provincia
de Buenos Aires a raíz de las inundaciones. Soy autoridad
en la provincia más inundada de América latina, le
espetó al ministro. No se encocore, le respondió
Mestre a Solá, quien, sin perder el tiempo, le replicó gritando
al ministro del Interior adelante de los demás gobernadores y funcionarios
provinciales y nacionales presentes: No me hable así.
Solá no estuvo solo en el reclamo al Ejecutivo por la ayuda que
necesitan las provincias ya que el gobernador de La Pampa, Rubén
Marín, se sumó a la protesta. Según relataron algunos
de los presentes, el problema de Solá y de Marín era que
los ministros nacionales Mestre, José Dumón, de Trabajo;
Daniel Sartor, de Desarrollo Social; y Carlos Bastos, de Infraestructura
no se dirigían a ellos cuando hablaban, sino directamente a los
intendentes de las zonas afectadas.
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