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RUMORES DE RENUNCIAS, DEVALUACION Y DOLARIZACION EN LA ROSADA
Todos mirando lo que hace Cavallo

Lo más duro no fueron las versiones que abundaron, sino la real negativa del FMI a adelantar fondos. Las dudas del Gabinete. Los temores en la Rosada. Preguntas y diálogos de un día tenso.

Fernando de la Rúa se dio tiempo para recibir al gobernador de La Rioja Maza y a Eduardo Menem.

Por José Natanson

“¿Che, y si no llega la guita qué pasa?”, le preguntaba un ministro a otro, luego de una reunión con un puñado de gobernadores peronistas para hablar de las inundaciones. El diálogo, ayer por la tarde en el Salón de los Escudos del Ministerio del Interior, ilustra la increíble situación que atraviesa el Gabinete: en medio de un vendaval financiero que apenas entienden, los funcionarios políticos sólo atinan a mirar a Domingo Cavallo, que los desconcierta con cada nuevo movimiento. “Lo único que sé es que estamos en caída libre”, resumía anoche una fuente de la Rosada.
Ayer hubo de todo: versiones de devaluación y dolarización, rumores sobre la salida inminente de Cavallo, la decisión de flexibilizar las restricciones a los depósitos y, sobre la noche, la peor de todas las noticias: el anuncio oficial del FMI de que “por el momento” no depositará los 1300 millones previstos para diciembre.
En la Rosada sabían desde hace días que los recursos del Fondo eran claves para la marcha de un Gobierno que ha cortado buena parte de sus servicios, empezando por el PAMI y las partidas sociales. Ayer, desde temprano, los funcionarios cruzaron nerviosos llamados para averiguar si habían llegado noticias del desembolso.
Preocupados, el ministro del Interior, Ramón Mestre, el de Desarrollo Social, Daniel Sartor, el de Infraestructura, Carlos Bastos, y el de Trabajo, José Dumón, conversaron del tema antes de un encuentro con Adolfo Rodríguez Saá, Rubén Marín y Carlos Reutemann. En la charla, los funcionarios atribuyeron a la especulación externa por el canje la vorágine financiera de la jornada, en la que riesgo país trepó a los 4 mil puntos.
En cuanto a los rumores sobre la salida de Cavallo, los ministros señalaron a algunos operadores que estarían forzando una devaluación. Según decían, De la Rúa no tenía pensado ir al almuerzo del Foro Iberoamericano, al que asistió sólo para respaldar a Cavallo. “El Mingo está firme”, se tranquilizaron.
Un rato después, Cavallo ofrecía una conferencia de prensa en Economía para anunciar que se aflojaban parcialmente las restricciones a los depósitos. La mayoría de los funcionarios –con excepciones como el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo– desconocía las intenciones del jefe de Hacienda.
Es que, en estos días de crisis, la mayor parte del Gabinete no participa de las decisiones cruciales, de las que suelen enterarse sobre la hora. La situación se complica porque muchos creen que su puesto peligra: aunque De la Rúa es impenetrable, el enésimo recambio del Gabinete –con la llegada de Rafael Pascual a Interior como eje– se produciría cerca del fin de semana. En este sentido, no es casual la presencia de Antonio de la Rúa que, de paso por la Argentina, conversó largamente con el Presidente sobre la situación del Gobierno. Se sabe: el joven De la Rúa suele acelerar los tiempos vaticanos de su padre, aunque sus consejos suelen derivar en crisis institucionales de diverso tipo.
Pero la reformulación ministerial ocupa un segundo plano en las prioridades del Gobierno, que anoche recibió un golpe tremendo a través de un comunicado del FMI en el que se informaba que no se transferirá la cuota de asistencia de diciembre.
Anoche, un funcionario hacía rápidos números para dimensionar la situación: este mes deben abonarse 900 millones en concepto de intereses, la recaudación de los últimos meses promedió los 3500 millones. O sea: el Gobierno deberá implementar un nuevo y fenomenal ajuste del gasto o conseguir fondos de otro lado. Pero la negativa tiene, más allá del impacto en las cuentas, un efecto político cuyo alcance es difícil de precisar. “Nos avisan que estamos solos”, definían en el Gobierno.
Hay una segunda lectura. Después de leer con atención el comunicado, en la Rosada aseguraban que la intención del FMI era presionar al Gobierno para que acelere una decisión de política monetaria: dolarización,devaluación o una combinación de ambas. “Lo que están diciendo es que con esto no alcanza, que hay que apurar los tiempos y que hasta que no se conozca cuál va a ser la nueva política económica no va a haber plata”, resumía una fuente con despacho en la Rosada. “Vamos a tener que hacer algo, porque parece que con el socialismo sin Fidel no alcanza”, completaba anoche uno de los pocos funcionarios a los que le quedaba una chispa de humor.

 

Primera vez con Rozas

El titular del radicalismo, Angel Rozas, se reunirá hoy con el presidente Fernando de la Rúa, en el primer encuentro entre ambos desde que el chaqueño fue elegido como reemplazante de Raúl Alfonsín al frente del Comité Nacional de la UCR.
Según aseguraron ayer en el radicalismo, la intención de Rozas es conversar con De la Rúa sobre la complicada marcha de la economía, además de plantearle la necesidad de fortalecer la Alianza. Por otro lado, Rozas intentará darle un tono más federal a la nueva conducción. Por eso, el Comité Nacional del radicalismo sesionará en Córdoba el sábado 15.
Ese mismo día se reunirá el congreso del Frente Grande, que elegirá al jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, como presidente del partido. Justamente, en los próximos días Rozas planea reunirse en con Ibarra. El objetivo, elaborar una política común para la Alianza que quedaraá plasmada en un documento.

 

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