Por Claudio Scaletta
Para Joaquín Cottani,
ex integrante del equipo de Domingo Cavallo en su primera gestión
en el Palacio de Hacienda y actual economista jefe para América
latina del banco de inversión Lehman Brothers, el FMI debe definir
con precisión qué espera de Argentina para seguir apoyándola.
Argentina llegó a su situación actual entre otras
razones por aplicar las recetas fiscalistas del FMI y por los propios
rumores de devaluación que salieron del Fondo.
¿Por qué el Fondo Monetario dejó de apoyar
a la Argentina?
No sé cuáles son las circunstancias por las cuales
tomaron esta decisión. Si las medidas no les gustaron tendrían
que ver algunos discursos de Anne Krueger sobre cuál debería
ser la nueva forma de resolver problemas de deuda en países emergentes.
Ellos dicen claramente que tiene que haber un proceso de reestructuración,
y durante ese proceso deben establecerse medidas de control al movimiento
de capitales para evitar la fuga mientras dura el proceso. Además,
esto no fue algo que buscó la Argentina, sino que se produjo entre
otras cosas por los rumores de devaluación que surgieron de las
mismas fuentes del Fondo y segundo, porque ya la semana anterior se percibía
la negativa del FMI a nuevos desembolsos en diciembre.
¿A qué se debe ese comportamiento contradictorio del
FMI?
Creo que el Fondo no quiere ser percibido ante los ojos de sus accionistas
principales, que son los países del G-7, y ante los mercados de
capitales en general, como un organismo que pone dinero en un barril sin
fondo. Y ésa es la percepción que existe hoy en el mundo
sobre la Argentina, que cualquier dinero que se ponga no va a alcanzar.
El FMI tiene que hacer lo que hasta ahora no hizo. Esto es, tomar una
posición respecto de qué debe hacer Argentina para recibir
apoyo.
¿Se terminó la época en que todo pasaba por
los ajustes fiscales?
Claramente lo fiscal no alcanza. Antes se concentraban sólo
en eso y ahora han llegado a la conclusión de que es un espejismo.
No pueden seguir recomendando recortes de gastos para que caiga la recaudación
y la meta del déficit cero se aleje. En segundo lugar, tienen la
idea y esto es un poco impresión mía, pero de alguna
manera esta reflejado en los discursos de Anne Krueger de que un
proceso de reestructuración de deuda, cuando es inevitable, debe
hacerse con dos ingredientes que no son los elegidos por Cavallo. El primero
es que debe defaultearse antes de negociar. Esto permite bajar
las expectativas de los acreedores para hacer una negociación más
dura. Cavallo usa un procedimiento diferente porque mira el largo plazo.
El considera que la recomendación del Fondo es para un enfoque
cortoplacista, miope. Para él, Argentina debe hacer un ajuste fuerte
para producir ahorros fiscales importantes y mostrar que el presupuesto
se balancea sin problemas. En el largo plazo, la forma en que el gobierno
haya reestructurado su deuda pesará en la decisión de los
inversores de regresar a la Argentina. Por eso Cavallo eligió el
camino de seguir cumpliendo los compromisos y nunca entrar en un default
legal.
Se trata de un camino que, hasta ahora, no fue elegido por ningún
país en iguales circunstancias.
Sí, es inédito. Y para ello hará falta que
los acreedores acepten rápidamente las condiciones que Argentina
ofrece. Entre otras razones, porque son más generosas que las que
el mismo Fondo propone, incluso que las que los inversores buitres pueden
estar esperando.
¿Por qué el Fondo no apoya este camino?
Creo que el FMI quiere poner a la Argentina en la necesidad de hacer
default, para no seguir usando reservas en este contexto, y eventualmente
devaluar.
¿Quién tiene razón? No voy a abrir juicio,
entre otra cosas porque no lo sé. Pero aunque el Fondo lo niegue,
éstas son las diferencias que hoy tiene con Argentina. Básicamente
el Fondo quiere estas dos cosas, una reestructuración más
dura de la deuda y una salida de la convertibilidad, con devaluación
pero sin descontrol. Esto último requerirá la continuidad
de la disciplina fiscal y monetaria. Esto puede ser con o sin dolarización.
En un escenario como el que describe, ¿cuál es el
sentido de la dolarización?
Una cosa es que los activos estén dolarizados y otra que
el peso desaparezca como unidad de cuenta. El diferencial entre pesos
y dólares puede provocar problemas en caso de devaluación,
sobre todo para quienes tienen deudas. Pero la alternativa de dolarización
sólo es posible en el marco de un acuerdo bilateral con Estados
Unidos.
Algo que hoy parece lejano.
Hoy ya se tiene la dolarización que es posible y recomendable,
que es la dolarización de las promesas de pago, pero sin necesidad
de caer en la dolarización de la unidad de cuenta.
¿Qué puede conseguir Cavallo en Estados Unidos?
Como mínimo que lo escuchen. Pero acá no es cuestión
que el Fondo retire las manos del plato. Tiene que plantear que sugiere.
Yo lo único que podría esperar de los argentinos es que
no se pongan en una posición intransigente. Aun cuando se crea
que hay un solo camino. Si el mundo cree que hay dos caminos, hay que
considerarlo. Hoy la diferencia la hace el apoyo internacional. El Fondo
y el gobierno tendrán que pensar juntos en como hacer para remover
los problemas de Argentina, uno de los cuales es la sobrevaluación
cambiaria, sin provocar una situación desordenada.
¿Cómo sigue la crisis?
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Roque FernAndez.
Imposible la
salida
El sistema financiero quedó herido de muerte. Ya
no hay forma de reestablecer la credibilidad. Tras la negativa del
FMI, la salida de la crisis es prácticamente imposible, pues
significa seguir desconectado de los mercados internacionales. En
el exterior hay un estado grande de sospecha sobre lo que Argentina
hace. Además, la convertibilidad está muerta. A partir
de ahora hay que considerar que el país está en cesación
de pagos, lo cual requiere un tipo de cambio flexible, es decir,
salir de la convertibilidad para que la economía se acomode
mejor. La gestión de Cavallo puede resumirse en una sucesión
continua de errores. Remontar esto se hace prácticamente
imposible.
Claudio Lozano.
Lamentable: Dolarización
Lamentablemente el horizonte futuro de Argentina es dolarización
con caída brutal en el nivel de ingreso, tanto por la variante
actual, que es por vía de la profundización de la
recesión, como por la variante alternativa, que sería
una fuga de depósitos, corridas, fuga de reservas, devaluación
y posterior dolarización. En cualquier caso, la dolarización
supone que pierdan valor los pesos de manera previa, porque no alcanzan
los dólares para reemplazar a todos los pesos circulantes.
En un caso pueden tener más control de la situación
los bancos y las empresas privatizadas, y en otro los grupos con
inserción exportadora, pero lo que no cambia demasiado es
que ambos suponen mayor desempleo y caída de salarios.
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