Las AFJP presentarán
hoy ante la Justicia un recurso de amparo en contra de la decisión
de Domingo Cavallo de utilizar 3000 millones de dólares que están
en poder de las administradoras para poder cumplir con el pago de las
jubilaciones y pensiones. El rechazo de las AFJP a financiar el déficit
del Estado le abre un nuevo frente de tormenta al ministro de Economía,
quien, suspendida la asistencia del FMI, precisa del dinero para sobrevivir.
Por su parte, Cavallo descartó que vaya a utilizar ese dinero para
honrar los servicios de la deuda, tal como había trascendido. En
diálogo con este diario, un ejecutivo de una de las cámaras
que agrupa a las administradoras presentó sus quejas: Nosotros
ya contribuimos en el canje con todo lo que pudimos. No nos pueden sacar
más. Precisamente, esta tarde se cierra la Fase 1
del canje de la deuda con la presentación de los inversores minoristas.
En el primer tramo del canje, Cavallo consiguió sacar del mercado
títulos por casi 41.000 millones de dólares entregando a
cambio préstamos garantizados con la recaudación, que rinden
el 7 por ciento anual. El remanente de bonos canjeables asciende a unos
26.000 millones, aunque si se adicionan los provinciales el total alcanza
a 39.400 millones. Según un sondeo informal realizado en Economía,
el tramo minorista llegaría a entre 9 mil y 10 mil millones. Cerca
de Cavallo sostienen que un canje exitoso abrirá las puertas a
que también lo sea el tramo internacional. Aunque en el Palacio
de Hacienda aceptan que las condiciones para los inversores del exterior
serán peores que en el tramo interno: la tasa de interés
no superaría el 5 por ciento anual. La operación con los
minoristas se clausurará a las cuatro de la tarde y su resultado
provisorio se dará a conocer un par de horas más tarde.
La reestructuración de la deuda, con la cual el Gobierno aspira
a ahorrarse entre 6000 y 7000 millones el año que viene, es una
parte de la estrategia del Gobierno para desahogar las cuentas públicas.
Otra pata del esquema radica en el financiamiento del déficit a
través de las AFJP. Si bien en un primer momento había trascendido
que Cavallo utilizaría 3000 millones de las administradoras para
pagar deuda, ayer fue el propio ministro quien aseguró que con
esos fondos pagará a jubilados y pensionados. La absoluta
prioridad es pagar sueldos y jubilaciones y hacer los pagos normales del
funcionamiento del Estado. La gente puede estar tranquila, dijo
el ministro por la mañana, buscando llevar tranquilidad a la angustiada
clase pasiva. No hay utilización de los fondos de las AFJP
para ningún pago financiero ni público ni privado. Lo desmiento,
enfatizó luego. De paso, también negó que vaya a
postergarse el pago del medio aguinaldo de los empleados públicos.
Los 3000 millones que Cavallo pretende trocar en nuevos préstamos
garantizados a las AFJP están actualmente depositados a plazo fijo.
Para los responsables de las administradoras, el decreto que las obliga
a desviar la inversión es violatorio de la libertad que éstas
tienen para decidir el destino de los fondos. Lo que parece indiscutible
es que la salida de aquellos 3000 millones de los plazos fijos impactará
negativamente en el ya debilitado sistema financiero. La presentación
judicial de las AFJP al respecto hubo acuerdo entre las dos cámaras
que las agrupa se dará a pesar de que la propia Superintendencia
del sector ya dio el visto bueno para concretar la operación.
Goteo de depósitos
El operativo cerrojo sobre los bancos no impide que los plazos
fijos de empresas y particulares sigan cayendo. La baja del martes
pasado (último dato disponible) alcanzó a 40 millones,
observándose al mismo tiempo una dolarización de los
depósitos. A su vez, los depósitos totales cayeron
en 69 millones, a pesar de que a principios de mes debería
esperarse una mejora por los depósitos que hacen las empresas
para pagar los sueldos. Uno de los resultados de la restricción
a sacar fondos de los bancos fue el desplome de las tasas de interés
pasivas. En pesos, en la última semana cayó del 14,0
al 8,7 por ciento en promedio. Y del 11,0 al 9,0 por ciento en el
caso de las colocaciones en dólares. A su vez, las reservas
líquidas del Banco Central mostraron una mejora de 145 millones
(a 14.807 millones) debido a que los bancos trajeron una proporción
similar de sus depósitos en el Deutsche Bank de Nueva York.
La circulación monetaria cayó en 105 millones (a 10.077
millones) por la dolarización de la economía. Precisamente,
la avidez de la gente por comprar dólares billete hizo que
la divisa se vendiera a 1,05 peso en las casas de cambio, un 5,5
por ciento por encima del precio habitual. Una leve mejora de los
títulos públicos hizo que el riesgo país cerrara
en 3988 puntos, 32 escalones por encima del cierre anterior.
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La salida vía
acciones
Algunos inversores detectaron la forma de transformar su depósito
en dólares billete. Lo hacen a través de la compra
de acciones que luego transfieren a Nueva York y las venden en ese
mercado (en forma de ADR, certificado de esas acciones).
Para el sistema financiero, la operación tiene un resultado
neutro ya que si bien el comprador de papeles se despoja de su depósito,
el vendedor de las acciones estará obligado a depositar el
cheque en un banco. La movida, que se viene realizando durante toda
la semana, volvió a impulsar a las acciones. Ayer, el índice
MerVal subió 10,6 por ciento. Pero hay otro dato jugoso que
deja a la luz la crisis económica y la percepción
de una posible devaluación. Cuando el inversor vende las
acciones en Nueva York (en dólares) percibe entre 15 y 20
por ciento menos de lo abonado en Buenos Aires (en pesos). En definitiva,
esa diferencia representa una especie de valor de mercado
del peso, desvalorizado respecto del uno a uno. Por ejemplo, la
acción de Galicia cerró ayer a 47 centavos en Buenos
Aires y a 40 en Wall Street (15 por ciento menos). En el papel de
Pérez Companc, la diferencia fue del 19 por ciento (1,37
a 1,11).
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BRASIL
ANTE LA RUPTURA CON EL FMI
Paciencia estratégica
Contrariando la catastrófica
visión expresada por los medios de comunicación de Brasil,
los funcionarios de ese país esbozaron su apoyo a las últimas
medidas e, indirectamente, a la administración argentina. El ministro
de Economía, Pero Malan, confió que se pueda llegar a un
acuerdo con esa entidad, en tanto que el embajador, José Botafogo
Gonçalves, advirtió lo obvio: la debacle argentina en poco
beneficia al país vecino.
La aclaración del diplomático brasileño no deja de
ser oportuna. Brasil es foco de recurrentes rumores devaluatorios desde
mucho antes de que la alternativa se planteara con la actual fuerza en
Buenos Aires. En su momento, Domingo Cavallo llegó a acusar a especuladores
de ese país, que habían comprado en el mercado local dólares
a futuro y pretendían empujar con sus rumores una depreciación
del peso.
Ayer, los titulares de diarios brasileños fueron pesimistas y casi
implacables con la situación argentina. Cavallo es desmentido
por la dirección del FMI, tituló la Gazeta Mercantil.
Para Valor, el Fondo simplemente desaprobó el último paquete
de medidas y uno de sus columnistas dio por muerta la Convertibilidad,
aclarando que sólo falta saber cuándo estirará
la pierna.
Más amigable estuvo Malán, quien consideró que Argentina
va a llegar a un acuerdo con el Fondo, aclarando que es
una cuestión de intereses para nosotros también. En
el mismo sentido opinó ayer desde Buenos Aires, Botafogo Gonçalves,
quien reclamó paciencia estratégica para digerir
los cimbronazos de la economía local y dio la pauta que la administración
de Fernando Cardoso decidió no echar más leña al
fuego. Es un tema que tenemos instrucciones de no tratar,
aseguró cuando le preguntaron sobre la presunta disyuntiva de dolarizar
o devaluar.
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